Una niñera de Ohio se declaró culpable de matar a golpes a uno de los menores que cuidaba

Una niñera de 38 años en Ohio podría pasar varios años tras las rejas, por la muerte de un niño de 21 meses que falleció de un traumatismo craneoencefálico mientras estaba bajo su cuidado el año pasado.

Kori A. Seavers se declaró culpable bajo la petición Alford de un cargo de homicidio involuntario, un cargo de poner en peligro a niños y un cargo de agresión criminal por la muerte de William Bova, según muestran los registros judiciales consultados por el sitio Law&Crime.

Una declaración Alford permite a una persona mantener su inocencia, y al mismo tiempo admitir que el estado probablemente tenga pruebas suficientes para una condena.

Según un informe del Sandusky Register, los agentes del Departamento de Policía de Freemont respondieron el 20 de septiembre de 2022 a una llamada sobre un niño pequeño que no respondía en una casa ubicada en el 600 de Sixth Street.

Seavers, quien realizó la llamada de emergencia, era residente de la casa y había estado dirigiendo una guardería desde esa propiedad, cuidando a varios niños diariamente. En ese momento, ella también estaba cuidando a la hermana de 4 años de la víctima, entre otros menores.

Una vez que los socorristas llegaron encontraron al niño inconsciente, por lo que fue trasladado a un hospital en Toledo para recibir tratamiento, donde William sucumbió a sus heridas y fue declarado muerto el 24 de septiembre.

En una entrevista con los investigadores, Seavers dijo a las autoridades que ese mismo día había dejado a William desatendido durante unos dos minutos mientras le preparaba un biberón. Cuando regresó, le cambió el pañal y luego lo sentó.

Poco después, la mujer afirmó que el niño “cayó hacia adelante con la cara en el suelo”. Según los informes, ella dijo que cuando lo levantó, él estaba completamente flácido y sin responder, lo que la llevó a llamar al 911.

Médicos contradicen la versión de la niñera

La niñera dijo a las autoridades que ese comportamiento autodestructivo era típico de William, lo que los familiares del niño dijeron que era cierto. Sin embargo, los médicos que trataron al niño opinaron que sería casi imposible que él mismo se hubiera causado sus propias lesiones.

“Nunca había visto lesiones tan graves causadas por la caída de un niño”, dijo uno de los médicos de la víctima a los agentes de policía de Fremont, según WTOL, afiliada de la CBS de Toledo, Ohio.

Según los informes, el niño sufrió una hemorragia en la cavidad entre el cráneo y el cerebro, una hemorragia retiniana “extensa” en ambos ojos y un desplazamiento de su cerebro. Su condición era tan grave que los médicos colocaron a William en coma inducido.

Los médicos dijeron a la policía que era muy poco probable que las heridas de William pudieran haber sido autoinfligidas, ya que no había sufrido ninguna contusión ni traumatismo en la parte exterior de la cabeza, lo que llevó a los doctores a describir su muerte como “no accidental” y “consistente con una sacudida”.

Está previsto que Seavers comparezca nuevamente ante el tribunal el 24 de enero para su audiencia de sentencia.

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