Abren programa para operar cocinas privadas en Los Ángeles; hay fondos disponibles
Las opciones de triunfo están abiertas también para indocumentados y entrar a la economía formal
Aproximadamente 300 personas, en su mayoría latinos e inmigrantes solicitaron el subsidio de $597.00 dólares para cubrir la tarifa del permiso de salud pública y poder operar legalmente cocinas privadas en sus hogares, gracias al programa Microempresa Operación de Cocina Casera (MEHKO) del Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles.
El condado de Los Ángeles es uno de los más grandes de Estados Unidos que aprobó, a través de la Junta de Supervisores, el permiso para la operación de una empresa de cocina en casa.
En mayo de este año, fue aprobada una moción de las supervisoras Holly Mitchell e Hilda Solís, para crear un de subsidio de tarifas para implementar de manera equitativa el nuevo programa MEHKO. El proyecto se implementará a partir del de noviembre
Desde 2019, el Código de alimentos minoristas de California (CRFC) ya permite a los cocineros caseros solicitar un permiso de salud pública para operar un MEHKO.
“Ahora, la gente tiene la oportunidad de abrir un pequeño restaurante dentro de su casa”, dijo Liza Frías, directora de Salud Ambiental del Departamento de Salud Pública del condado Los Ángeles.
“Es una gran oportunidad económica para poder iniciar un pequeño negocio y ser capaz de llevarlo hacia adelante”, añadió.
De inicio, las 300 personas que se registraron ofrecen un indicativo de que esperan ingresar en un entorno regulado, y obtener el permiso requerido para vender alimentos completamente de forma legal.
El subsidio de $597 es parte de un paquete de $600,000 dólares disponibles para ayudar a cuantos microempresarios sea posible, hasta que se agoten los fondos.
De ser aprobada la solicitud inicial, hasta dentro de un año los microempresarios tendrían que pagar la tarifa por la renovación del permiso de operatividad de su negocio.
Para que una solicitud prospere, el aspirante a empresario particular tiene que presentar sus procedimientos operativo estándar.
Es decir, si la persona afirma en su solicitud que va a vender tamales, y nada más, cuando haya una inspección del negocio, su menú debe ser exactamente el que ha declarado inicialmente, y no vender otros productos. Además, lo debe hacer de manera segura, cumpliendo ciertos requisitos de salud.
En cambio, si la persona, aparte de tamales, quiere vender en casa burritos y tortas, puede hacerlo. Solamente debe declararlo en su solicitud inicial del permiso de venta.
La comida debe prepararse en la cocina y no en patio trasero de la casa, aunque sí la pueden servir en ese lugar del hogar
“Hoy en día hay personas que hacen esto de vender comida sin un permiso”, comentó Liza Frías. “Por eso los alentamos para que acudan con nosotros y obtengan un permiso y asegurarnos de que estén protegiendo a las personas a las que sirven comida”.
De hecho, los microempresarios tienen tres opciones: pueden servir la comida en interior de la casa, pedirles a los clientes que recojan su pedido o comer en el patio trasero de la casa, pero no en el jardín delantero de la propiedad.
Los límites del negocio, sin embargo, son una venta de 90 comidas semanales y un ingreso anual máximo de $100,000 dólares.
La primera afortunada en someter su solicitud fue la inmigrante italiana Barbara Pollastrini.
“Esta es una gran oportunidad por mí y para mí misma”, dijo la mujer residente de Hollywood, a La Opinión. “Después de la pandemia cambió el mundo de los restaurantes y todos queremos tener un restaurante propio que no cueste millones de dólares. Esto programa es para chefs como yo”.
Indocumentados son bienvenidos
Sara Shakir, quien funge como enlace con la industria alimentaria en el Departamento de Salud Pública del condado, manifestó que la oportunidad de abrir un negocio de comida en casa es una gran oportunidad para amas de casa que no pueden dejar a sus niños solos, pero que tienen un negocio y venden comida “por debajo de la mesa”, con muchos riesgos, tanto para ellas y sus clientes.
“Ahora, al establecer ellas un negocio, potencialmente van a tener acceso a más oportunidades porque una vez que se instituyan como negocio tendrán acceso a una comunidad de emprendedores”, dijo. “Por ejemplo, está Cook Academy, una alianza que tiene una serie de grupos que se arman para apoyarse mutuamente, compartiendo ideas para el éxito”.
Shakir compartió que, en otros condados se han enterado de familias que, además de vender comida en casa, también preparan banquetes y están ahorrando para abrir un restaurante formal. o bien, se están convirtiendo en personalidades culinarias en YouTube.
La oportunidad de negocio para crecer económicamente está abierta, además, para personas indocumentadas.
“Como todos los que somos inmigrantes, el primer paso que se debe dar es atreverte a triunfar, porque somos muy emprendedores, aunque a veces no conocemos cómo funciona el sistema”, dijo la mujer nacida en la ciudad de México.
Latinos inspirados para triunfar
Los esposos Cindy y Anthony Piña, residentes en la ciudad de San Pedro, afirmaron que están intentando abrir un restaurante donde solamente venderían alitas de pollo aderezadas con chile chamoy.
“Estamos construyendo la cocina en casa, pero la venta de alitas de pollo con chamoy lo venimos haciendo desde hace un año, y vamos por buen camino”, dijo Cindy, originaria de la Ciudad de México.
Señaló que han invertido entre $30,000 y $40,000 en su negocio, pero todavía no han visto ganancias considerables.
“Creo que la clave estará en las salsas que sabe preparar mi esposo”, dijo. “De hecho, la gente ya sabe que puede recoger sus pedidos en mi casa y también les llevamos las alitas de pollo a domicilio”.
Por su parte, Pablo Quiroz, quien obtuvo una licenciatura en negocios y residente de Los Ángeles, tiene como objetivo que su negocio de jugos despegue al éxito.
“Mis jugos son ricos para la nutrición y la salud de la gente”, dijo el joven de 36 años, quien combina la manzana, piña y limón, y otras frutas que son delicia para sus clientes.
“Si todo va bien, espero poner mi negocio en casa y también quiero aplicar a ver si puedo tomar a obtener un carrito e ir a vender a los mercados”, señaló.
Aparte del éxito económico que espera lograr, Pablo Quiroz tiene la meta de ganar mucho dinero y ofrecer becas a estudiantes de comunidades en desventaja.
Jim Bragan, director de sucursal del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles manifestó que la oportunidad de negocio para los microempresarios podría representar la opción de que los sueños se convierten en realidad.
“Eso espero. Sí, eso es lo que queremos para todos”, dijo.
ragan reafirmó que la ordenanza aprobada por la Junta de Supervisores para crear al programa Microempresa Operación de Cocina Casera (MEHKO) cumple con el Código de Salud y Seguridad del Estado de California.
“La razón por la que programa] esto [el programa] es tan bueno es que permite a las empresas operar de manera segura bajo la guía del Departamento de Salud Pública”, subrayó.