Gil Cedillo entra al Salón de la Fama de Roosevelt High School
Desde el 2013, la preparatoria del este de Los Ángeles reconoce el trabajo extraordinario como ciudadanos y profesionales de algunos de sus graduados a través del tiempo; también fueron inducidos Castulo de la Rocha, Lynn Cain e Irene Esparza Portillo
A casi dos años de que una conversación con tintes racistas fuera grabada ilegalmente y en secreto, y a casi un año de que ese audio se hiciera púbico, Gil Cedillo, uno de los cuatro líderes latinos que participó en dicha plática, fue inducido al Salón de la Fama de Roosevelt High School (RHS).
Inmediatamente, algunos miembros de la comunidad se preguntaron cómo era posible que Cedillo, el exconcejal, exasambleísta, exsenador y campeón de muchas batallas, particularmente para la comunidad latina e inmigrante, fuera reconocido si hacía apenas un año que algunos activistas y colegas pedían su renuncia del Concejo de Los Ángeles por su participación en dicha conversación.
Vivian Candy Tenamachi, organizadora y una de las fundadoras del Salón de la Fama de RHS, subrayó que ella conoce a Cedillo desde su infancia y era injusto que se tachara o acusara al exconcejal de racista y mucho menos que no se le reconociera todo el trabajo que ha hecho a lo largo de 50 años por la comunidad.
“Cedillo no es una persona racista”, dijo Vivian, de origen asiático y quien creció en Boyle Heights. “Yo escuché el audio varias veces y las reacciones están fuera de proporción. No puede ser posible que a una persona que tiene entre sus mejores amigos a personas de diferentes grupos minoritarios, se le califique como racista”.
Y es que uno de los grandes amigos con los que creció Cedillo fue Lynn Cain, un estudiante afroamericano que se había mudado de Mississippi a Boyle Heights donde crecieron en los mismos proyectos de vivienda y escuelas, incluso jugaron fútbol americano juntos antes de que Lynn fuera transferido a los Atlanta Falcons de la NFL.
El mismo día que Cedillo era inducido al Salón de la Fama de RHS, Castulo de la Rocha, Irene Esparza Portillo y Lynn Cain también estaban recibiendo el mismo reconocimiento por su gran contribución a la comunidad.
Lynn, de 68 años de edad, constantemente ha regresado a Boyle Heights a ser parte de proyectos y recaudación de fondos que ayudan a los jóvenes a salir adelante, incluso, su madre Sarah, quien también ayudaba mucho a la gente en el vecindario, recientemente se mudó de Boyle Heights.
El exfutbolista profesional dijo que conoce a Cedillo desde que iban a la escuela juntos y nunca han perdido conexión, al grado que ha regresado a Boyle Heights en el pasado para hacer campaña por su amigo.
“Cualquier persona que diga que Cedillo es racista, está muy equivocado, simplemente no lo conoce porque es un ser humano excepcional”, expresó.
Por su parte, Castulo de la Rocha de 74 años de edad y nacido en Chihuahua, México, dijo sentirse orgulloso de haber sido inducido al Salón de la Fama de RHS.
A Castulo le reconocieron su esfuerzo que ha hecho por llevar clínicas de salud Altamed a los más desprotegidos, particularmente a la comunidad hispana, con sus más de 70 clínicas en los condados de Orange y Los Ángeles.
“Estoy contento con lo que se ha hecho por la salud hasta hoy, pero sé que todavía hay mucho por hacer”, dijo Castulo, quien subrayó que era un honor servir como un buen ejemplo para las nuevas generaciones y representar a su comunidad positivamente.
Castulo expresó que conoce a Cedillo por más de 40 años y sabe de lo mucho que ha ayudado a la comunidad con sus legislaciones, así que tildarlo de racista o de una líder que no le importa la gente, sin ver el trabajo que ha hecho a lo largo de décadas, es absurdo.
“Lo conozco personalmente, es mi amigo, y conozco lo que ha hecho no solo para que la comunidad latina salga adelante, sino también para la afroamericana y las minorías en general”, expresó Castulo.
Agregó que lo que pasó con los audios fue un hecho desafortunado y que habría que considerar las circunstancias del momento, pero no solo condenar el hecho como se había hecho hasta ahora.
“Gil no tiene una onza de racista”, enfatizó. “Él es un campeón de nuestra gente y creo que es injusto que no se le reconozca el trabajo que ha hecho por las comunidades”.
Castulo se refería a que, en gran medida, se le debe a Cedillo el que hoy las personas sin documentos puedan obtener una licencia de conducir, y que los estudiantes nacidos fuera de EEUU, pero crecidos en California puedan ir a la universidad con financiamiento; además de su largo trabajo que inició desde los 16 años como activista, siempre defendiendo a la comunidad.
Sobre el incursionar al Salón de la Fama de RHS, Cedillo dijo que había sido uno de los más grandes e importantes reconocimientos que ha recibido a lo largo de su vida.
“Es uno de los grandes honores que nunca imaginé vivir”, dijo Cedillo. “Ser inducido al Salón de la Fama de Roosevelt te abraza y te compromete con la comunidad de dónde vienes. Además, es una validación al trabajo que he hecho a lo largo de mi vida y una confirmación que las decisiones tomadas han sido las correctas”.
Sobre los audios, Cedillo explicó a todos aquellos que tienen alguna preocupación sobre su carácter y sus valores como ser humano, que lean su historial de trabajo y no olviden que la historia importa y los hechos valen más que palabras.
El Salón de la Fama de RHS es un reconocimiento creado por la Fundación RHS en el 2013. El objetivo es honrar y reconocer los logros de los graduados de la preparatoria ubicada en el este de Los Ángeles, reconocer al personal y los contribuyentes, vivos y que hayan fallecido, pero que al final aportaron, son un orgullo e inspiración a la comunidad y la sociedad en general.
Este año además de Castulo de la Rocha, Gil Cedillo y Lynn Cain, Irene Esparza Portillo, finada, también fue inducida al Salón de la Fama de RHS
“Las personas que son inducidas al Salón de la Fama de RHS, es porque hicieron algo extraordinario en sus vidas”, dijo Vivian. “Son personas que con sus acciones ayudaron e hicieron la diferencia en la comunidad”.