Entregaron su vida trabajando en México y EEUU, pero hoy muchos no tienen pensión
Medio millón de mexicanos que residen indocumentados en los Estados Unidos podrían acceder a la “Pensión Bienestar” para adultos mayores
Aproximadamente 500,000 ciudadanos mexicanos que residen sin documentos en Estados Unidos podrían beneficiarse del programa “Pensión Bienestar” si el Congreso de su país los incluye en el presupuesto de 2025.
“Existe una deuda histórica con nuestros trabajadores mayores. Tanto los Estados Unidos como en México se han beneficiado enormemente de una fuerza laboral inmigrante que lo ha dado todo”, dijo Pablo Alvarado, codirector ejecutivo de NDLON., después que se dio a conocer el reporte titulado “Pagar la deuda: el caso para extender la “Pensión Bienestar” a adultos mayores mexicanos que viven en Estados Unidos”.
El estudio, conducido por Nik Theodore, catedrático de la Facultad de Planificación Urbana y Asuntos Públicos en la Universidad de Illinois, Chicago, resalta que, en 2023, México recibió $66,200 millones de dólares en remesas, marcando el décimo año consecutivo en crecimiento, para posicionarlo como el segundo país del planeta que recibe más remesas en el mundo, solo detrás de la India.
El informe, que será presentado al presidente saliente de México, Andrés Manuel López Obrador, indica que ese nivel récord de remesas fue impulsado por los empleos y salarios de los trabajadores mexicanos inmigrantes en las industrias de la construcción, restaurantes, trabajo doméstico y agricultura, independientemente de las condiciones deficientes y abusos laborales generalizados en las que se desempeñan.
“Todos tenemos, padres, tíos y abuelos que siguen trabajando y no debería ser así”, dijo Abel Valenzuela, investigador de la UCLA y antiguo director del Instituto para la Investigación del Trabajo y el empleo.
Valenzuela dijo que, el 95% de quienes respondieron a la encuesta habían tenido un empleo en los Estados Unidos y 92% trabajo en su patria, antes de emigrar.
Aquellos que trabajaron en Estados Unidos, lo hicieron durante un promedio de 34.3 años, en oficios de la construcción, como nanas, mucamas, cuidadores de personas, en restaurantes y la producción agrícola y de manufacturas. En México trabajaron un promedio de 16.2 años.
“Los resultados de la encuesta hablan de la contribución de estos inmigrantes a dos países: México, su país de origen y como inmigrantes en Estados Unidos”, dijo Valenzuela.
La encuesta entre 1,600 adultos mayores, liderada por NDLON, llegó en un momento significativo en el que el gobierno de México está considerando ampliar la asistencia de jubilación por primera vez a sus connacionales que viven en los Estados Unidos.
Pelear para que la iniciativa de la Pensión Bienestar para los adultos mayores de México que viven en Estados Unidos sea una realidad es parte del compromiso que adquirieron el diputado migrante de Los Ángeles, Aniceto “Cheto” Polanco, Maribel Solache, diputada migrante electa en San Diego, y Karina Ruiz, primera senadora migrante electa, quien fue parte del programa de DACA, entre otros proyectos.
“El compromiso es darle seguimiento a la iniciativa de la pensión para adultos mayores”, dijo Polanco. “Ese es nuestro compromiso con todos los migrantes mexicanos que están abandonados y que han sufrido atropellos”.
“¡No más!”, exclamó. “Gracias a ellos, nuestro partido [Morena] nos abrió las puertas, para que a voz de los migrantes sea escuchada y representada, para que no se repartan todo el queso allá, arriba, pero que todos nos corresponda algo del pastel”.
Polanco, quien juramentará a su cargo como diputado migrante el 1 próximo de septiembre, adelantó que, en el Congreso de la Unión de la República Mexicana pugnará, además, por una reforma “urgente” en los consulados, y una reforma electoral “para que los mexicanos tengamos derechos plenos a votar y ser votados; acuérdense, el pueblo manda, el pueblo pone y el pueblo quita”.
Años de trabajo y sacrificio, pero sin seguridad
María Rosales, de 64 años, y originaria de Pueblo Nuevo, Guanajuato, así como Alfonso Valladares, de 65 años, son apenas dos de los miles de trabajadores indocumentados mexicanos en edad avanzada que se enfrentan a la vejez sin protección de una pensión u otros beneficios de jubilación.
Mujeres y hombres mayores, de 60 años o más, obtendrían una pensión bimestral de 3,000 pesos (aproximadamente $150 dólares).
Y, aunque todavía no se han anunciado los detalles de implementación de la “Pensión Bienestar” los requisitos que deberían cumplir los solicitantes de la ayuda, serían: acreditar su nacionalidad, que son personas mexicanas y que tienen 65 años o más en el caso de los hombres. A partir de los 60 años, las mujeres recibirían una media pensión bimestral de 3,000 pesos ($150 dólares, aproximadamente).
“Soy viuda y necesito esa ayudita del gobierno. Allá en México trabajé en los campos y aquí trabajé limpiando casas por más de 30 años y me pagaban lo que les daba su gana”, dijo María Rosales. “Pero, ese dinero me ayudaría a pagar mi renta y muchas cosas”.
Requisitos para aplicar
Manuel Alejandro Robles Gómez, diputado saliente de la XLV Legislatura y miembro del partido miembro del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), quien es el autor de la iniciativa de extender la “Pensión Bienestar” en Estados Unidos, dijo a La Opinión que lo importante es que el tema “ya tiene reconocimiento oficial del presidente, Andrés Manuel López Obrador”.
“Vamos a tener la posibilidad de hacer realidad el programa vía consulta personal, postal o electrónica”, declaró el legislador. “La presidenta entrante [Claudia Sheinbaum] anunció la creación de la agencia digital y esto va a implicar que un número muy importantes de trámites y de procedimientos que se pueden sustanciar vía electrónica”.
“Pero, también estamos conscientes de la brecha digital, aunque siempre habrá alguna organización o algún familiar para ayudar a nuestros adultos mayores a aplicar desde su celular para esa pensión universal”, añadió el diputado.
El michoacano Alfonso Valladares, de 65 años, relató a La Opinión que desde niño trabajó en las huertas de aguacate, en su natal Uruapan.
“Hice ese trabajo por 20 años, y aquí entregué 40 años de mi vida a una compañía de restaurantes”, expresó. “Al final de mi vida no tengo ni siquiera una pensión de jubilación”.
Otros datos del reporte:
El 93% de los encuestados (91,488 del total de 1,600) apoyan a familias en México a través de remesas
El 33% de los encuestados (528 del total de 1,600) se vieron obligados a trabajar durante el apogeo de la pandemia de COVID.
Entre los encuestados de 65 años o más, sólo el 2.5% (apenas 40 adultos mayores) afirma tener una pensión que podría ayudarles durante su jubilación, mientras que el 89% afirma que no la tiene y el 8% no está seguro.
En ausencia de una pensión, pocos encuestados de 65 años o más creen que pueden recurrir a sus familiares en busca de apoyo en su vejez, y sólo el 10% de los que no tienen una pensión indican que sus familias podrían cuidar de ellos una vez que hayan dejado de trabajar.
Como resultado de esta inseguridad financiera, sólo el 2.4% de los inmigrantes indocumentados de 65 años y más indican que tendrán suficiente dinero para cubrir sus gastos básicos durante la jubilación, el 1.6% tendrá recursos para cubrir sus gastos médicos y sólo el 1.2% tendrá tener suficiente dinero para el resto de sus vidas.