La toma ilegal de calles en Los Ángeles en pleno apogeo
El fin de semana se realizaron varios incidentes donde hubo un muerto y un herido de bala; los dueños de negocios temen por su seguridad
La violencia de las carreras clandestinas y toma ilegal de calles en Los Ángeles ha escalado, al grado que dos adolescentes recibieron impactos de bala el fin de semana: uno murió y otro resultó herido.
Los vándalos, además, volvieron a quemar vehículos y robaron en un restaurante del sur centro de la ciudad.
El sábado, detectives de la oficina de homicidios en la estación Sur del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) reportaron el homicidio de una persona y un herido, mientras acudían a una toma de calles en el área de la calle 54 y la avenida Western.
Eran las 00:40 horas de la madrugada, cuando los adolescentes observaron que un individuo posiblemente era víctima de un robo.
Cuando los sospechosos huyeron hacia un vehículo cercano, dispararon contra los jóvenes.
Los menores se trasladaron por sus propios medios a un hospital cercano. Uno de ellos -que no ha sido identificado- sucumbió a las heridas de bala. El otro se hallaba en condición estable, según la policía.
“No tenemos ninguna información nueva sobre este incidente”, dijo el portavoz del LAPD, Tony Im.
Tampoco dio a conocer sobre el estado de salud del muchacho herido.
Los datos recientemente publicados sobre la toma de posesión de calles y carreras callejeras en Los Ángeles muestran que el número total de quejas del público disminuyó entre 2021 y 2022.
Las ubicaciones reportadas con mayor frecuencia parecieron desplazarse del oeste de Los Ángeles y el Valle de San Fernando hacia el centro y el sur de Los Ángeles.
Un informe preparado para la Junta de Comisionados de la Policía muestra una reducción del 36% en los informes de toma de calle ilegal y de carreras clandestinas: 4,899 en 2022 en comparación de 7,654 en 2021.
En la actualidad, las tres ubicaciones principales con las llamadas más frecuentes del público estaban en el sur de Los Ángeles: Crenshaw Boulevard y W. Florence Avenue; E. Manchester Avenue y S. San Pedro Street. Además de W. Century Boulevard y S. Hoover Street.
Piden una fuerza especial del orden
En dichas áreas se registró un aumento del 22% en el número de reportes de toma ilegal de calles y carreras clandestinas entre 2021 y 2022, según mostraron los datos.
Earl Ofari Hutchinson, un activista afroamericano y defensor de los derechos civiles, dijo a La Opinión que el comportamiento desordenado de jóvenes latinos y afroamericanos se puede explicar como “la combinación de factores: alienación, búsqueda de emociones, mentalidad de rebaño, aburrimiento, sentido de derecho, mentalidad por encima de la ley y un reflejo de todo lo que ven en la sociedad y la copia de lo que se hace en el mundo de los adultos”.
Hutchinson consideró que la problemática “es más grande que la policía de Los Ángeles”, y, de hecho, él mismo convocó a la formación de grupos de trabajo conjuntos de las fuerzas del orden locales, del condado y estatales para poner un alto a los incidentes.
“Se requiere alcance comunitario, monitoreo e informes comunitarios para contrarrestar las tomas de posesión de las calles de manera efectiva”, añadió. “El principal
problema es que los jóvenes se sienten alienados y casi marginados de la sociedad”.
“Educación intensa, colaboración de las iglesias, escuelas, apoyo de padres y cuidadores; refuerzo de las necesidades como jóvenes, podrían ser parte de la solución”, afirma. “Aunque, en última instancia, el antídoto es una sociedad que se preocupa por los jóvenes”.
Quema de vehículos y robo a un restaurante
El domingo por la noche y el lunes por la madrugada, la policía dispersó diversas tomas ilegales de calles a lo largo de la Avenida Manchester , en el área de Manchester Square y en la zona de Avalon Gardens.
Según residentes, la policía llegó unos 20 minutos tarde para dispersar a casi 300 individuos involucrados en la toma de la calle, en la intersección de la Avenida Manchester y la calle Normandie, en el sur centro de Los Ángeles.
“Es peligroso lo que hacen, ponen en riesgo sus vidas y las de los demás”, dijo Kathy González, una joven guatemalteca. “La libertad que tienen la han convertido en libertinaje”.
Su amigo, Omar Barrios, también de Guatemala, expresó que “ellos se comportan de esa manera y reflejan la poca educación que han tenido en casa, por eso crecen sin respetar reglas”.
Por su parte, el dueño de un negocio de la zona que no quiso identificarse por temor a represalias, dijo que “los pandilleros se han tomado las calles desde hace tres años”.
“Ellos hacen lo que quieren y a la hora que quieren”, dijo el hombre. “Tan pronto como llegan yo cierro mi negocio”.
Dos horas antes de este incidente, la turba derrapó llantas e hizo “donas” en la intersección de Avalon Boulevard y la Avenida Manchester, donde no solamente incendiaron un automóvil, sino que robaron en el restaurante Wing Stop, a donde entraron tras romper el cristal de la puerta principal.
“Si esa es la juventud del presente, ¿Qué nos espera en el futuro?, dijo Rick “N”, un afroamericano residente del área.
“Esta zona está muy “caliente” [peligrosa], describió un vendedor de frutas, mientras observaba al trabajador de Warehouse Shoe Sale limpiando el grafito que dejaron los pandilleros de la calle 80.
Más molestias en el condado de LA
Aunque desde 2005 la Junta de Supervisores del condado deLos Ángeles adoptó una ordenanza para la incautación y decomiso de vehículos motorizados en carreras callejeras, todo en respuesta a las quejas de los residentes sobre las molestias y el peligro creados por vehículos con sistemas de escape modificados en competencias de exceso de velocidad en sus vecindarios, los incidentes no se detienen.
Espectadores o participantes de dichas actividades ilegales son sancionadas con un delito menor y una multa que no excede los $500 o una pena de prisión que no va más allá de los seris meses de cárcel.
“Si quienes participan en la toma de calles ilegales utilizan autos robados, entonces, obviamente que necesitamos más leyes que los castiguen”, dijo a La Opinion, Najee Ali, un activista afroamericano. “Se debe castigar a quienes también observan y a los organizadores. Las autoridades del orden deberían reenfocar su trabajo, porque esto sucede solamente en barrios de afroamericanos y latinos”.
Las llamadas de auxilio aumentan
Desde el 1 de enero de 2020 hasta el 25 de julio de 2022, el Sheriff del Condado de Los Ángeles (LASD) reportó haber recibido casi 3,100 llamadas sobre actividades que interrumpían o impedían el uso normal de vías públicas, intersecciones y calles.
Entre 2020 y 2021, los datos de LASD muestran que hubo un aumento de más del 60% en las llamadas relacionadas con la toma de calles, que, a veces, han tenido consecuencias trágicas.
El 14 de junio de 2022, la Junta de Supervisores aprobó una recompensa por información que condujera a la captura y condena de quienes asesinaron a Javier Carachure Menchaca y a Juan Antonio Orozco, en una toma callejera en la ciudad de Compton.
Un mes después, el 9 de julio de 2022, miles de personas asistieron a la gran inauguración del Viaducto de la Calle Sexta, un puente de reemplazo que incluye carriles para peatones y bicicletas.
Un mes después, el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) respondió a un accidente de tres autos en el Viaducto de la Calle Sexta que fue resultado de una toma ilegal de la calle.
Por si fuera poco, el 15 de agosto de 2022, corredores callejeros y espectadores tomaron la intersección de West El Segundo Boulevard y South Figueroa Street en el Sur de Los Ángeles; en esa ocasión, una gran cantidad de personas saquearon la tienda de conveniencia 7-Eleven cercana.
El 27 de octubre de 2022, agentes del alguacil disolvieron una toma callejera en Santa Fe Springs donde los espectadores tenían rayos láser, hubo mucho escándalo y se vio a un espectador disparando un soplete al aire.
En Navidad de 2022, Elyzza Guajaca murió después de ser golpeada por un vehículo durante una toma callejera. Un sospechoso de esa muerte, Dante Chapple Young, de 28 años, del condado de Orange, fue arrestado en Albuquerque, Nuevo México.