¿Por qué en este pueblo mexicano no se vende alcohol y hay toque de queda desde hace años?
En el estado de Chiapas hay un poblado donde habitan poco más de 200 familias, y al que nadie puede entrar ni salir después de las 22:00 horas
Varias comunidades indígenas del estado mexicano de Chiapas continúan rigiéndose por usos y costumbres, algunas se han acoplado a la modernidad y han encontrado en ellas la manera de beneficiarse. Han hecho tratos con las compañías refresqueras y de bebidas alcohólicas para que al dejarlos vender sus productos reciban un beneficio, pero hay un pueblo en específico que ha impuesto restricciones severas. El sitio La Silla Rota realizó un reportaje sobre este lugar.
Se trata de Monterrey, aunque comparte nombre con la capital de Nuevo León, no tienen nada que ver con aquel lugar, son opuestos tanto en ubicación geográfica como en las costumbres de sus habitantes. Este pueblo se ubica en el municipio de San Fernando, Chiapas. Allí no se permite la venta de alcohol, así que las empresas dedicadas a este rubro ni se paran por allí.
Otra medida en Monterrey es que, a partir de las 22:00 horas, la entrada al pueblo permanece cerrada con un portón por lo que, a partir de esa hora, nadie entra ni sale. Implementaron una especie de toque de queda para evitar incidentes de violencia.
Pablo Díaz Díaz, representante del comisariado ejidal del lugar, advierte que las poco más de 200 familias que habitan el pobaldo han tomado algunos acuerdos relevantes; sin embargo, comenta que en ningún momento condicionan a las empresas.
Explicó que si decidieron rechazar la comercialización de cerveza, vino o licor, fue porque su consumo genera muchos problemas y derivaría en otros, como el consumo de drogas. Si alguien desacata la norma es multado o, en el peor de los casos, es exiliado.
Por supuesto que algunos pobladores han desacatado la orden, aunque no han llegado al extremo de desterrarlos, simplemente les han llamado la atención. Indicó además que varias personas sí desean que se venda alcohol en el pueblo, pues quieren que las empresas los apoyen en sus fiestas patronales u otras celebraciones.
Debido a que no hay acuerdos con empresas los recursos son mínimos, pero los habitantes han buscado ayuda del gobierno federal como el programa Sembrando Vida. Sin embargo, el pueblo tiene muchas necesidades, incluso carece de drenaje, pero lo más necesario es el agua potable, pues la vertiente que tenían y que abastecía a las familias prácticamente se secó.
“Batallamos con los pocitos, ya no dan, sólo en tiempo de lluvia, pero ahorita, con la sequía, sufrimos todos”, indicó uno de los pobladores.
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