Cómo recargar tu energía positiva cuando estás triste, enojado o preocupado
En momentos cuando nos inquieta una situación adversa es difícil mantenerse positivo. Revelamos algunas claves para que las buenas vibras vuelvan a ti y te ayuden a superar esos episodios
Sencillas técnicas son capaces de transformar la energía negativa en positiva. Crédito: Shutterstock
La tristeza, el enojo, preocupaciones o incertidumbre pueden bajar nuestros niveles de energía positiva. Con sencillas técnicas podemos incrementar nuestra vibra para estos momentos difíciles.
El aura, alma o campo astral está conectado a nuestras emociones a través de un hilo energético que se alimenta de las experiencias que vivimos en todo momento.
Si recibimos una buena noticia, la alegaría hace fluir hacia nosotros energía positiva, todo lo contrario pasa si escuchamos malas noticias, sentimientos negativos como la ira, enojo o tristeza hacen caer nuestra frecuencia vibratoria.
Para incrementar energía positiva y, por consiguiente, recuperes la felicidad, alegría y tranquilidad, puedes recurrir a los siguientes consejos:
Enfócate en la energía que emites
En ocasiones estamos de malas y ni siquiera sabemos por qué. Invertir unos minutos para conocer tu estado emocional y analizar qué te preocupa o inquieta es el primer paso para resolver estos obstáculos. Quizá encuentres que solo te hace falta ingerir algo de agua o alimentos u olvidaste hacer algo. Una vez que lo identifiques, podrás seguir adelante.
Haz una actividad física
Cuando nuestro cuerpo está cargado con energía negativa hay que liberarla de algún modo, una de las formas más efectivas es hacer ejercicio. No es necesario acudir al gimnasio, aunque si puedes es una excelente opción, basta con dar una caminata alrededor de la cuadra o hacer una serie de planchas o abdominales en donde te encuentres. Así tu cerebro se oxigena y cambiará tu perspectiva.
Respira lenta y pausadamente
¿Te has dado cuenta que cuando te enojas o estresas respiras más rápido y no llevas suficiente aire a tus pulmones? Esto se debe a que te agitas y tu cuerpo lo expresa de esa manera. En estos casos, acude a una habitación sola (puede ser el baño), cierra los ojos y haz unos ejercicios de respiración. Trata de imaginar únicamente un punto blanco que crece a medida que respiras. Al final estarás más calmado y sereno.
Transmuta tus pensamientos negativos a positivos
Se trata de un ejercicio que se perfecciona con la práctica. Cada que te lleguen pensamientos negativos, anótalos en una hoja y frente a ellos escribe su contraparte positiva.
Por ejemplo, si te sientes ansioso porque no sabes cómo te fue en tu entrevista de trabajo, escríbelo y luego pon “soy hábil y capaz para desempeñarme en ese puesto”; quizá te molestó la actitud negativa de una persona, como tu vecino, así que lo positivo sería algo como “yo soy una persona alegre que rechaza la negatividad”.
El objetivo de este ritual es enfocarte en las cosas positivas que están dentro de ti. Al comienzo te costará trabajo, un truco que puede ayudarte es traer recuerdos que te hagan sentir feliz o enfocarte en cosas que pasarán en el futuro y te llenan de esperanza, como un viaje.
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