Vinculan al asesino serial Bruce Lindahl con un crimen sin resolver de hace 45 años

Gracias a pruebas de ADN tomadas de un asesino serial que murió en 1981, se pudo resolver un crimen cometido en 1979 en Illinois

Kathy Halle

El cuerpo de Halle fue descubierto el 24 de abril de 1979 en el río Fox al sur del puente I-88, en North Aurora. Crédito: North Aurora Police Dept. | Cortesía

Han pasado 45 años y finalmente la familia de una adolescente asesinada en North Aurora, Illinois, en 1979 pudo cerrar ese trágico capítulo.

La policía dijo que Kathy Halle, de 19 años, fue asesinada por Bruce Lindahl, un asesino en serie que atacaba a mujeres y niñas en los suburbios del oeste.

Utilizando pruebas de ADN (una tecnología nueva que no existía hasta décadas después de la muerte de Halle), la policía pudo cerrar un caso que permaneció congelado por décadas.

El cuerpo de Halle fue descubierto el 24 de abril de 1979 en el río Fox al sur del puente I-88 en North Aurora. Había estado desaparecida casi un mes. La policía ahora dice que fue Lindahl quien dejó el cuerpo de Halle allí, y finalmente tienen la evidencia de ADN para probarlo.

El 29 de marzo de 1979, un poco menos de un mes antes de que se encontrara su cuerpo, Halle acababa de salir de su casa en North Aurora para recoger a su hermana en el centro comercial Northgate, pero nunca llegó allí.

La policía cree que Lindahl secuestró a Halle en el estacionamiento de su complejo de apartamentos antes de llevarla al río Fox. Su cuerpo terminó siendo encontrado por un niño que pescaba cerca de su apartamento.

“No salva a Kathy. No le hace justicia a Bruce”, dijo el detective de la policía de North Aurora, Ryan Post. “Pero es, ya sabes, el orgullo de poder darle un cierre a la familia en este caso. Eso fue realmente importante para nosotros”, añadió.

La clave para resolver el caso fue la evidencia de ADN encontrada en la camisa de Halle. “En este caso particular, en el que el cuerpo había estado en el río durante tres semanas, era muy importante que obtuviéramos cada muestra de ADN posible”, dijo Steven DuBois, de DNA International.

El otro crimen que ayudó a resolver el caso

Hace solo cuatro años, el cercano Departamento de Policía de Lisle resolvió otro crimen: el asesinato en 1976 de Pamela Maurer, una niña de 16 años que salió de su casa para ir a buscar un refresco. A la mañana siguiente, su cuerpo fue encontrado en College Road en Lisle. Había sido estrangulada y agredida sexualmente.

En 2020, la policía exhumó el cuerpo de Lindahl y utilizó ADN para resolver el caso Maurer. Las pruebas de ADN vincularon a Lindahl con el crimen.

Lindahl también estaba acusado de violar y luego matar a Debra Colliander antes de que ella fuera citada a testificar en su contra. El cuerpo de Colliander fue encontrado enterrado en un campo del condado de Kendall en 1982, momento en el que el propio Lindahl ya estaba muerto.

El acusado murió en 1981 a los 28 años. Los investigadores dijeron que se apuñaló accidentalmente mientras asesinaba a otro hombre, Charles Huber.

Ahora, el ADN utilizado para resolver el caso de Maurer se utilizó una vez más para resolver el de Halle.

“Descubrimos que la ciencia era buena, que de hecho mostraba que el ADN que se encontró en la ropa de Kathy pertenecía a Bruce Lindahl”, dijo el fiscal estatal del condado de Kane, Jamie L. Mosser.

En un mensaje, la familia de Halle, que no quiso hablar públicamente, expresó que finalmente tuvieron algo de alivio.

“Si bien revisar este caso ha sido increíblemente difícil para nuestra familia, estamos increíblemente agradecidos de haber cerrado el caso después de 45 largos años“, leyó el subdirector de policía de North Aurora, Joe Gorski, de la carta de la familia.

Mientras tanto, otra mujer le dijo a CBS News Chicago que fue violada por Lindahl, también en 1979. Sobrevivió y lo denunció a la policía, pero no se presentaron cargos.

“Lo llamo monstruo”, dijo Annette Lazar. “Ni siquiera me gusta decir su nombre. Lo llamo el monstruo”.

Lazar dijo que Lindahl la atrajo a su casa hace 45 años ofreciéndole venderle marihuana. “Me puso una pistola en la cabeza y me violó, pero me escapé”, comentó.

“Cuando me puso la pistola en la cabeza, todo lo que podía oír en mi cerebro era: ‘Voy a morir, voy a morir’“. Se le preguntó a Lazar por qué cree que sobrevivió ese día. “Por la gracia de Dios”, dijo, “mis ángeles estaban conmigo”.

Los investigadores dijeron que muchas otras mujeres no escaparon. Han vinculado a Lindahl con al menos una docena de otros asesinatos en los suburbios occidentales en los años 70 y principios de los 80.

Las autoridades sospechan que Lindahl es responsable de matar a otras víctimas encontradas en circunstancias similares a las de Halle. La tecnología del ADN está cerrando los casos por fin.

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