LAUSD ataca el ausentismo crónico
Autoridades escolares visitan a unas 4,000 familias para motivar a que los niños se presenten a la escuela; el superintendente Alberto Carvalho espera asistencia del 100% en 2026
Desde hace un año, Melissa Félix visita el hogar de la señora Dora Sandoval, para motivar a las hijas gemelas de ésta, a fin de que acudan con mayor regularidad a la secundaria Montemayor.
Melissa, el superintendente del LAUSD, Alberto Carvalho, Leonel Angulo, director de la escuela y otros directivos escolares visitaron personalmente la casa de la señora Sandoval, en Mount Washington para conocer de primera mano las razones por las cuales las niñas han faltado a la secundaria.
“Una de mis niñas sufre de dolores constantes e inflamación en el estómago que le causa dolor y la otra tiene síntomas de ansiedad”, reveló la madre jalisciense. “A las dos les van a hacer estudios más profundos”.
La señora Sandoval, quien es ama de casa, dijo que lo principal era que ella no sabía cómo motivar a sus hijas para que entendieran y estuvieran conscientes de que la vida es bonita, aunque no es fácil vivirla.
“¿Qué podemos hacer por ustedes y sus hijas?’, le preguntó el superintendente Carvalho, quien añadió: “En el sistema escolar tenemos recursos y apoyos para ustedes”.
Desde 2022 y en este año, funcionarios escolares, directores de escuelas, maestros, psicólogos, consejeros y más, han visitado aproximadamente 12,000 hogares de estudiantes con ausencias crónicas.
En el caso de las gemelas, el año pasado tuvieron un promedio de 40 faltas a clases, pero, gracias a la consejera de asistencia personal, Melissa Félix, ese número de ha reducido a la mitad.
California el estado con más problemas
Desde que comenzó la pandemia de Covid-19, la cifra de alumnos en todo Estados Unidos que son considerados crónicamente ausentes de las aulas, se ha duplicado a 13.6 millones. De ellos, 1.8 millones eran de California.
Las investigaciones del profesor Thoma S. Dee, de la Universidad de Stanford, señalan que, en California, el ausentismo crónico se disparó del 12%, antes de la pandemia, al 30% en 2022.
Los porcentajes revelados se traducen en alrededor de un millón de niños californianos crónicamente ausentes adicionales en comparación con el año anterior a la pandemia.
Thomas S. Dee indica que, para los estudiantes en un calendario escolar típico de 180 días, perderse el 10% del año escolar representa casi un mes: tiempo de aprendizaje perdido que agrava el desafío de ayudar a los estudiantes a recuperarse académica y emocionalmente de la pandemia.
“Las niñas necesitan un poco de motivación”, dijo la consejera Félix, sobre las gemelas de Mount Washington, quienes viven a 10 minutos de distancia de la secundaria Sotomayor, y a dos minutos de viaje en un automóvil.
Por su parte, Leonel Angulo, director de la secundaria Sotomayor Arts & Sciences Magnet que alberga a 641 estudiantes de sexto al decimosegundo grado, la asistencia diaria promedio es del 95%.
“En los casos más extremos [de ausentismo crónico)] tendremos a unos 20 a35 estudiantes”, dijo. “En muchos casos la gente tiene dos o tres trabajos para sobrevivir y no tiene tiempo para dedicárselo a sus hijos”.
“A algunos el dinero no les alcanza para comprar el mandado [la comida] porque todo está muy caro y eso crea ansiedad en las familias”.
Las visitas de los llamados Días de Extensión Estudiantil son parte de la iniciativa iAttend 20 del LAUSD, que tiene como objetivo reducir el ausentismo crónico y comprender las causas fundamentales del mismo en todo el distrito escolar.
“Como resultado de múltiples esfuerzos, niveles de estrategias y herramientas utilizadas, nuestra tasa de ausentismo crónico al final del año escolar fue del 36.5%”, dijo una portavoz del LAUSD, el segundo distrito escolar más grande de Estados Unidos, después de Nueva York, que atiende a unos 600,000 estudiantes,
“En estos momentos hemos disminuido el ausentismo crónico en un 10% adicional en el año escolar 2023-2024”, añadió. “Nuestro objetivo es fundamental, ya que brindamos un ambiente de aprendizaje seguro, tranquilo y acogedor dentro del contexto de la situación incierta de una familia, que afecta su vida, dentro como fuera del aula”.
Construir un camino equitativo
Elmer G. Roldán, director ejecutivo de Communities In Schools of Los Angeles (CISLA), dijo a La Opinion que, trabajando directamente dentro de 15 escuelas en Los Ángeles, “conectamos a los estudiantes con adultos comprensivos y recursos comunitarios que los ayudan a ver, confrontar y superar las barreras que se interponen entre ellos y un futuro mejor”.
“Juntos, construimos un poderoso movimiento de cambio formado por pares, estudiantes y exalumnos comprometidos con construir un camino equitativo hacia la educación para las generaciones futuras”.
CISLA es una afiliada independiente de Communities In Schools, la principal organización de prevención de la deserción escolar del país que ha demostrado mantener a los estudiantes en la escuela y en el camino hacia la graduación.
Lo que Roldán considera como las principales razones que afectan a los padres y estudiantes latinos con respecto al problema del ausentismo crónico es que: “La realidad es que las familias todavía se están recuperando de la pandemia y ajustándose a una nueva normalidad”.
“En las comunidades de las que CISLA forma parte, muchas familias no tienen acceso a trabajos que paguen lo suficiente para cubrir los costos de vida en Los Ángeles, como vivienda, cuidado infantil, alimentación, transporte, conexión adecuada a Internet y otras necesidades, todo lo cual afecta su capacidad de brindarles a sus hijos el apoyo adecuado para acceder plenamente a la mejor educación posible”.
En segundo lugar, agregó, la salud mental de los estudiantes sufrió mucho durante la pandemia y todavía se están recuperando.
“Los entornos escolares se ven muy diferentes hemos visto un aumento en el acoso físico y cibernético; las escuelas carecen de personal y les resulta difícil cubrir puestos de profesores y administradores escolares…. Los niños no están bien”.
De hecho, dio a conocer que un informe reciente del Centro para la Reinvención de la Educación Pública encontró que el 60% de las escuelas públicas informaron un aumento en las interrupciones de clases, y ocho de cada diez escuelas públicas informaron un retraso en el desarrollo conductual y socioemocional de los estudiantes causado por la pandemia.
“Desde la perspectiva de los estudiantes, todo parece inestable y me imagino que están menos inclinados a querer ir a la escuela”, subrayó. “Es por lo que Communities In Schools of Los Angeles (CISLA) construye relaciones con los estudiantes para garantizar que haya un adulto atento que los ayude a superar todo esto”.
La humanidad del problema
El Superintendente Alberto Carvalho, dijo a La Opinión que espera alcanzar el 100% de asistencia en el LAUSD para 2026.
“Esa meta es parte de nuestro plan estratégico y la realidad es que hemos mejorado dramáticamente”, manifestó. “Cuando yo llegué [el ausentismo crónico] era del 50% y ya lo reducimos bastante. No va a ser fácil, pero es posible”.
Para alcanzar el objetivo, -manifestó- es necesario hablar con los padres de familia y entender los problemas que están enfrentando, y después de ello, apoyarles con lo necesario en las escuelas y en el núcleo familiar de manera directa.
“En los hogares hay mucha ansiedad y eso es lo que transmiten los padres a los hijos; por eso es necesario ofrecerles consejería, servicios de salud mental, tener programas de arte y música para los niños, programas de ayuda extracurricular, para que disfruten la enseñanza y nos ayuden a avanzar hacia el 100% de asistencia”, aseguró.
Pero, ¿Qué hay de los estudiantes que viven en hogares de crianza o son desamparados?, se le preguntó.
“Esa es la población más difícil y de más alto riesgo. Lo puedo decir, porque cuando yo tenía 17 años viví en las calles y dormía debajo de un puente [en Miami]. Yo conozco la desesperación; la negligencia es muy alta y el dolor es muy serio”.
En estas condiciones tenemos más de 12,000 niños [en Los Ángeles] que enfrentan esas condiciones, y 400 de ellos viven en refugios…Tenemos recursos y consejeros especiales que hablan con los padres de familia y reciben apoyos especiales como transportación especifica, pero esos estudiantes representan a la comunidad más frágil y necesitan que un ángel les ayude”.
¿Cómo usted, que vino directamente a la casa de la señora Dora Sandoval?
“Todos tenemos un ángel. Yo he tenido varios; por mucho tiempo fui indocumentado y fue muy difícil…trabajaba en la construcción, en las fincas, haciendo todo lo que fuera posible para sobrevivir, y en Los Ángeles nuestros niños necesitan “ángeles” que los protejan, y por eso los estamos visitando en sus casas…aunque no lo creas, un político republicano me ayudó mucho a mí”.
Su mensaje fue alentador para la señora Sandoval, quien se mostró convencida de que sus gemelas aprovecharían la oportunidad que les brinda la vida para educarse y salir adelante en el futuro.
“Yo entiendo el dolor de las familias, porque lo viví, y aunque no nací en Los Ángeles [nació en Portugal] me siento parte de esta comunidad, que es mi familia, y miro a las personas no como maestro o superintendente, sino como un ser humano…Esa parte del proceso de enseñanza tiene que ver con la dedicación de los adultos por los niños…ver la humanidad en ellos”.
Al final de la visita al hogar de la señora Dora Sandoval, Carvalho le entregó una tarjeta de dinero, mientras que el director de la escuela Sotomayor le obsequió un paquete de útiles escolares para sus niñas gemelas.