¿Qué hacer para evitar el hígado graso no alcohólico?
Debido que no hay terapias farmacológicas aprobadas, hacer ejercicio y cambiar ciertos hábitos alimenticios es clave para con padecer de esta enfermedad

No hay suplemento tan efectivo para combartir el hígado graso no alcohólico como un cambio en el estilo de vida. Crédito: Shidlovski | Shutterstock
La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés) es el trastorno hepático más común en todo el mundo según una investigación publicada por la Biblioteca Nacional de la Medicina (NIH, por sus siglas en inglés).
Específicamente, la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) y la fibrosis representan una enorme carga para los pacientes y los sistemas de atención médica.
La investigación destaca que, en ausencia de terapias farmacológicas aprobadas, las intervenciones efectivas en el estilo de vida para NAFLD, como estrategias dietéticas y entrenamiento físico, son actualmente las estrategias terapéuticas de elección.
El Dr. Mauricio González, especialista en medicina interna, se basa en esta evidencia para recomendar hábitos saludables que ayuden a evitar esta enfermedad.
Explica que mantener un peso estable es de suma importancia. Particularmente, un nivel bajo de grasa abdominal. “Estudios en sujetos con obesidad muestran que perder 6% de peso puede reducir hasta 50% la grasa hepática”, escribió en su cuenta de Twitter.
Hábitos alimenticios
Asimismo, explica que muchas estrategias nutricionales pueden funcionar entre ellas incrementar la fibra hasta 55 g al día, una dieta baja en azúcar (fructosa), harinas y almidones, alta en proteínas e implementar un patrón mediterráneo rico en frutas, verduras, leguminosas, aceite de oliva, etc.
Según el especialista, datos recientes sugieren que consumir la mayoría de nuestras calorías en mañana y tarde en lugar de la noche, pueda reducir la acumulación de grasa en el hígado.
Por otro lado recomienda el ejercicio físico ya que puede reducir los niveles de grasa en el hígado, algunas inclusive, sin una pérdida de peso significativa.
“El HIIT puede ayudar a maximizar la protección contra hígado graso. Hacer entrenamiento de fuerza 2 X semana, es muy recomendable”, asevera.
La investigación destaca que la actividad aeróbica y el entrenamiento de resistencia tienen efectos similares en NAFLD y debe adaptarse en función de las características clínicas, las comorbilidades y la capacidad física del paciente. “No se han establecido recomendaciones universales para la intensidad y dosis óptimas de actividad física”.
Por otro lado, señala que beber café se asocia a un menor progreso de esta enfermedad. No así las bebidas azucaradas ya que promueven esta condición.
“El estilo de vida es la piedra angular en este padecimiento, y por ahora, no contamos con suplementos tan efectivos como los hábitos que señalo. Por último, estos cambios deben ser individualizados sin excepción alguna”, sentenció el doctor.
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