Aumenta la preocupación por la depresión estacional mientras que el clima se vuelve más frío

Ante la llegada del cambio de estación y el frío, los expertos están alertas ante el repunte del trastorno afectivo estacional, mejor conocido como depresión estacional. Se trata de una afección que hace que las personas se depriman en las estaciones de invierno y otoño, por las pocas horas de luz que reciben. 

En algunos casos, los cambios de humor son más graves y pueden afectar a la persona a tal punto que no puede desarrollar sus actividades diarias. Los síntomas comienzan a finales del otoño o principios del invierno y desaparecen durante la primavera y el verano, según indicó el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés).

Algunas personas pueden experimentar episodios depresivos durante los meses de primavera y verano. A este trastorno se le llama patrón estival o depresión estival y es menos común. Se suele presentar en personas con afecciones psicológicas previas como la depresión y la bipolaridad, también puede ser hereditario.

El NIMH sospecha que millones de adultos estadounidenses pueden padecer este trastorno sin estar diagnosticados. Le ocurre con más frecuencia a mujeres adultas que a hombres, y es más común en zonas del norte donde hay menos horas de luz en el invierno. Por ejemplo, las personas que viven en Alaska o Nueva Inglaterra pueden tener más probabilidades de desarrollarlo que los habitantes de estados del sur como Florida.

¿Qué causa este trastorno?

Los científicos no han determinado que puede causar el trastorno afectivo estacional. Sin embargo, investigaciones indican que las personas que padecen esta afección tienen una actividad reducida de la serotonina, una sustancia química cerebral que ayuda a regular el estado de ánimo. 

Además, la luz solar controla los niveles de moléculas que ayudan a mantener los niveles normales de este compuesto químico. Las personas que padecen el trastorno suelen tener una mala regulación por lo que la disminución de la luz acentúa este déficit en el invierno.

Otros hallazgos reseñados por el NIHM sugieren que las personas con depresión estival producen demasiada melatonina. La sobreproducción aumenta la somnolencia, alterando el ritmo diario del cuerpo y del ciclo estacional noche – día. Por ello, no pueden adaptarse correctamente a los cambios estacionales provocando cambios en el sueño, el estado de ánimo y el comportamiento.

El déficit de vitamina D puede exacerbar estos problemas ya que promueve la actividad de la serotonina. El cuerpo produce esta sustancia cuando la piel se expone a la luz solar, por lo que es normal que en el invierno las personas tengan niveles más bajos. Así es como se aumentan los sentimientos negativos sobre el invierno y sus limitaciones o implicaciones.

Los síntomas específicos de estos trastornos pueden incluir:

• Problemas para dormir (insomnio)
• Falta de apetito, lo que lleva a la pérdida de peso.
• Inquietud y agitación
• Ansiedad

Episodios de comportamiento violento

Según Elizabeth Lambe, la primera consejera de Envision Counselling And Support Centre, una institución mental de Canadá al portal West Central Online, este es un problema que ven como parte del patrón de cada persona en la humanidad, especialmente en quienes viven en Saskatchewan (una provincia canadiense).

Para superar el trastorno afectivo estacional se recomienda comer bien, compartir con los amigos y reír. Así mismo, es saludable tener una dieta rica en alimentos que contengan vitamina D, o consumir suplementos de esta sustancia. 

Los casos más complicados requieren someterse a terapias de luz y medicamentos antidepresivos que deben ser recetados por su proveedor de salud. La psicoterapia también puede ayudarle a reemplazar los pensamientos negativos por positivos, y también a identificar actividades agradables y atractivas en esta temporada.

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