Programa bilingüe desarrolla el conocimiento y la imaginación de los alumnos en Anaheim
La inmersión de los estudiantes hispanos en el programa del idioma mandarín incrementa sus posibilidades de ser trilingües
Antes de que Guadalupe Serrano inscribiera a su hija Aria para el Programa de Inmersión en Dos Idiomas (DLI, por sus siglas en inglés) para que aprendiera el mandarín, la pequeña no conocía el valor de ser trilingüe o el poder hablar otra lengua que no fuera el inglés o el español.
Inclusive en un momento, la pequeña Aria cuestionaba el “¿porque tenemos que hablar español?”.
Pero después de casi un año inmersa en el programa DLI en mandarín, Serrano dice que ahora su hija quiere aprender más el español y cada vez más le pregunta sobre cómo se dicen las palabras en su idioma materno.
“Estoy viendo que ella sola está iniciando ese querer aprender en otros lenguajes”, dijo Serrano.
Este año escolar, la escuela primaria Theodore Roosevelt, en la ciudad de Anaheim, lanzó su primer DLI en el idioma mandarín después de una encuesta donde el 63% de los padres pidieron que el idioma del país asiático (China) sea parte del programa.
La escuela ya ha tenido éxito con su DLI en español y esperan que el DLI en el idioma mandarín tenga el mismo crecimiento.
Cuando empezaron el año escolar el programa DLI en mandarín solo contaba con ocho estudiantes pero ahora ya tienen 11.
La Dra. Anna Bae Kim, directora de la primaria Theodore Roosevelt, está orgullosa del primer grupo y ha visto el crecimiento del grupo en poco tiempo.
“Tenemos estudiantes con familias que no hablan mandarín en absoluto y también tenemos algunos que en realidad son familias que no hablan inglés”, dijo la Dra. Kim. “Es un grupo muy diverso entre los pequeños”.
Ella agregó que espera ver más crecimiento en el futuro debido al éxito que han tenido en el primer año del programa DLI en mandarín.
De acuerdo con el sitio web de la primaria Theodore Roosevelt, la inmersión en dos idiomas es un modelo educativo único donde los niños aprenden a pensar, leer, escribir y comunicarse de forma natural en dos idiomas: inglés y mandarín.
Los estudiantes nativos de mandarín y de habla inglesa estudian juntos, desde el jardín de infantes de transición hasta el sexto grado, para ser alfabetizados en ambos idiomas.
Cuando empiezan el programa hay una mezcla donde el 80% de la clase se enfoca en el mandarín y el 20% en el inglés, pero conforme van avanzando los porcentajes se acercan hasta el 4to grado cuando es una mezcla del 50% de ambos idiomas.
En un estudio de la corporación RAND, encontraron que el programa DLI incrementa el logro estudiantil en inglés y no afecta el éxito en las ciencias o las matemáticas.
En el mismo estudio encontraron que los beneficios estimados de la inmersión en lectura fueron un poco mayores para los estudiantes en programas DLI en español a comparación con estudiantes en programas centrados en idiomas menos enseñados (japonés, mandarín y ruso), pero estas diferencias no fueron estadísticamente significativas.
Además de los beneficios de aprender un idioma diferente, se mejoran los logros académicos en general y se estimula a los estudiantes a conocer no solo otra lengua, sino una cultura nueva.
“En estos diferentes modelos del programa DLI, realmente tratamos de exponer a los estudiantes a las tradiciones, días festivos y la celebración de una nueva cultura”, dijo la Dra. Kim. “Lo que también hemos hecho en nuestro sitio es exponer a todos los estudiantes de la escuela a esas celebraciones también”.
Agregó que recientemente tuvieron la celebración del Año Nuevo Lunar para los alumnos del programa DLI en mandarín; mientras que para los estudiantes del programa DLI en español tuvieron una celebración del Día de Los Muertos.
Cuando su hija empezó la clase DLI en mandarín, Serrano estuvo un poco preocupada porque Aria es la única niña latina en la clase, pero dice que la experiencia ha sido maravillosa y su hija ha aprendido mucho de otra cultura.
“Es muy importante para mí como madre que mi hija aprenda de otras culturas especialmente con lo que está pasando ahorita con los crímenes de odio”, dijo Serrano, quien subrayó que está dedicada a que su hija siga aprendiendo mandarín, después de que acabe con la primaria.
Ahora, la madre dice que su hija seguido canta canciones en mandarín y le habla en español lo cual la hace sentir muy orgullosa.
Como su experiencia ha sido tan positiva, también espera inscribir a su hijo cuando tenga la edad adecuada. Por lo pronto, ella siempre recomienda el programa a otras madres de familia a su alrededor.