Aborto en EE.UU.: embriones congelados son considerados niños en Alabama
En alabama los embriones congelados ahora serán considerados como niños, un fallo que surge a raíz de casos de apelación presentados por tres parejas cuyos embriones congelados fueron accidentalmente destruidos en una clínica reproductiva
La Corte Suprema de Alabama ha dictaminado que los embriones congelados deben ser considerados como niños, basándose en el lenguaje antiaborto insertado en la Constitución estatal en 2018 sobre los “derechos del feto”. Este fallo histórico ha generado preocupaciones sobre el futuro de la fertilización in vitro (FIV) y otros cuidados médicos relacionados con la reproducción en el estado y más allá.
El hospital más grande de Alabama, el Sistema de Salud de la Universidad de Alabama en Birmingham, ha tomado medidas drásticas suspendiendo los tratamientos de FIV mientras evalúa el impacto de esta decisión judicial.
En una declaración oficial, expresaron su pesar por el impacto que esto tendrá en los intentos de los pacientes de concebir a través de la FIV, pero subrayaron la necesidad de considerar las implicaciones legales para el personal médico y los pacientes.
El fallo surge a raíz de casos de apelación presentados por tres parejas cuyos embriones congelados fueron accidentalmente destruidos en una clínica reproductiva en Mobile, Alabama.
La Corte Suprema de Alabama, en una votación de 7 a 2, determinó que las parejas afectadas ahora tienen derecho a demandar a la clínica por muerte por negligencia, estableciendo así un precedente legal significativo en el estado.
Lenguaje antiaborto
El presidente del Tribunal Supremo de Alabama, Tom Parker, fundamentó parte de la decisión en el lenguaje antiaborto incorporado a la Constitución estatal en 2018, citando versículos bíblicos y argumentando que “incluso antes de nacer, todos los seres humanos tienen la imagen de Dios, y sus vidas no pueden ser destruidas sin borrar su gloria”. Esta justificación ha desatado un intenso debate sobre la intersección entre la religión, la ética y el derecho en el ámbito de la medicina reproductiva.
El fallo ha suscitado preocupación entre los defensores de los derechos reproductivos y los expertos en infertilidad. Barbara Collura, presidenta del grupo de defensa de pacientes de infertilidad RESOLVE, advirtió sobre las posibles implicaciones a largo plazo de esta decisión, señalando que podría generar temor en todo el país sobre la posibilidad de que otros estados adopten medidas similares.
Angela Granger, una paciente de FIV que había considerado regresar a Alabama para tratamientos futuros, expresó su preocupación y falta de confianza en el clima legal actual. “Simplemente no confío en lo que está pasando para poder regresar en este momento“, dijo. Este sentimiento de incertidumbre se ha extendido entre muchos pacientes y profesionales médicos que temen las repercusiones de esta decisión en el acceso a la atención médica reproductiva.
A medida que la comunidad médica y legal evalúa las implicaciones de este fallo histórico, queda claro que su impacto se sentirá no solo en Alabama, sino en todo el país. La lucha por el acceso a la FIV y otros tratamientos de fertilidad ha tomado un giro significativo, y el debate sobre los derechos del feto y el equilibrio entre la ética médica y la religión continúa en el centro de la discusión pública.
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