Crean narrativas artísticas para apoyar a cuidadores y a los adultos mayores
Se deben contar historias sobre lo que significa dar y recibir amor; ser cuidado no es un trabajo fácil
Varias organizaciones a lo largo del país, buscan que se apoye más a los cuidadores de personas y mejorar el cuidado de los adultos mayores a través de diferentes narrativas y actividades artísticas que eduquen al público.
“Ser cuidador no es un trabajo fácil, requiere sacrificio. Si alguno de nosotros decide ser cuidador, debemos estar preparados contando historias básicas sobre lo que significa dar y recibir atención, dijo Benny Lai del Centro Nacional de Asia Pacífico sobre el Envejecimiento con sede en Seattle, pero con oficinas en Los Ángeles.
Durante la videoconferencia: “Cuidadores de Comunidades. Cómo se están elevando los artistas y activistas. Narrativas AAPI”, organizado por Ethnic Media Services, líderes de organizaciones que trabajan con adultos mayores hablan sobre las diferentes estrategias narrativas que han empleado para mejorar el cuidado comunitario de la población que envejece.
Kalani Tonga-Tukuafu, directora de Pasifika Enriching Arts of Utah (PEAU), un grupo de artistas y creadores de la comunidad de las Islas del Pacífico, dijo que en un sondeo de individuos que han sido cuidadores por cinco años encontraron que el 67% no tiene un entrenamiento formal y solo el 26% cuenta con el apoyo que necesitan.
“Esto es un indicativo de que el cuidado solidario necesita que los cuidadores se cuiden primero a sí mismos”.
Como parte de este esfuerzo, planean compartir historias de la comunidad en una serie de retratos que serán mostradas durante una exhibición de arte con la intención de cambiar la narrativa al humanizar a los isleños del Pacífico y dar al público en general un mayor entendimiento de lo que significa vivir en la diáspora.
Dijo que el evento incluirá un panel de artistas y miembros de la comunidad que compartirán sus experiencias con el servicio de cuidado de personas.
El impacto de la xenofobia
Carolyn Chou, directora del Asian American Resource Workshop, dijo que la falta de apoyo para los cuidadores tienen que ver con la xenofobia que muchos de las Islas del Pacífico enfrentan en su comunidad.
Para contrarrestar esto, llevaron a cabo entrevistas con cuidadores en la comunidad que participan en una serie de retratos que serán desplegados en las redes social y en una exhibición, ya que se buscan entender como la xenofobia ha impactado a la comunidad así como para crear puentes dentro del Valle de Utah.
“Muchos isleños del Pacífico son conocidos por tener un talento excepcional en el atletismo, el entretenimiento y su impecable comida; y estamos trabajando con la comunidad y con los medios de comunicación para desmantelar esas diferentes ideologías y que comprendan que somos mucho más que eso”.
Cuidar a la comunidad
Neeta Patel, directora ejecutiva interina de Asian Americans United, una organización comunitaria con 38 años de vida en Filadelfia, dijo que su proyecto es una historia sobre el cuidado de una comunidad que lucha para preservar y proteger un hogar y un tesoro cultural irreemplazable, que es el barrio chino de Filadelfia.
Explicó que es una historia sobre la tierra, la cultura y el uso del dinero para corromper a funcionarios del gobierno con el propósito de servir a los intereses de los súper ricos.
“Lo que está sucediendo es que tres promotores inmobiliarios multimillonarios anunciaron planes para construir de la nada un estadio en nuestro patio trasero que es un tesoro cultural de 150 años de antigüedad, el más antiguo de los barrios chinos que quedan en el país”.
Como resultado han creado una coalición intergeneracional y multirracial para defender la cultura y hacer retroceder el modelo de desplazamiento con fines de lucro que está afectando a las comunidades de todo el país y el mundo.
“Lo que está en juego es la existencia misma de nuestra comunidad que ha sobrevivido durante 150 años porque hemos luchado por ella Los barrios chinos de todo el país han sido amenazados y borrados por proyectos de desarrollo a gran escala. Y nuestra existencia también está en juego”.
El cuidado de nuestra familia
Lai del Centro Nacional de Asia Pacífico sobre el Envejecimiento dijo que han trabajado con la reconocida directora y productora, Risa Morimoto, para producir episodios sobre cómo dar el cuidado de los miembros de la familia.
“La mayor conclusión a la que he llegado es que el cuidado de los adultos mayores requiere sacrificio, empatía y comprensión. Espero que las historias resuene en todos, porque en un momento u otro necesitamos pensar en cómo brindar atención a las personas mayores en nuestras familias”.
Espacios de sanación
Dianara Rivera, directora de estrategia narrativa del Taller de Recursos Asiático-Americanos con sede en Boston, dijo que particularmente en estos tiempos de impacto político es imperativo crear espacios de sanación y construir poder.
“Existe una necesidad en los medios y en la narrativa dominante, de hacer ver que el cuidado en la mayoría de las comunidades marginadas es un asunto colectivo, inherentemente político”.
Así que se pusieron a brindar espacios de curación y crearon talleres de narración de historias para la comunidad queer y trans, incluso para la comunidad de las Islas del Pacífico con la idea de recopilar las historias de cómo cuidamos unos a otros,.
“Mucho tiene que ver con no pedir ayuda, pero se trata de ayudar a los demás con fuerza, y hay muchas personas les gusta cuidar”.
Dijo que esperan archivar todas las historias en espacios que se conviertan en narrativas de curación profunda que ayuden a comprender el cuidado colectivo y comunitario.
Historias de alegría
Jessica Eckerstorfer, codirectora ejecutiva del Proyecto SEAD, dijo que Twin Cities es el hogar de más de 1000 miembros de la diáspora que surgió tras la Guerra de Vietnam y el patrocinio de las iglesias luteranas en Minnesota que apoyaron a muchas familias que llegaron.
“Así que nuestro proyecto se centra en historias de alegría con nuestros mayores que recopilan y preservan nuestras historias y nos permite conectarnos con nuestros países de origen, aprender de nuestro pasado y mantener vivas las voces de nuestro pueblo para las generaciones venideras”.
Dijo que para eso, los ancianos de su comunidad de la diáspora se reunieron para compartir sus historias, lo que les permite celebrar su humanidad.
“Sabemos que nuestro pueblo es más que la guerra que lo trajo aquí. En nuestra nueva colección Plantando semillas, Conociendo nuestra Alegría, honramos a aquellos miembros de la familia que nos han formado, celebramos sus voces y escuchamos de ellos”.