McLaren W1: llegó el nuevo titán de la velocidad
McLaren vuelve a romper esquemas con el lanzamiento del W1, su coche de calle más potente y avanzado hasta la fecha, con un motor V8 biturbo
En la historia del automovilismo, pocas marcas han dejado una huella tan profunda como McLaren. Desde el icónico McLaren F1 de 1992, que sentó las bases de lo que hoy entendemos como hypercars, hasta el revolucionario McLaren P1 en 2012, la marca británica ha demostrado una y otra vez su capacidad para combinar innovación, rendimiento y diseño.
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Ahora, en pleno 2024, McLaren ha vuelto a sorprender al mundo con su más reciente creación: el McLaren W1.
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Este nuevo modelo no solo es el coche de calle más potente jamás producido por la marca, sino que también incorpora tecnologías de última generación que redefinen el concepto de un hypercar moderno.
El McLaren W1 está equipado con un motor V8 biturbo de 4,0 litros, complementado por un sistema híbrido avanzado. Juntos, estos componentes generan una asombrosa potencia total de 1.258 CV y un par motor de 1.353 Nm.
Estas cifras permiten al W1 acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 2,7 segundos, una hazaña impresionante incluso en el competitivo mundo de los superdeportivos.
Aunque la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 320 km/h, lo que comparte con su predecesor, el P1, el verdadero logro del W1 radica en su capacidad para ofrecer un rendimiento excepcional sin comprometer la eficiencia o la sostenibilidad, gracias a su sistema híbrido.
Un motor de nueva generación: el corazón del W1
El motor V8 del W1, bautizado como ‘MPH-8’, es una obra maestra de ingeniería que ha sido desarrollada completamente desde cero por McLaren.
Con una potencia de 916 CV por sí solo, este propulsor es capaz de generar la mayor potencia específica en la historia de McLaren, alcanzando los 233 CV por litro.
Esto se logra mediante una serie de innovaciones tecnológicas, como el uso de un bloque ligero, tren de válvulas rígido y cilindros recubiertos de plasma, que permiten alcanzar un límite de revoluciones de 9.200 rpm.
También, sus dos turbocompresores twin-scroll se activan a partir de solo 2.500 rpm, asegurando una entrega de potencia rápida y constante en todo momento.
Acompañando al motor de combustión, el W1 cuenta con un sistema híbrido denominado ‘E-Module’. Este sistema incluye un motor eléctrico de flujo radial, una unidad de control y un paquete de baterías compacto de 1,4 kWh.
Aunque solo añade 342 CV adicionales, este componente híbrido mejora significativamente la respuesta del coche y permite una pequeña autonomía eléctrica de 1,6 kilómetros, ideal para desplazamientos cortos en entornos urbanos.
Si bien la autonomía puede parecer mínima, el objetivo de este sistema no es la conducción eléctrica en largas distancias, sino potenciar el rendimiento general del coche.
Ligereza y rendimiento, la obsesión de McLaren
Uno de los aspectos más destacados del McLaren W1 es su ligereza. A pesar de la inclusión de un sistema híbrido, el coche pesa solo 1.399 kg en seco, apenas 3,5 kg más ligero que el P1.
Este logro se debe en gran parte a la optimización de todos los componentes híbridos, que han reducido el peso total en 40 kilos en comparación con el modelo anterior.
El sistema ‘E-Module’ híbrido, por ejemplo, solo pesa 20 kilos, un detalle que marca una gran diferencia en el rendimiento global del coche.
Todo este poder se canaliza a las ruedas traseras a través de un diferencial electrónico, conectado a una transmisión automática de ocho velocidades.
Esta combinación garantiza un manejo preciso y una distribución eficiente de la potencia, mientras que la incorporación de una marcha atrás eléctrica contribuye a mejorar la eficiencia del sistema híbrido.
Diseño aerodinámico y el ‘chasis Aerocell’: máxima eficiencia en cada curva
El McLaren W1 no solo impresiona por su motor y potencia, sino también por su diseño aerodinámico avanzado.
La marca invirtió más de 350 horas en pruebas en el túnel de viento para perfeccionar cada detalle de la carrocería y mejorar la eficiencia aerodinámica.
El resultado es un coche que genera hasta 1.500 kilos de carga aerodinámica total, garantizando una estabilidad superior a altas velocidades.
El chasis monocasco ‘Aerocell’ es otro de los puntos clave del diseño del W1. Con asientos integrados directamente en la estructura del chasis, McLaren ha logrado reducir 5 cm la distancia entre ejes, mejorando la maniobrabilidad y la eficiencia aerodinámica.
Además, las exclusivas puertas Anhedral del W1 no solo añaden un toque futurista al diseño, sino que también mejoran el flujo de aire sobre los guardabarros delanteros.
Tecnología y seguridad al máximo nivel
La seguridad y el control son aspectos prioritarios en el McLaren W1. El nuevo sistema de Control de Chasis Activo Race III ofrece tres modos de configuración: Confort, Sport y Race.
Cada uno de estos modos permite al conductor ajustar la suspensión, la rigidez y la respuesta del coche para adaptarse a diferentes condiciones de manejo, desde la conducción diaria hasta la pista de carreras.
Para garantizar una capacidad de frenado de élite, el W1 está equipado con pinzas de freno forjadas de seis pistones en la parte delantera y de cuatro pistones en la trasera, junto con discos cerámicos de carbono.
Esta combinación permite detener el coche en tan solo 29 metros cuando circula a 100 km/h, y en 100 metros a 200 km/h, ofreciendo una seguridad excepcional incluso en situaciones extremas.
Exclusividad y precio: un coche de élite para pocos afortunados
Con solo 399 unidades producidas y un precio alrededor de los 2 millones de dólares, el McLaren W1 está diseñado para ser un objeto de deseo tanto para coleccionistas como para apasionados de los coches de alto rendimiento.
Desde su tecnología híbrida avanzada hasta su aerodinámica de vanguardia, cada detalle del W1 ha sido diseñado para ofrecer una experiencia de conducción incomparable.
Aunque todas las unidades del W1 ya están vendidas, su legado como uno de los coches más potentes y avanzados jamás creados por McLaren está garantizado.
Con el W1, la marca británica no solo ha vuelto a establecer un nuevo estándar en la industria automotriz, sino que ha reafirmado su posición como líder en innovación y rendimiento de alto nivel.