Un Solo Sol, salud y unidad a través de la comida en LA

Salvadoreño crea un restaurante vegano en Boyle Heights

Carlos Ortez apunta a el mural en su restaurante Un Solo Sol en Boyle Heights .

Carlos Ortez apunta a el mural en su restaurante Un Solo Sol en Boyle Heights . Crédito: Fotos: Isaac Ceja | Impremedia

Carlos Ortez tenía en mente quedarse en Estados Unidos solo dos años y regresar a El Salvador para seguir su meta de convertirse en sacerdote jesuita, pero se la vida tenía otros planes para él.

Ortez se quedó en Los Ángeles mientras pasaba la guerra civil en su país donde más de 75,000 personas perdieron la vida entre 1980 y 1992.

Décadas han pasado y hoy en día Ortez se jubiló tras años de trabajar en la industria de ingeniería, pero sus verdaderas pasiones han sido el naturismo, promover un estilo de vida saludable y la unidad entre los humanos a través de su restaurante Un Solo Sol.

“Espero que el día de mañana se den cuenta de que hay un extremo respeto a la salud de las personas que vienen a consumir acá que es comida integralmente saludable”, explicó Ortez que es uno de los fundadores del restaurante.

Una vista del restaurante Un Solo Sol cerca de la Plaza Mariachi en Boyle Heights.

Este mes el restaurante Un Solo Sol cumplió 14 años y a pesar del mal estado de la economía el salvadoreño sigue trabajando sin paga para proveer una diversidad de comida vegana saludable en la comunidad de Boyle Heights.


El negocio está ubicado justo al otro lado de la calle de la Plaza Mariachi donde cualquier persona puede entrar a disfrutar de diferentes platos típicos recreados al estilo vegano como pozole verde, tacos al pastor y picadillo.

Aunque Ortez reconoce que no es el tipo de cocinero que puede trabajar con la rapidez necesaria para sacar platos en 20 minutos, lo que más le encanta es experimentar con comida por horas.

Pupusa Ancentral
Hace 2 años Ortez lanzó lo que llama la Pupusa Ancestral que él dice ya fue hecho por pueblos ordinarios del Centro de México o hasta Centroamérica bajo diferentes nombres.

El platillo es un taco encerrado o sellado, relleno y pellizcado en sus bordes como las empanadillas chinas o las gyoza japonesas, de acuerdo con Ortez.

“Cuando se lo cuento a mis clientes asiáticos luego se ubican con las migraciones de Asia a América por la enorme capa de hielo que existió por miles de años hasta hace 25,000 a 15,000 años atrás”, explica Ortez. “Aquí encontraron el maíz como almidón, no el arroz”.

La inspiración de sus ideas viene por todo el mundo, lo que dice Ortez es un símbolo más de unidad en su menú.

“Me pongo a jugar con elementos”, explicó Ortez. “Tengo mínimo siete sopas ya en fila, que, por cierto, ahí tengo la olla que voy a utilizar, pero no la he podido implementar porque sería agregarle más en tiempos de vacas flacas”.

En el menú del restaurante están los nombres de varias mujeres por haber contribuido a la creación de los platos, aunque hoy en día varios elementos fueron cambiados para que la comida pueda ser totalmente vegana.

Ortez y su exesposa Patricia empezaron Un Solo Sol como un servicio de comida para escuelas chárter en el 2005 con la meta de poder servir comida diversa para reflejar la sociedad en la que viven.

El nombre del restaurante fue inspirado por un libro que Ortez tuvo que leer durante sus estudios de ingeniería donde el primer capítulo exploró el sol a través de un lente filosófico y científico.

“El sol era el que había procreado la vida aquí en el planeta en fusión con elementos”, dijo Ortez.
Eventualmente, los fondos que recibían de las escuelas no llegaban a tiempo y no contaban con el dinero que necesitaban, entonces Un Solo Sol dejó de servir a las escuelas y comenzó una nueva vida como restaurante.

Aunque Ortez estudió ingeniería y tenía trabajo con el estado de California donde trabajó como ingeniero de control de recursos hídricos en Los Ángeles, él abría el restaurante los fines de semana de 5:30pm a 10pm y a veces trabajaba hasta la medianoche.

Después de un tiempo Un Solo Sol se convirtió en una parte esencial de Boyle Heights donde invitaban a artistas musicales para tocar y también exhibían arte y fotografías de artistas locales en sus paredes.

Carlos Ortez posa para un retrato cerca de la Plaza Mariachi.

Pero alrededor del 2018, Ortez se dio cuenta de que el país había entrado en una recesión y varios negocios no se podían recuperar.

Durante el 2020, cuando explotó la pandemia tuvo que descansar a varios trabajadores y actualmente se encargan del local solo Ortez y otra empleada.

“Me mantengo positivo haciendo las cosas sanas e integrales en las que creo”, dijo Ortez. “Promoviendo unidad a través de la comida y promoviendo paz a través de la comida”.

En El Salvador Ortez también tiene otra cocina de Un Solo Sol donde entrenó a trabajadoras con la idea de crear franquicias donde los trabajadores iban a ser los primeros dueños de las franquicias
“Estas muchachas que están trabajando, son solteras o madres jóvenes que lo han visto como una oportunidad para vivir”, explicó Ortez.

En la pared del restaurante queda un mural vibrante con salmón, mariposas, cascadas y más que Ortez dice representa la historia de la existencia humana y la necesidad de regresar a las raíces de los seres humanos.

Por ahora, Ortez dice que seguirá sirviendo a la comunidad hasta que no pueda y aún espera que las cosas mejoren.

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