Guatemaltecos en LA votan para elegir presidente entre quejas y obstáculos

Después de ocho horas de abrir el centro de votación, la mesa del dirigente guatemalteco llevaba 15 votos

Sergio Colindres fue uno de los afortunados que si pudo votar.

Sergio Colindres fue uno de los afortunados que si pudo votar. Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

La señora Teresa Escalante, inmigrante guatemalteca que ha vivido en Los Ángeles desde hace 44 años, acudió este domingo a votar a un centro electoral en Hollywood para elegir presidente y vicepresidente de su país, pero, luego de su intento, la señora explicó a La Opinión que se sentía frustrada.

“Vine ilusionada porque era la primera vez en mi vida que iba a votar en una elección de Guatemala, porque cuando vivía allá nunca voté y como estadounidense sí ya he votado varias veces, pero esta era la primera que iba a votar por mi país de nacimiento”, dijo doña Teresa.

La inmigrante se empadronó y las autoridades electorales le otorgaron su Documento Personal de Identificación o DPI, la credencial que es requisito para todos los electores con registro actualizado en su país.

Pero en el centro de votación este domingo “revisaron varias veces y no me encontraron” en la lista de electores inscritos para votar.

Esta es la segunda ocasión en que los guatemaltecos en el exterior votan para elegir presidente y vicepresidente, la primera fue en el 2019, y doña Teresa entonces no pudo participar. “Tendré que esperar cuatro años más”, cuando casi lleve medio siglo fuera de Guatemala, “para votar por mi país, pero lo voy a hacer, porque se necesita un cambio”, dijo.

También frustrado, pero además “muy molesto”, el señor Mario Castillo, quien ha vivido 40 años en Los Ángeles, dijo que cuando la mañana del domingo se presentó a votar en el centro electoral guatemalteco en Hollywood, “me dijeron que le tocaba en San Francisco”.

Don Mario participó en la elección del 2019 desde Los Ángeles, tiene el mismo DPI que usó entonces, ninguno de sus datos ha cambiado, y hasta el momento en que se presentó a votar se enteró de que las autoridades electorales lo habían registrado, pero para una mesa de votación 400 millas al norte de Los Ángeles.

“Me siento muy molesto”, dijo don Mario, “no hay cómo o dónde uno pueda quejarse”. Consideró que le acababan de “desconocer mi derecho constitucional, y no hay nada que pueda hacer”.

El señor Mario dijo sospechar que las autoridades electorales guatemaltecas deliberadamente entorpecieron la elección de los chapines en el exterior, “es que no tenemos otra explicación pro tantos errores”, declaró.

Walter Batres, el presidente de la Red Migrante Guatemalteca, quien participó como fiscal en una de las 27 mesas en Hollywood, confirmó a unas horas del cierre de casillas que “todo el día han sido más las personas que no pueden votar que las que sí han podido hacerlo”.

Dijo que eran más los electores “que no los encontraron en las listas en las mesas de votación, que les tocó en otras ciudades, lejos, como en San Francisco o Las Vegas, e incluso que esta vez les tocó en sus lugares de origen en Guatemala”, aun cuando han vivido en Los Ángeles desde hace décadas.

Las personas que tuvieron esos obstáculos solo se enteraron en el momento de presentarse a votar.

Batres dijo que esa frustración dificulta que los guatemaltecos quieran participar en los comicios desde el exterior.

“Ayer yo comentaba a La Opinión que esperaba que llegaran unos 600 electores a cada uno de los dos centros de votación, pero creo que me pasé de optimista; tal vez a lo largo del día sí llegaron 600, pero pudieron votar mucho menos”.

Después de ocho horas de abrir el centro de votación, la mesa del dirigente guatemalteco llevaba 15 votos; en la mesa contigua habían votado siete, y la siguiente dijo que contaba “entre siete y ocho” electores.

Quienes sí pudieron participar, en cambio, expresaron satisfacción.

El señor Sergio Colindres usaba una camiseta con el mapa de Guatemala, los colores azul y blanco y el nombre de su país. Posó para una foto mientras mostraba su huella digital con tinta, prueba de que acababa de votar por primera vez desde Los Ángeles.

También mostró las pruebas de su participación Maya Arely Payeras, que votó por primera vez después de vivir once años en Los Ángeles.

Tanto quienes votaron como quienes no pudieron hacerlo mencionaron como prioridades la seguridad y buscar un cambio político, especialmente que reconozca a los migrantes guatemaltecos quienes envían unos $20,000 millones en remesas anuales.

En Estados Unidos vive uno de cada cinco guatemaltecos, unos cuatro millones de inmigrantes en total. Más de un millón radica en California, principalmente entre el norte de Los Ángeles y San Diego.

De acuerdo con despachos de prensa, en Guatemala la jornada electoral registró disturbios en que tuvieron que intervenir antimotines en varios lugares, quema de boletas, suspensión de elecciones y cerca de un centenar de denuncias de coerción para votar.

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