El ejercicio de alta intensidad aumenta la calidad de la leche materna humana
Una hormona llamada adiponectina regula el metabolismo del cuerpo para asegurar el suministro de energía y sustancias que el cuerpo necesita para funcionar. Es probable que esta hormona cause algún efecto en funcionamiento del metabolismo de los niños
Desde tiempos inmemoriales, las mujeres han amamantado a sus hijos, pero sorprendentemente, la investigación científica sobre cómo el ejercicio afecta la leche materna ha sido escasa. Este vacío de conocimiento ha llevado a una multitud de preguntas entre las mujeres embarazadas y las madres primerizas en los foros en línea.
La investigadora Trine Moholdt de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU), líder en varios proyectos de investigación sobre el impacto del ejercicio en la salud, está abordando estas preguntas. Recientemente, Moholdt recibió un financiamiento considerable para explorar si el ejercicio materno puede influir en la salud de los bebés a través de la composición de la leche materna.
“El objetivo principal de nuestra investigación es descubrir si podemos limitar el desarrollo de sobrepeso en los niños”, afirma Moholdt. Con 39 millones de niños menores de cinco años con sobrepeso u obesidad, según la Organización Mundial de la Salud, comprender cómo la nutrición temprana, incluida la leche materna, afecta el riesgo de obesidad es crucial.
¿Hay una conexión entre la lactancia y el sobrepeso infantil?
El estudio de Moholdt, que involucra a veinte nuevas madres, examina cómo el ejercicio afecta la composición de la leche materna. Tras dos sesiones de ejercicio, se encontró un cambio notable en la concentración de una hormona llamada adiponectina. Esta hormona, crucial para regular el metabolismo y prevenir la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2, parece aumentar en la leche materna después de sesiones de ejercicio intensas.
“El ejercicio intenso produce una mayor respuesta”, dice Moholdt, destacando que el ejercicio moderado no tuvo el mismo efecto en la hormona. Estos hallazgos sugieren que el tipo de ejercicio desempeña un papel crucial en la composición de la leche materna y, por ende, en la salud metabólica del bebé.
La conexión entre la lactancia materna y la prevención del sobrepeso infantil ha sido objeto de investigación durante mucho tiempo. La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida debido a sus múltiples beneficios, incluida una menor probabilidad de obesidad en la infancia.
Sin embargo, esta nueva investigación sugiere que la composición de la leche materna puede variar según el índice de masa corporal de la madre, lo que podría influir en el riesgo de obesidad del niño.
“Ahora tenemos el primer resultado de todo el trabajo que estamos haciendo, y hay muchos más resultados en camino”, dice Moholdt con entusiasmo. Este descubrimiento podría allanar el camino para intervenciones específicas, como el ejercicio materno, para prevenir la obesidad infantil desde una etapa tan temprana como la lactancia materna.
Aunque estos hallazgos son prometedores, Moholdt enfatiza la necesidad de más investigaciones en esta área. Con un mayor entendimiento del impacto del ejercicio en la composición de la leche materna, los profesionales de la salud podrían ofrecer recomendaciones más específicas para las madres que desean optimizar la salud de sus hijos desde el principio.
Sigue leyendo: