Refugiados esperan que las pruebas que traen sean suficientes para cruzar

A unos días del 11 de mayo, más de 700 migrantes agradecen en ceremonia el inminente fin del Título 42

Inmigrantes dan gracias por el fin del Título 42.

Inmigrantes dan gracias por el fin del Título 42. Crédito: Manuel Ocaño | Impremedia

Más de 700 migrantes celebraron este domingo en ceremonia religiosa en un albergue de Tijuana el inminente fin de la medida conocida como Título 42, que durante más de tres años redujo al mínimo las posibilidades de solicitar asilo para los migrantes en la frontera.

“Tenemos un servicio religioso normal, como cualquier domingo, pero esta vez damos gracias porque termina Título 42 y notamos que los migrantes comienzan a pasar más rápido a sus citas de asilo”, platicó a La Opinión el pastor Albert Rivera, director del albergue Ágape Misión Mundial.

“¿Quieren que les de buenas noticias?”, preguntó el pastor a los migrantes que llenaron la iglesia y un galerón que las familias usan como comedor.

“Estamos a unos días de que por fin termine el Título 42”, dijo el religioso a cientos que respondieron con júbilo.

El pastor Albert Rivera habla con los migrantes en un servicio religioso en la frontera.
Crédito: Manuel Ocaño | Impremedia

“Pero hay más”, siguió Rivera, “esta mañana me llamaron del consulado de Estado Unidos en Tijuana para confirmarnos que CBP está atendiendo las citas más rápido y que la aplicación CBP One ya funciona correctamente”.

Su iglesia se llenó de algarabía, y de comentarios como “alabado sea”, “por fin”, “gracias a Dios”.

CBP es la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, y CBP One es el nombre de una aplicación, que ahora es la única manera en que los migrantes pueden solicitar cita a las autoridades fronterizas, para pasar a exponer sus argumentos y pruebas de que si son regresados a sus países de origen enfrentan peligros, incluso de muerte.

“Vamos a dar gracias y ahora vamos a ser cuidados en presentar a las autoridades las pruebas de que ustedes huyeron para salvar sus vidas”, dijo el pastor.

En las últimas dos semanas el albergue ha notado una transición del Título 42, que oficialmente concluye el jueves, 11 de mayo, a otra medida con que sustituirá desde el 12 de mayo, Título 8, que es el proceso de asilo para los migrantes que prueban que tienen “miedo creíble” de regresar a sus lugares de origen.

Trump impuso el Título 42 en marzo del 2020 en el marco de la pandemia como justificación para eliminar el proceso de asilo. La medida anuló que los migrantes que cruzaban la frontera se entregaran para pedir asilo a agentes federales, quienes los devolvían de inmediato a territorio mexicano, presuntamente porque eran potenciales portadores de Covid 19.

“Nunca existió una evidencia científica de que nosotros, los migrantes de piel obscura, latinoamericanos y africanos, portáramos el virus y otros no”, dijo Rivera, “la medida no solo fue racista, sino también muy injusta”.

Entre mediados de marzo y finales de abril del año pasado, la administración del presidente Joe Biden permitió cruzar de Tijuana a San Diego a por lo menos 118,000 refugiados ucranianos sin imponer el Título 42 a ninguno de ellos; mientras los ucranianos huían de la guerra, miles de migrantes que huyeron de la violencia de carteles y de pandillas llevaban años a la espera.

Ante numerosas críticas, la administración inició un programa de “excepciones al Título 42”, que permite continuar en el país el proceso de asilo principalmente a migrantes en condiciones de vulnerabilidad, como embarazos en riesgo, niños enfermos, o porque son perseguido hasta la frontera.

Claudia, una madre de familia de Michoacán en el albergue Ágape, dijo a La Opinión que tiene con ella algunas pruebas de las razones por las que huyó con sus hijos, pero pidió a sus familiares que le envíen otras evidencias para prepararse cuando inicie el Título 8 el viernes.

Las pruebas, dijo, demostrarán por qué tuvieron que huir.

“Nos dieron un día para abandonar la casa o nos mataban y se llevaban a mi niño. Yo creo que cuando las autoridades de Estados Unidos vean las fotos que me van a mandar de cómo quedó nuestra casa, esos signos de violencia, comprenderán perfectamente por qué necesitamos pedir asilo”, platicó la señora.

Claudia tiene familiares al norte de Los Ángeles y al sur de San José, “son varias familias, cualquiera de ellas nos puede dar dónde quedarnos un tiempecito, mientras rehacemos nuestras vidas”.

José, de Guatemala, espera que las pruebas que trae desde que salió de su país hace casi un año sean suficientes para iniciar su proceso de asilo.

El CBP carece de cifras públicas sobre el número de personas que fueron rechazadas bajo el Título 42, pero algunas organizaciones, entre ellas la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), calculan que unos dos millones de personas terminaron impedidas de solicitar asilo.

Las autoridades incluyen esas detenciones e inmediatos rechazos como “encuentros”, mezclados con los de indocumentados.

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