Congresistas hispanos y defensores de inmigrantes critican proyecto del Senado sobre la frontera e inmigración
Decenas de organizaciones civiles y algunos congresistas hispanos expresaron su rechazo al proyecto bipartidista de ley sobre inmigración, el cual contempla restricciones en peticiones de asilo, deportaciones aceleradas y autorizar al presidente cerrar la frontera con México
Al considerar que aumenta restricciones y políticas de castigo, algunos congresistas hispanos se sumaron a decenas de organizaciones que defienden a inmigrantes, para criticar el proyecto bipartidista del Senado que incluye acciones en la frontera e inmigración.
El proyecto es respaldado por el presidente Joe Biden, pero desde que se revelaron algunos aspectos del plan hace semanas diversas voces se han alzado en contra, incluso por no incluir a ningún miembro del Caucus Hispano del Congreso (CHC) en las negociaciones.
Una de las voces que critican el plan es el senador Alex Padilla (California), quien apuntó que parte del plan contempla una “nueva versión de una fallida política” en asuntos migratorios del expresidente Donald Trump.
Además de que las restricciones de asilo propuestas podrían estar violando acuerdos internacionales, aunado a que el proyecto de ley –que forma parte del paquete de seguridad nacional de $118,000 millones—no integra protecciones permanentes a ciertos inmigrantes, incluidos ‘dreamers’.
“El acuerdo incluye una nueva versión de una fallida política de inmigración de la era Trump que causará más caos en la frontera, no menos. Está en conflicto con nuestros tratados y obligaciones internacionales de brindar a las personas la oportunidad de solicitar asilo”, dijo Padilla en un comunicado el domingo en la noche. “No aborda las causas profundas de la migración. Y no brinda alivio a los dreamers, los trabajadores agrícolas y otros residentes indocumentados de largo plazo de nuestro país”.
Padilla, quien preside el Subcomité Judicial sobre Inmigración, Ciudadanía y Seguridad Fronteriza, dijo que ha intentado en varias ocasiones lograr un acuerdo de inmigración bipartidista, pero agregó que no se puede pensar en ayudar a aliados –en referencia a Ucrania e Israel— afectando programas de protección migratoria.
“Es fundamental que apoyemos a nuestros aliados en su lucha por defender la democracia y brindar ayuda humanitaria, pero no a expensas de desmantelar nuestro sistema de asilo y, en última instancia, no lograr aliviar los desafíos en nuestra frontera”, consideró.
Un plan de $20,000 millones
El proyecto de ley del Senado sobre seguridad nacional es un paquete amplio que incluye $20,000 millones de dólares para incrementar la seguridad en la frontera contra inmigración irregular y tráfico de drogas.
Además establece nuevas restricciones sobre peticiones de asilo y procesamientos acelerados de deportación, aunque también considera beneficios para trabajadores con visas H-1B.
En un tenor similar al del senador Padilla se expresó el representante Raúl Grijalva (Arizona), quien consideró que el Senado tuvo la oportunidad de avanzar en una reforma migratoria “humanitaria”.
“El proyecto de ley duplica las medidas punitivas que se parecen como una lista de deseos republicanos extremos llena de políticas de inmigración fallidas de la era Trump”, consideró. “Estoy decepcionado de que se haya perdido el tiempo en lo que podría haber sido un intento productivo de crear una verdadera reforma migratoria”.
Grijalva destacó que, a pesar de las acciones punitivas en el proyecto, los republicanos en la Cámara han adelantado que no apoyarán el proyecto.
“El presidente de la Cámara [Mike] Johnson y la mayoría extrema republicana de la Cámara de Representantes han declarado que el proyecto de ley está ‘muerto a su llegada’, lo que demuestra el punto de que quieren usar la inmigración como una cuña de campaña política en las elecciones de 2024” consideró.
Rechazo de organizaciones civiles
La Asociación Nacional para Nuevos Americanos (NPNA, en inglés), una coalición de 70 organizaciones, también criticó el proyecto de ley, al considerar que incluye “políticas punitivas contra el asilo, la inmigración y la detención que criminalizan la inmigración”.
“Este proyecto de ley no tiene futuro”, consideró Nicole Melaku, directora ejecutiva de NPNA. “Apoyamos a nuestros miembros y socios de campo para oponernos a este proyecto de ley e instamos a nuestros miembros del Congreso a rechazar este proyecto de ley y priorizar soluciones de financiamiento que apoyen políticas acogedoras y vías viables de inmigración”.
También la organización UnidosUs se pronunció en contra, destacando las acciones de castigo para inmigrantes.
“Queremos expresar nuestra profunda decepción con el acuerdo fronterizo bipartidista alcanzado en el Senado… con el apoyo de la Administración Biden”, dijo Janet Murguía, presidenta y directora ejecutiva de UnidosUS. “Además de sus medidas duras e inviables en la frontera, el plan no hace nada para resolver el estatus de los indocumentados de largo tiempo, que son nuestros familiares, compañeros de trabajo, compañeros de escuela y vecinos”.
Al considerar que el acuerdo no representa una reforma migratoria integral y de larga duración, la directora ejecutiva de Immigration Hub, Kerri Talbot, reconoció la disposición de senadores de ambos partidos de avanzar.
“El acuerdo… ofrece medidas temporales para un sistema de inmigración que necesita urgentemente soluciones audaces y duraderas que inviertan plenamente en la modernización de nuestra infraestructura fronteriza y un camino hacia la ciudadanía para los dreamers y millones de familias inmigrantes trabajadoras en nuestra nación”, dijo. “Si se promulga, el proyecto de ley restringiría severamente la capacidad de buscar asilo en la frontera de Estados Unidos”.