Subastarán el juego de té con el que una asesina serial mataba a sus víctimas en Argentina
Yiya Murano, considerada la primera asesina serial de la historia de Argentina utilizaba un juego de té para envenenar a sus víctimas, y ahora será subastado por su hijo
Para muchas personas los asesinos seriales resultan fascinantes, olvidando el daño y dolor que causaron a sus víctimas y sus familias, tan es así que algunas personas desembolsan grandes sumas de dinero para adquirir algunos de los objetos que estas personas usaron, como ocurre en Argentina, donde será subastado un juego de té que usó la asesina Yiya Murano.
La pieza que para muchos será un objeto deseable, para el hijo de la mujer que quitó varias vidas, Martín Murano, recibirlo representó un golpe, un recuerdo de un pasado que no deja de perseguirlo y por algo que él no hizo, según informó el medio CNN en un reportaje especial.
Yiya Murano usó ese juego de té para matar a algunas de sus víctimas, que además eran sus amigas, por ello esa porcelana vieja tiene un importante significado y carga emocional para quienes sufren por lo que hizo la que es considerada la primera asesina serial de la historia de Argentina.
Mercedes Bolla Aponte de Murano, alias “Yiya”, es conocida en los registros de la historia criminal argentina como la “envenenadora de Monserrat”, cuyo caso salió a la luz en 1979 cuando las hijas de Carmen Zulema Del Giorgio de Venturino pidieron una autopsia al cuerpo de su madre, quien había muerto en marzo de ese año.
Argumentaron que el portero del edificio les dijo que vio a Murano entrar al departamento de su madre, después la vio salir con un papel y un frasco. La investigación reveló que el papel era un pagaré en el que constaba la entrega de dinero que le había hecho Del Giorgio. La autopsia determinó que había rastros de cianuro en la mujer.
Conforme avanzaron las pesquisas se descubrió que Murano era usurera, que además convenció a sus amigas de darles fuertes sumas de dinero prometiéndoles que lo multiplicaría en el mercado financiero, pero al no llegar lo prometido ellas comenzaron a presionarla para que les pagara, pues además les firmó pagarés para que confiaran.
Así descubrieron que había otras dos muertes con patrones similares, las mujeres le habían dado dinero a Murano y fallecieron meses antes que Del Giorgio, se trataba de Nilda Gamba y Lelia Formisano de Ayala. Las autoridades ordenaron la exhumación de sus cuerpos y tras practicarles la autopsia descubrieron que también tenían rastros de cianuro.
Fue en ese momento en que se ordenó la detención de Yiya, quien fue absuelta por un tribunal, pero en 1985 se reabrió el caso y fue condenada a cadena perpetua, tras establecerse el modus operandi de la mujer. Cuando le pedían su dinero, aprovechando la relación de confianza las envenenaba tras tomar el té.
De acuerdo con el fallo, el móvil era evitar cumplir con el pago de las deudas que tenía con las tres víctimas. En 1993 Yiya Murano obtuvo una reducción en su condena y salió de prisión. Murano murió en libertad, en un geriátrico de la ciudad de Buenos Aires, en 2014.
Su historia ha inspirado ficciones, como capítulos en la serie Mujeres asesinas, tanto en la edición de México como en la de Argentina.
Subasta con propósito
Martín Murano recuerda que regaló el juego de té a la mamá de una amiga que amaba las antigüedades, pero al saber que eran de Yiya ni siquiera lo abrió, duró años embalado y lo primero que pensó fue en tirarlo, pues eso le causó daño a él y personas cercanas, pero una reunión con amigos le dio una idea.
Él es padrino de un refugio de animales, por lo que el dinero recaudado de la subasta se destinará a ayudar a perros y gatos que viven en el lugar.
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