Células madre pueden recuperar tejidos de la médula espinal
Un ensayo clínico eveló que las células madre derivadas de la grasa propia pueden mejorar de forma segura la sensación y el movimiento en personas con lesiones traumáticas de la médula espinal, desafiando la creencia anterior de que estas lesiones son irreparables
Un innovador ensayo clínico de fase 1 ha dado un rayo de esperanza a personas con lesiones traumáticas de la médula espinal al revelar que las células madre derivadas de la grasa del propio paciente pueden mejorar de manera segura la sensación y el movimiento.
Este avance desafía la antigua creencia de que estas lesiones son irreparables y podría transformar radicalmente los tratamientos disponibles para quienes sufren de ellas.
En el estudio publicado en NeurosCience, siete de cada diez adultos mostraron mejoras mensurables en la Escala de Deterioro de ASIA después de recibir terapia con células madre. Esto se tradujo en una mayor sensación, fuerza muscular y una mejor función intestinal, todo sin efectos secundarios graves.
Estos resultados sugieren un cambio de paradigma en el tratamiento de las lesiones de la médula espinal, ofreciendo nuevas esperanzas para aquellos que anteriormente tenían opciones limitadas de recuperación.
Los hallazgos de este ensayo clínico, publicados en Nature Communications, son especialmente significativos dado que la médula espinal tiene una capacidad limitada para repararse a sí misma.
Las mejoras observadas en los pacientes sugieren que las terapias con células madre podrían desempeñar un papel crucial en la recuperación de las funciones motoras y sensoriales perdidas debido a lesiones traumáticas.
El estudio, liderado por el Dr. Mohamad Bydon y su equipo de Mayo Clinic, evaluó a diez adultos con lesiones de la médula espinal causadas por accidentes automovilísticos, caídas y otros eventos traumáticos.
Recolección de células madre
La terapia consistió en la recolección de células madre de la grasa del paciente, que luego se ampliaron en el laboratorio antes de ser inyectadas en la columna lumbar. Durante dos años, cada participante fue evaluado en diez ocasiones para monitorear su progreso.
Los resultados fueron alentadores: siete participantes experimentaron mejoras en la función sensorial y motora según la escala ASIA, que evalúa la gravedad de las lesiones de la médula espinal. Esto incluyó una mayor sensación al ser sometidos a pruebas de pinchazo y toque ligero, así como una mejora en la fuerza muscular y la función intestinal.
Lo más sorprendente fue que dos pacientes que recibieron células madre más de un año después de sus lesiones también experimentaron mejoras significativas.
Este hallazgo desafía aún más la idea convencional de que la recuperación de la médula espinal se detiene después de cierto tiempo, abriendo nuevas posibilidades para aquellos que podrían haber sido considerados fuera de la ventana de tratamiento.
A pesar de estos resultados, queda mucho por entender sobre el mecanismo exacto mediante el cual las células madre interactúan con la médula espinal. Sin embargo, los investigadores están entusiasmados con el potencial de esta terapia y están ansiosos por continuar con ensayos controlados más grandes para evaluar su eficacia en una población más amplia de pacientes.
El Dr. Bydon enfatiza la importancia de este trabajo en el campo de la medicina regenerativa, señalando que incluso una mejora leve en la función puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida de los pacientes con lesiones de la médula espinal. Este avance representa un paso adelante en la búsqueda de tratamientos más efectivos y esperanzadores para quienes enfrentan esta afección debilitante.
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