No más incrementos a los precios de la gasolina en California; Gavin Newsom firma ley para evitarlos

El gobernador de California, Gavin Newsom, firmó el lunes una ley destinada a evitar que los precios de la gasolina se disparen, la última medida del demócrata en una batalla con la industria petrolera por los precios de la energía y los impactos del cambio climático.

La medida obliga a las refinerías a mantener inventarios mínimos de combustible y a planificar reabastecimientos durante los periodos de mantenimiento. Estas disposiciones buscan evitar desabastos y estabilizar los precios, tras un año en el que los picos de precios costaron a los californianos más de $2 mil millones. Además, se autoriza a la Comisión de Energía de California a supervisar el cumplimiento de estas reglas.

Esta ley se inscribe en la estrategia de Newsom para regular a las grandes petroleras, a las que ha criticado por obtener grandes beneficios mientras los consumidores enfrentan costos elevados en la bomba. “Estamos cumpliendo nuestra promesa de proteger a las familias californianas y evitar que el costo de vida siga aumentando”, declaró el gobernador.

La ley ha recibido apoyo de legisladores, organizaciones de consumidores y líderes locales, aunque algunos sectores de la industria advierten que podría generar desafíos operativos. A pesar de las críticas, Newsom destaca que es un paso necesario para controlar los precios en beneficio de los ciudadanos

Los californianos pagan las tarifas más altas en los surtidores de combustible de Estados Unidos debido a los impuestos y las regulaciones ambientales. El precio promedio de la gasolina regular sin plomo en el estado era de aproximadamente $4.68 por galón el lunes, en comparación con el promedio nacional de $3.20, según la AAA.

La nueva legislación se inspiró en los hallazgos de la División de Supervisión del Mercado del Petróleo del estado, que mostraron que los aumentos repentinos del precio del gas se deben en gran medida a los aumentos de los precios mundiales del crudo y a las interrupciones no planificadas de las refinerías. La ley otorga a los reguladores de la energía la autoridad para exigir que las refinerías mantengan una cierta cantidad de combustible a mano. El objetivo es tratar de evitar que los precios aumenten repentinamente cuando las refinerías dejan de funcionar por mantenimiento. Los defensores dicen que ahorraría a los californianos miles de millones de dólares en las gasolineras.