Cadena perpetua a abuela de Oklahoma que mató a su nieta y dejó el cuerpo en un bote de basura

Una abuela de 63 años de Oklahoma probablemente pasará el resto de sus días tras las rejas por matar a su nieta de 3 años, y dejar que el cuerpo de la niña se descompusiera en un bote de basura durante varios días.

La jueza del Tribunal de Distrito del Condado de Cleveland, Lynne McGuire, ordenó a Becky Ann Vreeland que cumpliera una sentencia de cadena perpetua en un centro penitenciario estatal por el asesinato en 2022 de la menor Riley Lynn Nolan, según muestran los registros judiciales consultados ​​por Law&Crime.

Las autoridades acusaron a Vreeland de golpear a Riley hasta la muerte, dejando hendiduras en la pared del baño que, según dicen, eran “del tamaño de la cabeza de un niño”.

Hace unos días Vreeland se declaró culpable de un cargo de asesinato en primer grado en relación con la muerte de Riley. Según la ley estatal de Oklahoma, una sentencia de cadena perpetua se considera de 45 años.

Debido a la gravedad del delito, Vreeland debe completar al menos el 85% de su sentencia, lo que significa que debe cumplir más de 38 años antes de poder ser elegible para la libertad condicional, momento en el que tendría 99 años.

De acuerdo con The Oklahoman, como parte del acuerdo de culpabilidad se desestimó un solo cargo por profanación de un cadáver humano.

Según el comunicado de prensa inicial del Departamento de Policía de la Ciudad de Oklahoma, respondió el 21 de junio de 2022 a una “llamada de problema desconocido” en una casa ubicada en el número 600 de SW151 Street. Al llegar al lugar, los socorristas se enteraron de que había un niño fallecido en la residencia.

“Los oficiales encontraron el cuerpo de Riley Nolan, de tres años, en un bote de basura en la casa”, dice el comunicado. “La niña tenía signos evidentes de trauma en su cuerpo”.

Los investigadores dijeron que, en el momento del incidente, la joven Riley estaba bajo el cuidado de su abuela, identificada en el comunicado como Vreeland. La policía trasladó a la mujer a la sede del departamento, donde fue entrevistada y posteriormente ingresada en la cárcel del condado de Cleveland bajo sospecha de asesinato.

Vreeland mantuvo que la muerte de su nieta fue un trágico accidente, afirmando repetidamente que Riley murió después de caerse de una escalera en el patio trasero.

Un detective de homicidios detalló que el cuerpo de Riley fue descubierto dentro de un contenedor de basura justo afuera de la casa de Vreeland, donde también se encontraban los juguetes de la niña y había sido cubierto con dos mantas.

El detective explicó que los investigadores localizaron salpicaduras de sangre en toda la casa de Vreeland, incluso en el dormitorio principal, el baño principal y varias otras áreas de la casa.

Además, testificó que al registrar el baño principal, la policía encontró dos pequeñas hendiduras circulares en la pared que “parecen ser del tamaño de la cabeza de un niño”.

Vreeland le dijo a la policía que guardaba regularmente los juguetes de Riley en el contenedor de reciclaje en la parte trasera de la casa. Afirmó además que había una escalera de piscina junto al contenedor, por lo que supuso que Riley se subió solo para caerse y morir. La abuela dijo que encontró a Riley muerta cuando se despertó a la mañana siguiente.

Sin embargo, fue el exmarido de Vreeland -y abuelo de Riley- quien encontró el cuerpo ya en descomposición de la niña en el contenedor tres días después de su muerte y llamó a la policía. Vreeland dijo que no llamó a las autoridades porque temía que le quitaran a sus otros nietos.

La policía dijo que a la escalera junto al contenedor de reciclaje le faltaba la base y se derrumbaría inmediatamente si alguien intentaba usarla.

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