Veterano de la Marina regresa a EE UU tras 24 años de deportación

Le conceden una visa humanitaria por un año para ver a su anciana madre que se encuentra muy enferma

Emiliano Arce Nolasco regresa a EE UU después de 24 años de deportación. (Cortesía fotos de Joseph Silva)

Emiliano Arce Nolasco regresa a EE UU después de 24 años de deportación. (Cortesía fotos de Joseph Silva) Crédito: Joseph Silva | Cortesía

El regreso de Emiliano Arce Nolasco a Estados Unidos tras 24 años de vivir deportado en México, ha tenido un sabor agridulce, ya que las autoridades de migración le concedieron un regreso condicionado por un año.

“Me dieron una humanitarian parole (visa humanitaria) por un año para que pudiera ver a mi madre que tiene 95 años, y depende de una máquina con oxígeno para respirar”, dice Emiliano.

Regresó al país el 9 de mayo justo a tiempo para poder celebrar a su madre el 10 de Mayo, cuando se celebra el Día de las Madres en México, y el domingo 14 de Mayo en Estados Unidos.

Emiliano nació hace 61 años en Nayarit, México. Sus padres lo trajeron a vivir a Los Ángeles cuando tenía 9 años. En 1979 obtuvo la residencia permanente en Estados Unidos.

“Cuando terminé la secundaria, en 1980 me uní a la Marina, y en 1984 me dieron de baja con honores”.

Comenta que no buscó la ciudadanía de EE UU porque pensaba que yendo a la Marina, se convertiría en ciudadano automáticamente.

Emiliano Arce es captado por la lente del fotógrafo de los veteranos deportados, Joseph Silva entrando a EE UU. (Fotos Joseph Silva/cortesía)
Crédito: Joseph Silva | Cortesía

Pero no fue así, y lo descubriría años más tarde cuando ya estaba fuera de la Marina, y cayó en prisión.

“Me condenaron a 5 años de condena por posesión de drogas para su venta, las cuales tenían un costo de $40”.

Al cumplir su sentencia, Emiliano fue deportado a México en 1999. A diferencia del trámite para la ciudadanía, la deportación fue de manera automática y expedita.

“Me sentí desmoralizado, defraudado y triste. Yo ya no tenía nada qué hacer en México. Toda mi familia estaba y está en Los Ángeles”.

Agrega que nunca pensó que lo pudieran deportar.

“Uno piensa que por jurar ante la Bandera de Estados Unidos, o por estar dispuesto a dar su vida por este país, no estábamos expuestos a una deportación, pero estaba equivocado. En la vida, uno comete errores, y todo lo que hiciste antes por este país, no sirve de nada”.

Emiliano Arce es captado por Joseph Silva comiendo en Little Tokio en Los Ángeles. (Cortesía Joseph Silva/fotos)

Después de pasar un año y medio en su natal Nayarit, se estableció en Tijuana donde comenzó su lucha por regresar a Estados Unidos.

“Me puse a trabajar en Tijuana vendiendo helados”.

Cuando la salud de su madre empezó a deteriorarse, Emiliano se dedicó a buscar la manera de reingresar para verla. 

“Tengo emociones encontradas. Hace 24 años que no venía. Todo se mira muy bonito”.

Y le da gusto ver y estar cerca de su madre en el sur centro de Los Ángeles, pero se siente inquieto y triste por su proceso para recuperar la residencia en EE UU aún está pendiente.

“Ya logramos que mi condena por el delito de venta de una cantidad mínima de droga, fue reducida a un delito menor, pero migración no me quiere dar el perdón por un intento fallido de reingreso al país que tuve poco después de que me deportaron”.

El intento de regresar al país, comenta que es visto por las autoridades de migración como un delito federal.

Sin embargo, confía que tiene fe en poder conseguir un perdón durante el año que dura el permiso humanitario que le concedieron. “En un año pasan muchas cosas”, dice.

Mientras tanto, platica que su abogada de migración, le tramita un permiso de trabajo para que pueda laborar en el país durante este año que dura la visa humanitaria. 

“Me lo tienen que dar, porque de algo tengo que vivir”, dice.

Su mayor deseo – confía – es regresar a este país junto a su familia, su madre y hermanos.

Emiliano reingresó al país el 9 de mayo por la garita de San Ysidro en la frontera con Tijuana y se ha reunido con su familia que vive en el sur centro de Los Ángeles.

Emiliano Arce Nolasco espera en el Chicken Pie Pot de El Cajón, California su primera comida al cruzar la frontera. (Cortesía fotos Joseph Silva)

Desde el verano de 2021, cuando el Departamento de Seguridad Nacional creó la Iniciativa Veteranos y Miembros Militares Inmigrantes, según datos compartidos a la cadena de televisión CBS News, han recibido 117 solicitudes de veteranos deportados que buscan retornar al país.

Se han aprobado 71 peticiones, y se han negado 22 solicitudes. En los casos en los que se ha negado el regreso del veterano deportado, se argumenta que posee una amenaza para la seguridad pública o la seguridad nacional de EE UU.

El caso más sonado de un veterano de las fuerzas armadas que logró regresar al país y obtener su ciudadanía fue el de Héctor Barajas, un mexicano que tras pasar un año en prisión, perdió su residencia permanente y fue deportado en 2004.

En 2011 fue deportado de nuevo cuando intentó regresar a EE.UU.

Emiliano Arce Nolasco es recibido por varios veteranos entre ellos Héctor Barajas. (Cortesía)
Crédito: Cortesía

En 2013, fundó en Tijuana la Casa de Apoyo para los Veteranos Deportados para ayudar a los militares deportados a México con servicio médico, y otros apoyos para integrarse a la patria desconocida a la que dejaron siendo niños.

Barajas solicitó la reinstalación de su residencia en 2016; y en abril de 2018, en una emotiva ceremonia en San Diego, Héctor prestó juramento como ciudadano de Estados Unidos. Y ha sido él quien atrajo la atención nacional sobre el tema de los veteranos deportados.

“El estrés postraumático que deja la milicia lleva a muchos veteranos a cometer delitos, y a ser deportados”, comenta Barajas.

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain