Estudio revela que vivir rodeados de árboles mejora la salud
Un estudio en Louisville muestra que aumentar la vegetación en barrios reduce la inflamación, disminuyendo el riesgo de enfermedades cardíacas y crónicas
La Universidad de Louisville ha revelado que la presencia significativa de árboles y arbustos en los barrios puede tener un impacto directo en la salud de sus habitantes.
El Proyecto Corazón Verde, liderado por el Instituto Ambiental Christina Lee Brown en colaboración con The Nature Conservancy y otras organizaciones, ha demostrado que las personas que viven en áreas con una densidad de vegetación mayor experimentan menores niveles de inflamación, un marcador clave asociado a enfermedades crónicas como las cardíacas.
El estudio fue presentado el 26 de agosto en Santiago, Chile, durante la 36ª Conferencia Anual de la Sociedad Internacional de Epidemiología Ambiental por Daniel Riggs, profesor asistente de medicina ambiental de la UofL.
Su enfoque ha sido un diseño experimental similar a los ensayos clínicos, donde se compararon los efectos de la adición de vegetación en ciertos vecindarios con aquellos en los que no se realizaron plantaciones. Esto permitió a los investigadores evaluar con precisión cómo el entorno verde impacta la salud de los residentes.
En 2018, el Instituto Envirome lanzó esta iniciativa pionera, la primera en su tipo, para investigar si la vegetación urbana podría influir en la salud cardiovascular. El proyecto se desarrolló en una zona de cuatro millas cuadradas en el sur de Louisville, donde los investigadores recolectaron datos iniciales de salud de 745 residentes, incluyendo muestras de sangre, orina, cabello y uñas. También se llevaron a cabo mediciones detalladas de la cobertura arbórea y los niveles de contaminación del aire.
La fase de intervención del proyecto incluyó la plantación de más de 8.000 árboles y arbustos grandes en barrios seleccionados, en colaboración con socios locales. Posteriormente, se compararon los resultados de salud de los residentes de estas áreas con aquellos que vivían en vecindarios sin nuevas plantaciones.
Vivir cerca de árboles reduce la inflamación
Se demostró que quienes vivían en áreas verdes mostraron una disminución del 13 al 20% en los niveles de proteína C reactiva de alta sensibilidad (hsCRP), un biomarcador de inflamación general. Este marcador es crucial, ya que niveles elevados de hsCRP están vinculados a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y ciertos tipos de cáncer.
El impacto de esta reducción en la inflamación es significativo, correspondiendo a una disminución del 10-15% en el riesgo de sufrir ataques cardíacos, cáncer o muerte por cualquier enfermedad. Este descubrimiento subraya la importancia de los espacios verdes urbanos no solo por su valor estético sino por su contribución directa a la salud pública.
Aruni Bhatnagar, director del Instituto Envirome y profesor de medicina de la UofL, destacó que este es el primer estudio que demuestra que un aumento deliberado en la vegetación de un vecindario puede mejorar la salud de sus habitantes.
Aunque estudios previos habían sugerido una relación entre la vegetación y la salud, este proyecto proporciona evidencia clara de que los árboles pueden jugar un papel crucial en la reducción de riesgos de enfermedades crónicas.
La presidenta de la UofL, Kim Schatzel, también elogió el proyecto como un ejemplo del impacto positivo que la investigación colaborativa puede tener en la comunidad local y más allá. A medida que se continúan publicando más resultados del Proyecto Corazón Verde, se refuerza el argumento de que aumentar la cobertura vegetal en las ciudades podría ser una estrategia efectiva para mejorar la salud pública a gran escala.
Con este nuevo respaldo, la conexión entre la salud del planeta y la salud humana se hace más evidente, y las iniciativas para aumentar la vegetación urbana podrían convertirse en una prioridad en la planificación de ciudades saludables.
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