“Fue como un santo”: fans lloran con devoción la muerte de Fernando Valenzuela
Aficionados de Los Ángeles fueron al estadio de los Dodgers a rendirle honores a Fernando Valenzuela tras informarse de su fallecimiento
La ciudad de Los Ángeles empezó a llorar la muerte de uno de sus mayores ídolos, Fernando Valenzuela, la noche del martes luego de que los Dodgers dieran a conocer la triste noticia mediante un breve comunicado.
El “Toro” Valenzuela, quien estaba por cumplir 64 años el 1 de noviembre, deja un legado enorme en el béisbol y también fuera del deporte. Su éxito como lanzador de los Dodgers le permitió convertirse en inspiración de la comunidad mexicana y latina del sur de California, y en realidad a todo lo largo y ancho de Estados Unidos. Por supuesto, Valenzuela es considerado un héroe en México.
“Esta noche, nuestra ciudad le llora a una leyenda”, escribió en redes sociales la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass. “Para millones, Fernando Valenzuela fue más que un jugador de béisbol. Él fue un ícono que trascendió los límites de la esperanza y de los sueños. Él fue la voz de un juego que mantenemos cerca de nuestros corazones. Su carisma fue palpable y su excelencia fue innegable. Él fue un campeón mundial de los pies a la cabeza”.
La muerte de Valenzuela llegó solo tres días antes de la Serie Mundial entre sus Dodgers y los Yankees de Nueva York. De hecho, él falleció tan solo unas horas antes de que se cumpliera el aniversario 43 del más importante juego ganado en su legendaria carrera.
El 23 de octubre de 1981, Valenzuela realizó 147 lanzamientos para vencer a los Yankees 5-4 y despertar a los Dodgers, que luego ganaron tres juegos en fila para conseguir el campeonato en esa temporada en que el zurdo de 20 años fue Novato del Año y ganador del Trofeo Cy Young, algo sin precedentes.
Orgullo y tristeza de aficionados tras la muerte de Fernando Valenzuela
Aunque ya era tarde en Los Ángeles, decenas de aficionados de los Dodgers llegaron a la entrada principal del estadio donde Valenzuela hizo historia incontables veces. Hubo flores, algunas lágrimas, uno que otro grito lejano a la memoria del “Toro” y también helicópteros de noticieros sobrevolando el área.
“Fernando fue un ídolo de muchos de nosotros, de muchachos, de niños”, dijo Benjamín Torres, uno de los fans que llegaron a honrar a Valenzuela. “Representó el orgullo de ser mexicano, de ser latino, de ver deportistas que se miraban como nuestros hijos, nuestros tíos, nuestros primos. Siempre utilizó su plataforma para avanzar causas cívicas para que la comunidad latina participara y se desarrollara más aquí en Los Ángeles”.
Torres, vistiendo ropa de los Dodgers, espera que el legado de Valenzuela siga siendo inspiración de las nuevas generaciones.
“Ojalá su presencia siga inspirando a muchos deportistas jóvenes; a los niños, a las niñas, que tengan orgullo en ser mexicanos, en ser latinos, y que quieran seguir una carrera en los deportes, y en todo lo que hagan: que tengan orgullo en quiénes son. Y eso, el ‘Toro’ Fernando Valenzuela representó para todos nosotros aquí en Los Ángeles”.
Vistiendo un jorongo y gorra de los Dodgers, Miguel Antonio González solo se paró frente a la incipiente ofrensa floral sobre la avenida Vin Scully que lleva a la entrada principal del estadio.
“Estoy bien, un poco triste… porque es la semana que van a jugar la Serie Mundial con los Yankees. La única que Fernando pitcheó (en Serie Mundial) fue con los Yankees también. Esa es una memoria que tengo con mi padre también”.
Valenzuela fue mucho más que un jugador: fue un ídolo en Los Ángeles
Aunque los años dorados de Valenzuela fueron en la década de los 80, muchos jóvenes angelinos de la actualidad recibieron de sus padres la inspiración que Valenzuela a su vez les transmitió con éxitos deportivos y buenas causas comunitarias.
Diego Velázquez, un joven que vestía una playera con la imagen de Valenzuela, dijo que fue a Dodger Stadium a mostrar su respeto por el gran serpentinero mexicano “por todo lo que hizo para los Dodgers, para los mexicanos, la gente latina y para el béisbol”.
“Para mí y mi familia fue como un santo”, dijo Velázquez. “A mi papá le encantó Fernando y [se] puso su playera de Fernando con su hermano para el bautizo de mi tía. Y hasta yo, que juego béisbol, juego también para Fernando y para mi papá, que Fernando es su ídolo”.
Tony Ramos, otro joven angelino afuera del estadio, dijo que quería llevarle una vela a Fernando, pero que no encontró una tienda para ello en su camino a Dodger Stadium. Igual estuvo ahí para rendirle tributo.
“Es una leyenda en Dodgers. Yo que vengo de una familia mexicana, para nosotros es mucho más que un jugador”, dijo Ramos, quien vestía un jersey de los Lakers, equipo que en la misma noche triste de L.A. inauguraban su temporada 2024-25 a unas cuantas millas de distancia.
“Merece estar en el Salón de la Fama”, agregó Ramos, quien luego produjo una idea que muchos fans de los Dodgers querrán ver germinar con su equipo. “Ojalá que los Dodgers puedan usar esto como motivación. Ahora tenemos que ganar para Fernando y toda la comunidad”.
A Valenzuela le sobreviven su esposa Linda; sus hijos Fernando, Ricardo, Linda y María; siete nietos y familia extendida.
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