Hormigón cósmico: cómo es el nuevo material con el que los científicos esperan poder construir estructuras en el espacio

El “hormigón cósmico” es un nuevo avance en el campo de la construcción espacial. Este nuevo material, desarrollado por científicos de la Universidad de Manchester, es una mezcla de regolito extraterrestre y almidón, que ofrece una alta resistencia estructural.

El regolito extraterrestre es el material que se encuentra en la superficie de la Luna, Marte y otros cuerpos celestes. Este material está compuesto principalmente de polvo, rocas y escombros, y es un recurso valioso para los científicos que buscan colonizar el espacio. El almidón, por otro lado, es un polisacárido que se encuentra en las plantas y las papas.

El nuevo material fue desarrollado para abordar la necesidad de contar con algún tipo de compuesto capaz de ser fabricado in situ durante la colonización de la Luna y Marte. Al usar regolito extraterrestre y almidón, los científicos de la Universidad de Manchester descubrieron que el “hormigón cósmico” puede ser fabricado con facilidad en el espacio.

“La estabilización de regolito suelto y no consolidado (es decir, polvo y tierra) en un material sólido similar al concreto no solo brindaría protección contra la radiación y los micrometeoritos, sino que también podría permitir el despliegue de hábitats inflables relativamente livianos al contrarrestar las condiciones térmicas y ambientales extremas”, refiere el estudio publicado por los expertos.

Material innovador

Lo que hace que este material sea diferente a otros tipos de hormigón es su composición única. Al estar hecho de materiales que se encuentran en el espacio, el “hormigón cósmico” es una solución más rentable y práctica para construir estructuras en el espacio que transportar todo el material necesario desde la Tierra. Además, los científicos descubrieron que al agregar cloruro de magnesio (sal) a la mezcla, se puede aumentar aún más su resistencia.

Este material tiene aplicaciones potenciales en la construcción de estructuras en la Luna, Marte y otros cuerpos celestes. Los científicos creen que este material podría ser utilizado para construir casas, bases, túneles y otras estructuras que sean necesarias para la exploración espacial. Además, su alta resistencia estructural y protección contra la radiación lo hacen ideal para su uso en la construcción de estructuras para proteger a los astronautas y equipos de los peligros del espacio.

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