Diego García, la remota isla británica que alberga una base militar secreta de EE.UU. y se encuentra en el centro de una disputa migratoria
Las autoridades de EE.UU. impidieron un viaje de abogados y prensa británicos alegando "preocupaciones de seguridad" en esta militarizada isla del Océano Índico donde hay un campamento provisional de migrantes.
El gobierno de Estados Unidos impidió celebrar una audiencia en un tribunal británico en un territorio de Reino Unido.
Específicamente se trata de la isla de Diego García, un remoto atolón del archipiélago de Chagos, en el Océano Índico.
Las autoridades estadounidenses vetaron la audiencia alegando preocupaciones de seguridad, según documentos judiciales a los que tuvo acceso la BBC.
La Corte Suprema del Territorio Británico del Océano Índico (conocido como Biot por sus siglas en inglés) tenía previsto celebrar esta semana una audiencia -a la que iban a asistir periodistas de la BBC- sobre la presunta detención ilegal de un grupo de inmigrantes en la isla.
Diego García alberga una base militar secreta conjunta de Reino Unido y Estados Unidos cuyo acceso está muy restringido.
La semana pasada, las autoridades de Washington comunicaron que habían “retirando su autorización” para que los abogados que representan a los inmigrantes y los “miembros de la prensa” (en referencia a la BBC) accedieran a la isla, según documentos judiciales.
Indicaron que no permitirían a los participantes en la audiencia abordar vuelos militares estadounidenses a Diego García y que no proporcionarían transporte, alojamiento o comida en la isla hasta “solucionar de forma adecuada sus preocupaciones operativas y de seguridad“, según la declaración del comisionado adjunto del territorio, Nishi Dholakia.
Estados Unidos puntualizó que estaría “dispuesto a reconsiderar” las solicitudes si la visita pudiera “realizarse de tal manera” que aborde sus preocupaciones, según el comunicado.
“Riesgos de seguridad”
Decenas de migrantes llegaron a la isla en octubre de 2021 en un barco de pesca.
Alegaban ser víctimas de persecución que trataban de navegar a Canadá para solicitar asilo, cuando su barco tuvo problemas cerca de Diego García.
La noche del pasado jueves -horas antes de que el juez, los abogados del gobierno de Reino Unido, los representantes de los inmigrantes y la BBC abordaran el primer vuelo del viaje- el tribunal divulgó una orden cancelando la audiencia.
Las preocupaciones de seguridad de Estados Unidos se vinculan a una visita programada como parte de la audiencia que incluía el campamento de migrantes y otras áreas de Diego García.
Tom Short, abogado de la firma británica Leigh Day, que representa a algunos de los migrantes, calificó la cancelación de la audiencia como “un golpe devastador para nuestros clientes vulnerables” y pidió reprogramarla lo antes posible.
El martes, abogados en Londres y los migrantes en Diego García asistieron a una audiencia judicial virtual para determinar los próximos pasos en el caso, mientras continúan las negociaciones entre los gobiernos de Reino Unido y Estados Unidos.
Un territorio en disputa
Reino Unido tomó el control de las Islas Chagos, de las que forma parte Diego García, de su entonces colonia Mauricio en 1965.
Posteriormente desalojó a su población de más de 1.000 personas para instalar la base militar.
Los acuerdos firmados en 1966 permitieron un período inicial de 50 años de uso del territorio por parte de Estados Unidos, con 20 más de prórroga. El acuerdo se renovó en 2016 y ahora expirará en 2036, según el sitio web del Biot.
Este territorio se administra desde Londres, pero se describe como “constitucionalmente distinto” de Reino Unido.
Mauricio, que obtuvo su independencia en 1968, reclama el atolón como suyo y el más alto tribunal de las Naciones Unidas dictaminó que la administración de Reino Unido es “ilegal” y debe terminar.
La mayor parte del personal y los recursos de Diego García están bajo control de Estados Unidos, desde el alojamiento y el transporte hasta los restaurantes y las tiendas.
La comandancia militar estadounidense puede negar el acceso a áreas operadas o controladas por el ejército por razones de seguridad.
El sitio web oficial del Biot indica que sólo se permite el acceso a “quienes tengan conexiones con la instalación militar o con la Administración del Territorio”.
Importante base de guerra
Diego García se considera una importante base estratégica para Estados Unidos.
A principios de este año, se enviaron allí dos bombarderos B-52 para realizar ejercicios de entrenamiento.
En las últimas décadas han partido desde esta base aviones estadounidenses para bombardear Afganistán e Irak.
El gobierno de Reino Unido ha confirmado que en 2002 aterrizaron en el territorio “vuelos de rendición”, usados para transportar a sospechosos de terrorismo a otros países donde puedan ser detenidos e interrogados con menos restricciones legales.
El ex director de la CIA, Mike Hayden, negó las acusaciones de que se haya albergado o interrogado a presuntos terroristas en Diego García.
El campamento de migrantes
Decenas de tamiles de Sri Lanka desembarcaron en la isla en octubre de 2021, convirtiéndose en las primeras personas en presentar solicitudes de asilo en este territorio británico.
Unas 60 personas, entre ellas al menos 16 niños, permanecen allí mientras se libran complejas batallas legales sobre su destino.
Se alojan en tiendas de campaña dentro de un campamento vallado y custodiado por la empresa de seguridad privada G4S.
Ha habido múltiples intentos de suicidio en la isla e informes de acoso y agresiones sexuales presuntamente cometidos por migrantes dentro del campamento.
Algunos migrantes han sido trasladados en avión a Ruanda para recibir tratamiento médico después de intentos de autolesión y suicidio, mientras aquellos cuyas solicitudes fueron aceptadas están esperando a que se designe un “tercer país seguro” donde reasentarse.
Como “loros en una jaula”
Tras visitar el campamento a finales del año pasado, representantes de Naciones Unidas consideraron que las condiciones allí equivalían a una detención arbitraria.
En entrevistas con la BBC, los inmigrantes han descrito como infernales las condiciones en la isla.
“Somos loros, estamos en una jaula“, protestó uno de ellos el año pasado, en referencia a la falta de libertad.
Durante la audiencia virtual del martes, uno de los migrantes en la isla pareció desplomarse.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido comunicó anteriormente a la BBC que la isla no es adecuada para que vivan estas personas y aseguró estar “trabajando sin descanso para procesar las solicitudes de protección de los inmigrantes y encontrar un tercer país adecuado para aquellos cuyas solicitudes sean aceptadas”.
“El bienestar y la seguridad de los inmigrantes en el Biot ha sido nuestra principal prioridad en todo momento”, indicó a principios de este año.
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