“Si abren, habrá consecuencias”: Una amenaza del crimen organizado obligó a cerrar todas las tortillerías de una ciudad michoacana

El crimen organizado tiene asoladas a varias regiones del estado mexicano de Michoacán, pues además del terror por los enfrentamientos, secuestros y asesinatos, los sicarios se han adueñado de las comunidades o municipios controlando hasta el comercio, lo cual afecta a toda la población. Un ejemplo de esto ocurrió en la ciudad de Uruapan, en donde todas las tortillerías tuvieron que cerrar.

De acuerdo con el sitio Aristegui Noticias, esto sucedió debido a que los propietarios y personas que atienden este tipo de negocios recibieron amenazas vía WhatsApp, en donde se podía leer: “si abren, habrá consecuencias”, por lo que decidieron no arriesgarse y mantener sus locales cerrados. En redes sociales circularon fotografías de las cortinas abajo en las tortillerías, confirmando que no se trataba de un rumor.

El diputado federal Carlos Alberto Manzo confirmó el hecho, y aseguró que este problema de seguridad seguirá mientras la federación no cambie, lo que calificó como “la corrupción que impera en muchos gobiernos que sirven de cómplices a la delincuencia”. Abundó que los homicidios y cobros de cuota están en aumento, aunque algunos gobernantes “nos quieran engañar con acciones pírricas”.

Por su parte, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, informó mediante sus redes sociales que la extorsión es un crimen que se investiga de oficio en la entidad, por lo que ya están realizando las diligencias correspondientes para dar con los responsables de lo sucedido con las tortillerías de Uruapan.

Responsabilizan a Los Viagras

De acuerdo a medios michoacanos, los responsables de las amenazas contra las tortillerías fueron Los Viagras, un grupo que ha sembrado terror y generado violencia en varias regiones del estado.

Comenzaron a operar entre 2013 y 2014 y se formaron a partir de los disidentes de Los Caballeros Templarios y La Familia Michoacana.

Los Viagras también estarían involucrados en el asesinato de Hipólito Mora, exfundador del grupo de autodefensas de Michoacán, cuyo hermano aseguró que el grupo criminal presuntamente controla el comercio local, impone cobro de cuotas tanto a pequeños vendedores de fruta, tacos y paletas, como a campesinos o grandes productores agrícolas; también administran la venta de cerveza y todos los productos básicos, como agua y alimentos de la canasta básica.

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