Reactivar tu entrenamiento físico puede ser muy retador después del Covid o RSV: expertos
El Covid, el Visrus Sicitial Respiratorio (VSR) y la influenza son enfermedades más graves que requieren un enfoque reflexivo para reanudar el ejercicio
El compromiso con una rutina de ejercicio puede ser desafiante, especialmente cuando una enfermedad como el Covid-19, el virus respiratorio sincitial (VSR) o la influenza interrumpen nuestros planes. Ya sea que seas un principiante en el fitness o un atleta experimentado, la pregunta clave es cómo reanudar de manera segura tu régimen de ejercicios una vez que te hayas recuperado por completo.
Según el Dr. RJ Turner, médico de atención primaria y medicina deportiva de UTHealth Houston, las infecciones virales como el Covid-19, el VSR y la influenza pueden causar inflamación en todo el cuerpo, lo que potencialmente afecta al corazón y los pulmones. Por lo tanto, es crucial tomarse el tiempo necesario para una recuperación completa.
Para aquellos que son mayores o tienen condiciones de salud subyacentes, como diabetes o presión arterial alta, el proceso de recuperación puede ser más prolongado y requerir precauciones adicionales.
Además, el período de inactividad durante la enfermedad puede provocar una pérdida significativa de fuerza muscular, lo que hace que el regreso al ejercicio sea aún más delicado.
Planificación del regreso
Independientemente del virus que hayas enfrentado, se recomienda esperar al menos de cinco a siete días después de recuperarte antes de volver al gimnasio. Además, debes poder realizar tus actividades diarias sin experimentar fatiga excesiva, según Turner. Aquellos que hayan experimentado síntomas relacionados con el corazón o los pulmones deben consultar a su médico antes de reanudar el ejercicio.
Una vez que obtengas la aprobación médica para reanudar tus entrenamientos, es importante comenzar con calma. Turner sugiere calcular tu frecuencia cardíaca máxima y mantenerla por debajo del 70% al principio, considerando esto como ejercicio ligero.
Para determinar tu frecuencia cardíaca máxima, resta tu edad a 220 y luego calcula el 70% de esa cifra. Por ejemplo, si tienes 40 años, tu frecuencia cardíaca máxima sería de 180 latidos por minuto (220 menos 40). Por lo tanto, tu frecuencia cardíaca debería mantenerse por debajo de 126 latidos por minuto inicialmente.
Consejos prácticos
Marisella Villano, entrenadora personal certificada, aconseja comenzar con caminatas suaves durante los primeros 10 días posteriores a la recuperación antes de aumentar gradualmente la intensidad del ejercicio. Es fundamental no intentar alcanzar el nivel de actividad previo a la enfermedad de inmediato, sugiriendo reducir las cargas de trabajo en al menos un 10% o 15%.
Villano destaca la importancia de entender que las ganancias en el ejercicio son acumulativas, y reducir la carga de trabajo inicialmente no significa perder los logros obtenidos anteriormente. Controlar cómo te sientes durante el ejercicio es fundamental; cualquier señal de malestar, como aumento del ritmo cardíaco, irregularidades cardíacas o dolor en el pecho, debe ser motivo para detenerse y buscar orientación médica.
Además, mantenerse bien hidratado y consumir alimentos nutritivos es esencial tanto durante la enfermedad como durante el período de recuperación. Turner enfatiza que un cuerpo bien nutrido tiene mejores defensas contra las infecciones y puede recuperarse más rápidamente.
Si bien la vuelta al ejercicio después de una enfermedad puede ser desafiante, es fundamental priorizar la salud y la seguridad durante el proceso de recuperación. A largo plazo, mantener una rutina de ejercicio regular puede fortalecer el sistema inmunológico y reducir el riesgo de enfermedades futuras.
Como señala Turner, una buena salud física puede marcar la diferencia en la gravedad de cualquier enfermedad futura. En última instancia, la paciencia y la precaución son clave para garantizar una recuperación exitosa y un retorno seguro a la actividad física.
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