El distrito escolar de LA prohíbe uso de teléfonos inteligentes, pero qué dicen los padres de familias

Muchos no están de acuerdo porque piensa que pueden ayudar en caso de una emergencia, y también perderán el acceso rápido con sus hijos

Paulina García, estudiante de cuarto grado.

Paulina García, estudiante de cuarto grado. Crédito: Paulina Herrera | Cortesía

El pasado 18 de junio, el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) aprobó una resolución para prohibir que los estudiantes usen sus teléfonos inteligentes durante el día escolar con la meta de que los niños no se distraigan del aprendizaje, no erosionen su salud mental y se motiven a tener conexiones sociales en persona.

“Decidimos tomar acción y ahora tenemos cuatro meses para consultar con maestros, padres, expertos y estudiantes sobre la mejor forma de implementar esta política”, dice el superintendente Alberto M. Carvalho.

“Cuando se combinan con las redes sociales, los teléfonos son un vehículo dañino que impacta negativamente a los jóvenes”, añade.

Con esta decisión, el LAUSD se convirtió en el distrito escolar más grande del país en implementar la prohibición de teléfonos inteligentes. La nueva disposición entrará en vigor en enero de 2025.

El miembro de la Junta Directiva de LAUSD, Nick Melvoin afirma que los niños ya no tienen la oportunidad de solo ser niños. 

“Espero que esta resolución ayude a los estudiantes no solo a enfocarse en la clase sino que les brinde la oportunidad de interactuar e involucrarse más unos con otros, y solo ser niños”.

Ilianova García Robles de sexto grado, asiste a la escuela con su teléfono inteligente.
Crédito: Paulina Herrera | Cortesía

La resolución fue copatrocinada por la presidenta de la Junta Directiva, JackieGoldberg, y las miembras Kelly Gomez y Tanya Ortiz.

“El uso de teléfonos celulares en las escuelas se ha salido de control”, dice la presidente de la junta directiva, Goldberg. 

“Ha llegado al punto en que los estudiantes no hablan cara a cara, sino que se envían mensajes de texto cuando están sentados uno al lado del otro”.

Así que eso la llevó a unir fuerzas con los miembros de la Junta, Melvoin y Ortiz Franklin para patrocinar esta resolución porque según dijeron las investigaciones corroboran lo que ya sabemos: el uso excesivo de teléfonos celulares afecta la salud mental y el rendimiento académico de los estudiantes. 

“Es hora de actualizar nuestra política y convertirla en una responsabilidad de todo el distrito.

En tanto Kelly Gomez asegura que los impactos negativos en el uso de teléfonos celulares en adolescentes, particularmente las cualidades adictivas de los medios sociales son cada vez más claras.

“Es importante tomar pasos proactivos para atender estos desafíos cuando los estudiantes están bajo nuestro cuidad; y actualizar las políticas de los teléfonos celulares ayudarán a asegurar que nos enfoquemos en el aprendizaje durante el día”.

Ortiz Franklin,señala que cuando ha visitado los campus en la hora del lunch, se le rompe el corazón al ver a los estudiantes sentados a solas, aislados con sus teléfonos celulares en vez de convivir con sus compañeros.

“Apoyar a nuestro personal para facilitar esta transición será esencial y estamos comprometidos a trabajar con todas las partes interesadas para garantizar una implementación exitosa y crear una cultura en la que seamos menos dependientes de nuestros teléfonos”.

Reacciones encontradas

Pero cómo han respondido los padres a la prohibición del LAUSD.

Tania Robles, madre de Paulina de 11 años, quien cursa el cuarto grado en la escuela intermedia, y de Ilianova de 13 años que va en sexto año, no está muy de acuerdo con la medida.

“Me parece muy radical. A los padres nos va a dejar incomunicados de nuestros hijos porque cualquier problema o malestar que tengan, las niñas me avisan por medio de su teléfono. El teléfono significa acceso rápido para comunicarnos, además tenemos comunicación compartida”.

Dice que su experiencia hasta ahora ha sido que algunos maestros dejan a los niños escuchar música en su teléfono mientras hacen algún trabajo; o los permiten usarlos para buscar información en el salón de clases; o en otras ocasiones, hacen que metan sus teléfonos en una bolsita y se los dan al final de las clases.

Y luego afirma que en una emergencia, el teléfono es de gran utilidad. “Por ejemplo si se me descompone el carro, les puedo avisar que voy un poco retrasada a recogerlos; me parece que el impacto en los niños, depende de cada uno. No se puede generalizar”.

Ilianova García Robles, estudiante de sexto año.
Crédito: Paulina Herrera | Cortesía

No es necesaria una prohibición

Rocío Elorza, madre de dos menores de 11 y 14 años y quien es una líder en la organización de padres hispanos Our Voice, está de acuerdo con la medida porque dice que el celular les roba tiempo para aprender y para disfrutar siendo niños.

“Les puede robar hasta la inocencia”, dice.

Sin embargo, comenta que cada escuela debería ser autónoma y decidir qué les funciona mejor. 

“No es necesario prohibir los teléfonos en la escuela elemental, pero si está bien en la middle school o la high school”.

A Rocío le preocupa que en caso de una emergencia, los niños se queden sin teléfono y no se puedan comunicar con sus padres.

“Me acuerdo que después de la tragedia en Uvalde, Texas, hubo un lockdown (cierre) en la escuela de mi hijo aquí en Los Ángeles, porque andaba un tirador afuera. Mi hijo me avisó por mensaje de texto que los tenían encerrados y no sabían qué estaba pasando. Me dijo que me quería mucho, y que les dijera su papá y a su hermana que los quería mucho. Yo no sabía si eran sus últimas palabras”, recuerda muy triste.

Así que considera que en casos de emergencia, los teléfonos celulares bien podrían permitirse funcionar, y por lo tanto, una prohibición de su uso, debería dejarse decidir por cada escuela, y tomar en cuenta a los padres.

Lo positivo y lo negativo

María Hernández, una madre de cuatro menores, una en high school, otra en middle school y dos en la escuela elemental, dice que lo positivo es que sin el teléfono, los menores se van a enfocar en el estudio y no van a perder tiempo.

“Una cosa negativa es que al quitarles los teléfonos, los padres y el propio distrito ya no sabremos lo que pasa al interior de las escuelas. Muchos abusos y peleas han sido grabadas con los teléfonos celulares”.

Además sostiene que en caso de una emergencia, un teléfono inteligente puede ayudar a salvar vidas.

María tiene una hija de 16 años en high school, otra de 14 años que acaba de terminar la middle school; y dos niñas de 5 y 6 años en la escuela elemental.

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Crédito: Monkey Business Images | Shutterstock

El gobernador Newsom la apoya

La aprobación de esta medida se dio al mismo tiempo que el gobernador Gavin Newsom anunciara que quiere restringir el uso de teléfonos inteligentes durante la escuela, debido a los riesgos que las redes sociales traen a la salud mental de los estudiantes.

“Como afirmó el Cirujano General, las redes sociales están dañando la salud mental de nuestros jóvenes”, dijo el gobernador en un comunicado.

“Espero trabajar con la legislatura para restringir el uso de teléfonos inteligentes durante la jornada escolar. Cuando los niños y adolescentes están en la escuela, deben concentrarse en sus estudios, no en sus pantallas”.

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