Cada vez hay más obesos en EE UU, qué hacer frente a la fobia al sobrepeso
Mientras crece el número de personas con sobrepeso y obesas, hay una cultura que exige que seamos delgados
Los estadounidenses están engordando: un tercio de los residentes se consideran con sobrepeso según los estándares tradicionales del Índice de Masa Corporal; y dos de cada cinco adultos son obesos.
Mientras tanto, alrededor del 20% de los niños tienen sobrepeso o son obesos.
El creciente aumento de peso se da en medio de una cultura que exige la delgadez, ya que nuevos medicamentos para bajar de peso promovidos por celebridades y personas influyentes afirman que cualquiera puede estar delgado.
Durante la videoconferencia “¿Podremos escapar alguna vez de nuestra fobia a la obesidad? organizada por Ethnic Media Services, los participantes hablaron del estigma que la rodea.
La doctora Susie Orbach, psicoterapeuta psicoanalítica y autora de “Fat is a Feminist Issue” (La grasa es una cuestión feminista) dijo que escribió en libro en 1978, en una época de liberación de la mujer, en la que enfrentaban dificultades para tomar su lugar en el mundo.
“La idea de la gordura daba mucho miedo a la gente, como si de alguna manera te excluyera de la cultura. El libro fue un llamado a no tener miedo al apetito y a la comida, y a tirar las dietas”.
Dijo que ella misma lo experimentó y despertaba cada mañana juzgándose y asustada de su apetito.
“Mucha gente me decía que esa era su experiencia ya sea que vivieran en la comunidad afroamericana, italiana o irlandesa-inglesa”.
La doctora Orbach consideró que el cuerpo se ha convertido en una de las grandes industrias secretas.
“El capitalismo ha llegado no sólo a nuestros cuerpos, sino también a las feministas de todo el mundo. Está deconstruido, ha atacado a otras culturas cuyas formas corporales pueden ser muy diferentes”.
Y recordó un experimento que se hizo en Fiji, en los 90, concluyó que el 11.9% de las adolescentes estaba obsesionada con los inodoros y la bulimia porque querían un cuerpo occidental y no percibían la bulimia como algo negativo.
Dijo que tenemos que dejar de decir a la gente que se ve muy bien cuando han perdido peso.
“Tenemos que comenzar a disfrutar a la gente con sus características; atrevernos a decir ya hemos tenido suficiente y consumir comida real y reconocer no solo los apetitos físicos sino emocionales y responder a ellos”.
Jasmyne Cannick, comentarista de temas raciales, políticos y sociales, dijo que ella es una mujer afroamericana con sobrepeso.
“Trabajo en la política y con los medios, y la gente me dice, necesitan tener tu propio programa de televisión, y yo les digo que estoy muy gorda para eso, y que los presentadores y reporteros necesitan mirarse de cierta manera”.
Comentó que recientemente escribió un editorial sobre la cantante y rapera Lizzo y el movimiento antidieta cuyos denominadores comunes son nuestros cuerpos y peso.
“Lizzo se hizo querida en el mundo entero, diciendo que era una mujer de talla grande, que iba a vestirme como quisiera, y a mostrar su trasero completo en las redes sociales, y sabía que habría gente que la iba a aplaudir y otras que no le creyeron”, dijo Jazmine, quien es una seguidora de la música de Lizzo.
Así que dijo que con ese editorial quería empezar a intentar que tuviéramos una conversación real sobre el acoso cibernético y de cómo las redes sociales son básicamente el mundo que te juzga.
En su caso, dijo que cuando estaba camino de hacerse diabética, su doctor le dijo que tenía que hacer cambios en su estilo de vida y decidió tomar el medicamento Ozempic, al cual definió como una manera fácil de perder peso porque hace perder el apetito sin hacer ejercicio
“Tengo que decir que como una mujer de talla grande, me siento más segura de quien soy, pero es un medicamento bastante costoso como $1,300 ”.
La influencia de las redes sociales
El doctor Gary Goldfield, dijo que una constante en crecimiento, es la prevalencia de la inconformidad con el cuerpo, y se trata de un problema global, que se ha ampliado con el advenimiento de las redes sociales.
“El alto uso de las redes sociales se ha convertido en una norma en nuestra cultura”.
Afirmó que hemos oído mucho sobre las grandes empresas alimentarias y la influencia que tienen sobre el consumo y nuestra salud, pero las grandes tecnologías a través de Instagram, Tik Tok y Facebook son como las nuevas grandes tabacaleras como poca regulación.
“El impulso de usar las redes sociales es más fuerte que el impulso de comer alimentos sabrosos, lo cual da miedo porque se ha demostrado que los alimentos en el laboratorio y en el mundo real compiten con el abuso de drogas”.
Dijo que básicamente, las redes sociales podrían ser tan adictivas como las drogas.
“El uso problemático de las redes sociales, está aumentando y tenemos un problema de salud pública muy grave entre manos”.
Hizo ver que vivimos un período de tiempo donde la validación social y la necesidad de aceptación y sensibilidad al rechazo social también es más pronunciado.
“Entonces es una especie de tormenta perfecta, entre las necesidades, y la agresividad de la gran tecnología con sus algoritmos. Si alguien buscara formas saludables de perder peso, se encontrará con todo tipo de formas poco saludables en las redes sociales”.