Embarazo ectópico: una mujer visitó al médico por un dolor abdominal y un bebé crecía en su intestino

Una mujer sorprendentemente descubre un embarazo abdominal de 23 semanas, con el feto creciendo en su cavidad abdominal, una forma rara de embarazo ectópico. A pesar de los riesgos, los médicos logran dar a luz al bebé a las 29 semanas, resultando en un desenlace positivo tanto para la madre como para el recién nacido

Embarazo ectópico: una mujer visitó al médico por un dolor abdominal y un bebé crecía en su intestino

Crédito: H_Ko | Shutterstock

Una mujer de 37 años, residente en la Isla de la Reunión, cerca de Madagascar y Mauricio, experimentó un asombroso suceso médico al descubrir que después de quejarse de un dolor abdominal persistente estaba embarazada de 23 semanas, con el feto creciendo en su cavidad abdominal.

Los médicos diagnosticaron un embarazo abdominal que se trata de una forma rara de embarazo ectópico, en la que el feto se desarrolla fuera del útero y en este caso fue en la cavidad peritoneal. Este fenómeno aunque extremadamente raro logró sorprendentemente un desenlace positivo para la madre y el bebé, según la publicación en New England Journal of Medicine.

La mujer llegó al médico quejándose de un dolor abdominal persistente que había durado diez días, acompañado de una hinchazón gradual. Los exámenes revelaron que el feto estaba creciendo en su cavidad abdominal, entre el estómago y el intestino, una condición conocida como embarazo abdominal.

Los embarazos ectópicos, en los que el feto se desarrolla fuera del útero, son generalmente complicados y a menudo fatales para el bebé. Sin embargo, en este caso, los médicos lograron llevar el embarazo a las 29 semanas y, finalmente, dar a luz al bebé.

En esta anomalía en el abdomen, según los médicos, representan menos del dos por ciento de todos los embarazos ectópicos en Estados Unidos. Este fenómeno ocurre cuando el feto comienza a crecer en lugares inusuales, como las trompas de Falopio o los ovarios, lo que puede resultar en graves complicaciones y la necesidad de intervención médica.

La clave es el diagnóstico temprano

El diagnóstico temprano y el seguimiento cuidadoso fueron esenciales en este caso único. La madre fue aconsejada por los médicos a esperar hasta la semana 29 para dar a luz, mejorando así las posibilidades de supervivencia del bebé.

Aunque los bebés son viables fuera del útero a partir de las 24 semanas, la tasa de supervivencia es significativamente menor, mientras que a las 29 semanas, la supervivencia aumenta al 80-90 por ciento.

Para garantizar la salud de la madre y el bebé, se realizó una cesárea, haciendo una incisión en el abdomen para extraer al recién nacido. Posteriormente, la madre fue sometida a una cirugía para permitir la eliminación segura del resto de la placenta.

Los riesgos asociados con los embarazos ectópicos, especialmente aquellos en el abdomen, son elevados. En general, la probabilidad de muerte del feto en casos de embarazo abdominal puede alcanzar hasta el 90 por ciento, y los casos de supervivencia a menudo presentan defectos de nacimiento o daño cerebral en hasta un 20 por ciento de los casos.

El emocionante desenlace positivo de este caso subraya la importancia de la detección temprana, el monitoreo cuidadoso y la intervención médica especializada en situaciones médicas excepcionales. Ambos, la madre y el bebé, fueron dados de alta después de un período de recuperación y seguimiento, ofreciendo un rayo de esperanza en el campo de los embarazos complicados y poco comunes.

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