El Corredor del Itsmo, el logro sexenal a prueba de protestas
El ferrocarril que unirá a los oceanos Atlántico y Pacífico y obra clave del sexenio de López Obrador se consolida a pesar de la oposición de pobladores
MÉXICO- Poco después de las 8:00 de la mañana, Puente Madera, Oaxaca, se volvió un polvorín. David Hernández Salazar azuzó y todos los integrantes se lanzaron sobre las vías del tren.
No era cualquier ferrocarril ni cualquier momento, sino el inicio de 2023, el último año de empuje para concluir la construcción del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
El CIIT, como se le conoce por sus siglas, es uno de los proyectos prioritarios del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, con una inversión de más de 6,000 millones de pesos (unos 250 millones de dólares).
Hernández Salazar, uno de los líderes de la organización, y otros ejidatarios indígenas han estado en contra de este proyecto por múltiples vías y en enero pasado fueron en contra de los trabajadores de las vías para impedir el avance de la rehabilitación de 309 kilómetros de vías ferroviarias que conectan los puertos de Salina Cruz, Oaxaca, y de Coatzacoalcos, Veracruz.
De acuerdo con las autoridades federales, esta renovación reducirá los tiempos de interconexión “en seco” entre el océano Atlántico y Pacífico de 7.5 a cuatro horas.
Se prevé que recibirá a todos aquellos buques comerciales que no pueden entrar al Canal de Panamá por el tipo de calado además de que será más barato y tendrá un papel destacado en la relocalización de empresas que dejan Asia y buscan acercarse al continente americano, en el esquema conocido como “nearshoring”.
“Muy pronto aportará el 5% del Producto Interno Bruto (PIB)”, adelantó la secretaría de Economía, Raquel Buenrostro.
Desde su trinchera, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido enfático desde el arranque de la administración que busca hacer realidad un proyecto que está en mente del gobierno mexicano desde el siglo XIX. “Va a llevar desarrollo económico al sureste”, insiste el mandatario.
Pero el argumento de desarrollo no ha convencido a diversos grupos de activistas y defensores ambientales que calculan un impacto negativo para los pobladores, animales y su hábitat por la destrucción de los flujos naturales de agua y la tala de árboles, entre otros abusos.
A contrapelo
El avance de la obra ha sido lento pero constante. A pesar de la la oposición se prevé que en diciembre de este año quede concluida casi en su totalidad. El avance en la rehabilitación de las vías férreas es del 79.39%, según el ultimo reporte.
En total se modernizarán 227 kilómetros de vías, 82 puentes, 290 obras de drenaje y los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz y Salina Cruz, Oaxaca, informó el director general del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, Raymundo Morales.
El funcionario detalló que la infraestructura ferroviaria se divide en tres:
Línea Z, de 308 kilómetros. Conecta el Golfo de México con el océano Pacífico, desde el puerto de Coatzacoalcos, Veracruz, a Salina Cruz, Oaxaca.
Línea FA, de 329 kilómetros. Recorre desde Coatzacoalcos a Palenque, Chiapas, donde interconectará con el Tren Maya.
Línea K, de 459 kilómetros. Enlaza de Ixtepec, Oaxaca, a Ciudad Hidalgo en Chiapas, región que llega a los límites con Guatemala.
La infraestructura complementaria del Corredor Interoceánico contemplan nueve estaciones de pasajeros, siete laderos, dos estaciones de abastecimiento, siete talleres, cuatro patios, un centro único de control y despacho y dos cocheras y 10 parques industriales instalados en toda la ruta.
López Obrador resaltó que esto significa que dará empleos y bienestar porque en cada parque son en promedio 300 hectáreas, “ahí se van a instalar empresas, va a haber trabajo”, prometió en días pasados, poco antes de anunciar estímulos fiscales para las compañías que inviertan en la zona y firmar un decreto en el que dio a la Secretaría de Marina el control.
Este control incluye la vigilancia para la adquisición, desarrollo, fraccionamiento, comercialización, concesiones, adjudicaciones y, en su caso, enajenación de los inmuebles que integran el patrimonio para el establecimiento de los polos de desarrollo.
La oposición
La Marina ha sido una pieza clave para controlar, disolver y mitigar las rebeliones en contra del CITT desde que se firmó el decreto para la construcción en 2019.
Xavier Martínez, integrante del Centro Mexicano de Derecho Ambiental detalló en el “Informe sobre la situación de las personas y comunidades defensoras de los derechos humanos ambientales en México” que entre octubre del 2021 y julio del 2023 se registró 31 eventos de agresiones colectivas e individuales en el marco de la construcción del Corredor Interoceánico.
Estos ataques incluyen, según este estudio, derechos violentados a la vida, la integridad, la libertad personal y a la libertad de expresión, debido a las agresiones físicas, hostigamientos y criminalización por parte de agentes del Estado, principalmente marinos y militates.
Entre las regiones inconformes se encuentran: Matías Romero, donde bloquearon las vías para exhibir información; El Mogoñe, donde se hicieron protestas para exigir el respeto de los precios a las propiedades expropiadas; Nuevo Progreso, donde pobladores expulsaron a los trabajadores de la empresa encargada y en El Jordán, pidieron respeto por los acuerdos con autoridades ejidales.
En Puente Madera, los pobladores han bloqueado más de una docena de veces las vías para manifestar su desacuerdo. En una de las últimas manifestaciones, fue detenido su líder David Hernández Salazar y, por ello, los inconformes bloquearon la carretera e impideron el paso de cientos de turistas, entre ellos, un camión con 33 franceses a bordo.
Luego incendiaron un vehículo y amenazaron con seguir la quemazón si no liberaban al activista y así quedó libre. Poco después, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional arrancó la marcha “El Sur resiste” a la que se sumaron 38 pueblos originarios con varias coincidencias:
Los integrantes de la caravana dijeron que el CITT viene acompañado de 21 estaciones y zonas de desarrollo turístico, granjas de cerdos, cultivos de palma, soja y otros monocultivos, así como grandes desarrollos inmobiliarios y complejos hoteleros.
“Todo lo necesario para las grandes masas de turistas que se espera arriben a la península, provocando el despojo, el extractivismo voraz y la destrucción de las formas de vida de los pueblos mayas”.
Pero las obras siguieron y la zona más angosta de México entre el océano Pacífico y el Atlántico permitirá la movilidad de 1.4 millones de contenedores anualmente entre
ferrocarril, carreteras, tres aeropuertos (Minatitlán, Ixtepec y Huatulco), así como un gasoducto y una red de fibra óptica, 50,000 millones de dólares de inversión y 550,000 empleos en los parques industriales. Esa es la promesa. Hasta la fecha, 65 empresas entraron a la licitación de los primeros cinco polos de desarrollo del CITT.
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