Hombre de Texas podría ser el primero en ser ejecutado por la muerte de un “bebé sacudido”
Robert Roberson recibirá una inyección letal si sus abogados no logran demostrar que merece clemencia
Robert Roberson fue sentenciado a la pena capital por la muerte de su hija Nikki, una niña de 2 años que falleció el 31 de enero de 2002 después de llegar al hospital en estado de coma, desvanecida en los brazos de su padre y con el rostro azulado por la asfixia.
El hombre sería la primera ejecución en el país por ” síndrome del bebé sacudido “, un diagnóstico muy analizado que ha sido cuestionado con éxito en algunos casos penales.
Los médicos atribuyeron los síntomas de Nikki al síndrome del bebé sacudido, una lesión cerebral grave provocada por agitar a un niño menor de 2 años con tanta fuerza que el suministro de oxígeno al cerebro resulta comprometido, sin embargo, en el caso de Roberson, según su defensa, no hay pruebas contundentes.
Cuando Nikki falleció, Roberson tenía 35 años. Era padre soltero y había logrado la custodia de su hija dos meses antes de llevarla desmayada al hospital de Palestine, la ciudad donde vivían en el este de Texas.
De acuerdo a la organización Innocence Project, el 1 de julio, Texas fijó la ejecución de Robert Roberson para el 17 de octubre, a pesar de nuevas pruebas de que es un hombre inocente condenado injustamente en virtud de la hipótesis, ahora desacreditada, del síndrome del bebé sacudido (SBS).
Roberson sería la primera persona en Estados Unidos ejecutada en base a la hipótesis del SBS, a menos que intervengan los tribunales o el gobernador Abbott.
De acuerdo a la organización, ningún médico en el momento de su colapso realizó una revisión de su historial médico de la niña para descartar todas las posibles causas de sus síntomas, porque en ese momento se creía que el SBS podía explicar su condición.
“Un diagnóstico diferencial habría requerido considerar, por ejemplo, el hecho de que, días después de su nacimiento, Nikki sufrió la primera de muchas infecciones que resultaron resistentes a múltiples antibióticos, incluidas infecciones crónicas de oído que persistieron incluso después de que le implantaran los tubos quirúrgicamente. También tenía antecedentes de “apnea respiratoria” inexplicable que le hacía dejar de respirar de repente, colapsar y ponerse azul”, asegura.
Texas estuvo a punto de ejecutar a Roberson en 2016, pero el proceso fue detenido días antes por el tribunal penal más importante del estado, que permitió que un tribunal inferior llevara a cabo una audiencia probatoria. El año pasado, el Tribunal de Apelaciones Penales del estado rechazó la solicitud de Roberson de un nuevo juicio, al no estar convencido por nuevos datos científicos, y el mes pasado también desestimó su solicitud de suspender su ejecución.
Roberson, de 57 años, dijo que espera que Abbott se deje convencer por el apoyo que está recibiendo, incluso de una coalición bipartidista de legisladores estatales, expertos médicos e incluso del detective original en su caso, quien testificó en su contra pero ahora cree que no se cometió ningún delito.
El concepto del síndrome del bebé sacudido comenzó en la década de 1970. Los científicos teorizaron que podría explicar lesiones graves en la cabeza de los bebés si se detectaban ciertos síntomas.
Pero la ciencia médica ha evolucionado con los años, dijo Kate Judson, directora ejecutiva del Centro para la Integridad en las Ciencias Forenses, una organización sin fines de lucro. En una reciente conferencia de prensa organizada por los abogados de Roberson.
Judson dijo que “otros fenómenos, como las caídas de poca altura con impacto en la cabeza o muchas enfermedades que ocurren naturalmente como la neumonía”, ahora se entiende que explican muchos síntomas que antes se creía que indicaban abuso.
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