La Corte Suprema de Texas decidirá si puede autorizarse o no el aborto en embarazos de riesgo
Un grupo de personas pidió al máximo tribunal de Texas que proteja a los médicos que practican abortos cuando, según su criterio médico de buena fe, son necesarios para salvaguardar la vida o la salud de la madre
La Corte Suprema de Texas escuchó el martes los argumentos en un caso histórico que podría afectar la forma en que se aplica la ley estatal que restringe al máximo el derecho al aborto y que se está aplicando aunque existan embarazos médicamente complicados que pueden poner en peligro la salud o la vida de las embarazadas.
Un grupo de médicos y mujeres llevaron el caso ante el tribunal supremo del estado porque no pudieron practicar o recibir abortos por temas de salud ante las restricciones existentes.
La jueza de distrito estatal Jessica Mangrum dictaminó en agosto que la prohibición casi total del aborto en Texas no puede aplicarse en casos que impliquen embarazos complicados, incluidos diagnósticos fetales letales y falló a favor de los 22 demandantes y confirmó que las mujeres que testificaron en la vista judicial deberían haber recibido servicios de aborto.
Por tanto emitió una orden judicial que bloqueaba las prohibiciones del aborto en Texas que se aplican a personas embarazadas con complicaciones peligrosas del embarazo, aclarando que los médicos pueden usar su propio criterio profesional para determinar cuándo brindar atención de aborto en esas situaciones.
Pero el estado de Texas apeló inmediatamente el fallo, impidiendo que entrara en vigor y ahora es la Corte Suprema de Texas la que tendrá que decidir si confirma o no el fallo.
La ley de Texas permite abortos sólo cuando es necesario para salvar la vida de la paciente embarazada. Pero esta demanda, presentada por el Centro de Derechos Reproductivos en marzo, afirma que los médicos no están seguros de cuándo se aplica la excepción médica, lo que provoca retrasos o denegación de atención.
Molly Duane, abogada principal del Centro de Derechos Reproductivos, afirmó que en los últimos dos años las prohibiciones del aborto surgidas en el estado después de que el Tribunal Supremo anuló la sentencia Roe vs Wade que protegía el derecho al aborto en la nación, han sido catastróficas para pacientes y médicos.
“Someten a médicos como mis clientes a las penas más extremas imaginables, cadena perpetua y pérdida de su licencia médica. Y aunque técnicamente existe una exención médica, nadie sabe lo que significa y el estado no nos lo dirá”, dijo Duane a los jueces el martes.
La demanda pide específicamente al Supremo estatal que defina qué circunstancias califican como una “emergencia médica”, a la vez que solicita al tribunal que se le permita los médicos usar su propio criterio profesional sin temor a ser penalizados.
A comienzos de este año varias mujeres denunciaron al estado de Texas porque se les negó el acceso al aborto pese a que los fetos eran inviables.
Algunas incluso sufrieron graves consecuencias de salud ya que los médicos decidieron esperar a que el corazón del feto dejara de latir, como marca la ley.
“Mis clientes, tanto médicos como pacientes, no tuvieron más remedio que acudir a los tribunales para pedir una aclaración y la demanda que presentamos es bastante limitada. Sólo buscamos una aclaración de lo que significa la ley”, precisó Duane.
En el marco de este recurso al Supremo, el pasado 20 de noviembre se presentó un escrito amicus curiae en nombre de 40 empresas e individuos líderes de Texas en apoyo de la posición de los demandantes.
El informe sostiene que las incertidumbres en torno a las prohibiciones del aborto en Texas están teniendo un impacto negativo en la economía del estado, con una pérdida estimada de ingresos de $14,500 millones de dólares cada año.
“Sabemos que las personas abandonan el estado de Texas porque no sienten que sea seguro continuar con un embarazo dentro de este estado. Los médicos se van de Texas y la gente está rechazando ofertas de trabajo porque no quieren mudarse aquí”, explicó Sarah Cummings, una de las abogadas que presentó el escrito.
“También sabemos que la gente está optando por no traer sus negocios a Texas. Hay un ejemplo en nuestro informe de una mujer que vive en Massachusetts que tenía 19 semanas de embarazo y canceló un viaje de negocios a Texas porque temía que si estaba aquí y necesitaba tratamiento de emergencia, no podría recibirlo ni siquiera durante un breve viaje de negocios”, explicó.
Texas es uno de los estados con leyes más restrictivas con respecto a la interrupción voluntaria del embarazo, siendo la única causa justificable para practicarlo después de las 5 semanas de embarazo cuando la vida de la madre esté en riesgo.
De acuerdo con datos de la organización Guttmacher Institute, el acceso al aborto ha sido eliminado parcial o totalmente en 21 estados, incluyendo Texas, Florida, Alabama, Georgia, Kentucky y Carolina del Norte.
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