Pasar tiempo diario en sauna podría ayudar a prevenir el aumento de peso en mujeres mayores: por qué
La terapia diaria de sauna puede ayudar a mujeres menopáusicas a controlar el azúcar en sangre y el peso, mejorando la sensibilidad a la insulina, según un estudio
Existe una creciente cantidad de investigaciones que exploran métodos alternativos para aliviar los síntomas de la menopausia. Crédito: Mr. Tempter | Shutterstock
Un reciente estudio en ratones sugiere que las mujeres menopáusicas podrían controlar mejor su nivel de azúcar en sangre y ganar menos peso si se exponen a sesiones diarias de sauna. Esta investigación, liderada por Soonkyu Chung, profesor asociado en el Departamento de Nutrición de la Universidad de Massachusetts Amherst, ha aportado nuevas perspectivas sobre el manejo de los síntomas de la menopausia mediante la terapia de calor de cuerpo entero.
La investigación, presentada en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Nutrición, Nutrition 2024, en Chicago, se llevó a cabo en un grupo de ratones hembras mayores a las que se les extirparon los ovarios para simular la menopausia.
Este procedimiento permitió a los científicos recrear las condiciones hormonales típicas de las mujeres posmenopáusicas, una etapa que generalmente ocurre entre los 45 y 55 años. Los ratones fueron alimentados con una dieta occidental rica en grasas, con el 45% de sus calorías provenientes de grasas.
Durante el experimento, que duró 12 semanas, un grupo de ratones fue expuesto a una cámara de calor a 104 grados Fahrenheit durante 30 minutos diarios, mientras que el otro grupo no recibió esta intervención. Los resultados mostraron que los ratones sometidos a la terapia de calor experimentaron menos daño tisular relacionado con el envejecimiento y mejoraron su sensibilidad a la insulina, un marcador clave en la prevención de la diabetes tipo 2. Además, la exposición regular al calor ayudó a reducir el aumento de peso asociado con la dieta alta en grasas.
El estudio destaca cómo los cambios hormonales y un metabolismo más lento durante la menopausia contribuyen a la acumulación de grasa en el cuerpo. Sin embargo, los investigadores observaron que la aplicación de calor activa procesos que optimizan el uso de energía y promueven la quema de grasa.
“Esta serie de eventos sugiere que la aplicación regular de calor puede imitar los efectos de la quema de calorías y la pérdida de grasa”, explicó Rong Fan, candidato doctoral y miembro del equipo de investigación dirigido por Chung.
El sauna es lo mejor si te cuesta hacer ejercicios
Fan subrayó que esta forma de terapia podría ser especialmente beneficiosa para aquellas personas que encuentran desafiantes las actividades físicas, proporcionando una manera relajante de mejorar la salud metabólica.
Chung y su equipo tienen la esperanza de que futuras investigaciones puedan afinar la duración e intensidad óptimas del tratamiento térmico para maximizar sus beneficios. Además, buscan confirmar la eficacia de esta terapia en humanos, considerando la diversidad de grupos étnicos.
Este estudio se suma a una creciente cantidad de investigaciones que exploran métodos alternativos para aliviar los síntomas de la menopausia. Contrariamente a estos hallazgos, un estudio publicado a principios de este año sugiere que la natación en agua fría puede reducir los síntomas menopáusicos. Estos estudios reflejan la complejidad y diversidad de enfoques necesarios para manejar esta etapa de la vida de manera efectiva.
La terapia de calor de cuerpo entero podría representar un avance significativo en el tratamiento no invasivo de los efectos metabólicos adversos de la menopausia. Si bien la investigación en ratones ofrece una base prometedora, es crucial llevar a cabo estudios en humanos para validar estos resultados y determinar su aplicabilidad en la práctica clínica.
El enfoque en la terapia de calor también abre nuevas oportunidades para desarrollar intervenciones personalizadas que consideren las necesidades individuales de las mujeres menopáusicas. La capacidad de controlar el aumento de peso y mejorar la sensibilidad a la insulina a través de un método no farmacológico podría transformar el manejo de la menopausia y mejorar significativamente la calidad de vida de muchas mujeres.
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