¿Cómo logró Slim tener casi una quinta parte del yacimiento de petróleo más importante de México?

Carlos Slim ha sido aliado de López Obrador por décadas, desde que éste era jefe de Gobierno de la capital mexicana

¿Cómo logró Slim tener casi una quinta parte del yacimiento de petróleo más importante de México?

En Zama, Pemex tendrá el 50.4% de participación. Crédito: YURI CORTEZ | AFP / Getty Images

MEXICO.- Antes de que al hombre más rico de México, Carlos Slim, se le permitiera en días pasados ser parte de la extracción de petróleo en Zama, uno de los yacimientos más importade toda la historia del país, el magnate tuvo una larga lista de fracasos en el sector energético.

Fue una apuesta de a poco. Su primer round en este perfil de negocio ni siquiera fue en México, sino en Sudamérica. Allá compró el 8.4% de acciones de la petrolera estatal YPF en Argentina pero pronto vendió la mitad, tras pérdidas en éstas y otras de sus empresas.

En 2011 compró en Colombia el 70% de petrolera Tabasco Oil Company para explorar y producir hidrocarburos en dos bloques de ese país que tardó muchos años en revertir las ganancias. En 2015 paró actividades y no la reactivo sino hasta dos años después.

Paralelamente en México creó Carso Energy como empresa tenedora de otras dedicadas a la energía; Carso Electric, Carso Energías Alternas y Carso Oil & Gas.

A través de éstas empezó a realizar actividades de exploración, localización, producción, transporte, compra y venta de petróleo, gas y minerales, además de energía geotérmica y operación de plantas hidroeléctricas en su país.

Pero tenía poca participación. Para el 2017 solo había ganado dos de los 10 concursos en los que participó tras la Reforma Energética.

“Como cualquier particular, tenía un papel interesante, pero marginal”, explicó Miriam Grunstein, del Centro México de Rice University. “Marginal por el tamaño de Pemex, pero fue creciendo de a poco”.

Al final del sexenio de Enrique Peña adquirió los derechos de los bloques petrolíferos Jagüeyes 3432B y Llanos 56; luego ganó en asociación con Energy Transfer Partners y Master una licitación internacional de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para construir y operar los gasoductos de Waha-Presidio y Waha-San Elizario.

Ese mismo año, también se adjudicó un contrato para el transporte de gas natural en el trayecto Samalayuca-Sásabe con una vigencia de 35 años; dos concesiones para exploración y explotación de recursos geotérmicos en las áreas de Celaya y Mexicali por 30 años.

Mientras tanto en Colombia para 2018 empezó a tener ingresos por 72 millones de pesos, pero sus gastos de operación fueron por 507.3 millones de pesos.

“Carso no tenía experiencia en estos rubros y se la jugó a entrar a un nuevo mercado donde tenía que explorar las oportunidades”, explicó en su momento Adrián Calcaneo, director de Midstream y Líquidos para IHS Markit.

El factor López Obrador

Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, Slim Helú fue uno de los actores principales de una tensa negociación sobre gasoductos y tarifas de transporte de gas entre la CFE, Carso Energy y otras empresas que terminó en 2019 con la ampliación de contratos.

Ese mismo año, Carso Infraestructura y Construcción obtuvo un contrato de Pemex para construir dos plataformas marinas y, en 2021, un contrato para perforar y terminar pozos en campos terrestres de Pemex.

Tras la escalada, llegó el premio mayor: Slim convenció a la empresa estadounidense Talos y sus socios —la alemana Wintershall Dea y la británica Harbour— de venderle el 49.9% de sus acciones y así asociarse en la extracción de petróleo en el yacimiento más grande descubierto en la década pasada con una renta petrolera para México estimada en 31,000 millones de dólares.

Para lograrlo, tendría que recibir la aprobación del regulador antimonopolio, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), subordinada al Ejecutivo López Obrador, quien ya dio su visto bueno.

“Carso es el socio correcto en el momento correcto”, comentó Timothy S. Duncan, CEO de Talos.

Carlos Slim ha sido aliado de López Obrador por décadas, desde que éste era jefe de Gobierno de la capital mexicana.

En Zama, Pemex tendrá el 50.4% de participación después de un amargo proceso de negociación en el que la compañía estadounidense amenazó con llevar a los tribunales internacionales al Estado mexicano.

Ubicado en la costa de Tabasco, en el golfo de México, y a relativa baja profundidad, Zama contiene crudo más ligero más rentable que el más pesado que normalmente produce México.

Por sus características, es considerado entre los 10 yacimientos más grandes de la historia del país y una bendición en tiempos de un declive en la producción nacional.

Fue el primero descubierto por una empresa privada tras la reforma energética de 2013 que puso fin al monopolio de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) sobre los hidrocarburos pero su control y operación estuvo en el debate.

López Obrador peleó por el control del Estado durante mucho tiempo. Zama se había entregado a Talos en las rondas de concesiones en el gobierno de Peña Nieto (2012- 2018) y se encuentra justo a lado de otro yacimiento que no entró en la ronda de concesiones a particulares, sino operado por Pemex.

Cuando se hicieron los trabajos de exploración, se determinó que el yacimiento del Estado era más grande y, según la legislación, cuando hay dos pozos juntos, la empresa que opera del yacimiento conjunto es quien tiene más potencial, en este caso, el que tiene más petróleo, de modo que en la sociedad pública-privada, Pemex se quedó con más del 50%.

Tras el anuncio de la compra de acciones por parte de Carlos Slim, López Obrador celebró la manera en que quedó finalmente el reparto de la extracción. “Primero será Pemex y, entre los particulares, hay empresa mexicana y tres empresas extranjeras, una estaounidense y dos europeas (en asociación con Talos)”.

—¿Qué sigue?, se le preguntó en una conferencia de prensa.

—Ya se han perforado pozos exploratorios, ya se tiene el potencial y va a garantizar, a mediano plazo, ya no vamos a estar nosotros en el gobierno, pero a partir del 2025 empieza la producción y en el 2029, pueden estarse extrayendo de150 a 180 mil barriles diarios de petróleo crudo, olmeca, es decir, ligero, de muy buena calidad, el que tiene más precio en el mercado internacional.

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