Nueva York comenzará a realizar pruebas citomegalovirus en recién nacidos: de qué se trata
Los bebés en desarrollo pueden infectarse con el citomegalovirus cuando sus madres entran en contacto con él y al menos uno de cada 200 bebés nacidos en los Estados Unidos lo llega a padecer
Esta decisión representa un avance significativo en la protección de la salud de los bebés desde el momento de su nacimiento. Crédito: maxim ibragimov | Shutterstock
El 2 de octubre marca un hito importante en la atención médica de recién nacidos en el Estado de Nueva York, ya que se ha anunciado la incorporación provisional del cribado del citomegalovirus congénito (CMVc) al Programa de Detección de Recién Nacidos del estado.
Esta decisión ha sido tomada como parte de un programa piloto de un año de duración y representa un avance significativo en la protección de la salud de los bebés desde el momento de su nacimiento. Además, se ha logrado gracias al contrato otorgado por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver, lo que refleja el compromiso con la investigación y el cuidado de la salud infantil en Nueva York.
El CMVc es un virus común que afecta a una cantidad significativa de recién nacidos en los Estados Unidos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente uno de cada 200 bebés nacidos en el país está afectado por esta infección congénita.
El virus suele transmitirse a los bebés en desarrollo cuando sus madres entran en contacto con él durante el embarazo, lo que lo convierte en un problema de salud de relevancia nacional.
La incorporación de la detección del CMVc al Programa de Detección de Recién Nacidos en Nueva York es un paso importante para abordar este problema de salud pública. Si bien la mayoría de los bebés que contraen el CMVc permanecen sanos, aproximadamente el 10% de los bebés que dan positivo en las pruebas de cribado muestran síntomas al nacer.
Estos síntomas pueden incluir una tasa de natalidad baja, erupciones cutáneas, ictericia, microcefalia (una cabeza más pequeña de lo normal), convulsiones, daño a la retina y agrandamiento del hígado y el bazo. Es esencial detectar y tratar estos casos tempranamente para garantizar el bienestar de los bebés.
Además, se ha observado que entre el 10% y el 15% de los bebés con el virus desarrollarán pérdida de audición y/o visión, junto con otros síntomas que pueden surgir más adelante en la niñez. De hecho, el CMVc es la principal causa de pérdida auditiva no hereditaria en niños en los Estados Unidos, lo que subraya la importancia de su detección temprana y de proporcionar atención médica adecuada.
Una buena atención para los bebés
Cuando los recién nacidos den positivo en las pruebas de CMVc, serán remitidos a especialistas médicos para seguimiento y evaluaciones adicionales. Este enfoque multidisciplinario garantiza que se proporcione la atención indicada a los bebés afectados y que se puedan abordar las necesidades específicas de cada caso.
Sin embargo, es importante destacar que los padres tienen la opción de no incluir los resultados de las pruebas en los registros médicos de sus hijos, si así lo desean, completando un formulario específico para ello. Esta elección reconoce la importancia de la autonomía de los padres en las decisiones de atención médica de sus hijos.
El Programa de Detección de Recién Nacidos del Estado de Nueva York ha estado desempeñando un papel fundamental en la detección temprana de enfermedades en bebés desde su inicio en 1965. A lo largo de los años, el programa ha evolucionado y se ha expandido para incluir el cribado de más de 50 enfermedades diferentes.
Esta amplia gama de pruebas se realiza a los bebés mediante una pequeña punción en el talón entre las 24 y 36 horas después del nacimiento. La muestra de sangre obtenida se utiliza para identificar la posible presencia de alguna de las enfermedades incluidas en el programa.
La detección temprana de estas enfermedades es crucial para garantizar un tratamiento oportuno y efectivo, lo que a menudo conduce a mejores resultados de salud para los bebés. Esta atención proactiva es fundamental para prevenir complicaciones graves que podrían surgir si estas enfermedades no se identificaran y trataran a tiempo.
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