El ejercicio durante la quimioterapia mejora la función cognitiva
El ejercicio podría mitigar el “quimiocerebro” en mujeres con cáncer de mama. El ensayo ACTIVATE muestra mejoras cognitivas
Un nuevo estudio sugiere que el ejercicio aeróbico durante la quimioterapia puede mejorar la función cognitiva en mujeres con cáncer de mama, a pesar de que las pruebas neuropsicológicas tradicionales no mostraron diferencias significativas en el rendimiento entre las pacientes que hicieron ejercicio y las que no lo hicieron.
Aun así, los propios informes de las participantes destacan que el ejercicio puede ser una herramienta efectiva para combatir el deterioro cognitivo asociado con el tratamiento. Estos resultados apoyan la inclusión de programas de ejercicio en los planes de atención oncológica para mejorar no solo la salud física, sino también la mental.
El estudio, denominado ensayo ACTIVATE, fue publicado recientemente en la revista CANCER, una publicación revisada por pares de la Sociedad Estadounidense del Cáncer. El ensayo incluyó a 57 mujeres canadienses de Ottawa y Vancouver diagnosticadas con cáncer de mama en estadio I a III, todas ellas a punto de iniciar su tratamiento de quimioterapia.
Las participantes fueron divididas en dos grupos: el primero comenzó un programa de ejercicios aeróbicos desde el inicio de la quimioterapia, mientras que el segundo lo hizo después de completar el tratamiento.
Los resultados más destacados provinieron de los informes subjetivos de las mujeres en el primer grupo, quienes señalaron mejoras en su capacidad para concentrarse, recordar y pensar en general, síntomas frecuentemente afectados por la quimioterapia, un fenómeno conocido como “quimiocerebro” o “niebla mental”.
Sin embargo, los resultados de las pruebas neuropsicológicas —herramientas comúnmente utilizadas para medir el rendimiento cognitivo— no revelaron una diferencia notable en el rendimiento entre los dos grupos, lo que sugiere que, aunque los exámenes estándar no detectaron cambios, las pacientes percibieron mejoras significativas en su calidad de vida y funcionamiento cognitivo.
El impacto del ejercicio
Este tipo de “quimiocerebro” es una complicación bien documentada de la quimioterapia en mujeres con cáncer de mama. Muchas de ellas experimentan una disminución en su capacidad mental que puede prolongarse incluso después de finalizar el tratamiento.
Si bien el impacto del ejercicio en estas funciones ha sido explorado en estudios anteriores, el ensayo ACTIVATE destaca el papel crucial que puede desempeñar la actividad física en la mejora de las experiencias cognitivas durante el tratamiento.
La doctora Jennifer Brunet, autora principal del estudio y profesora en la Universidad de Ottawa, subrayó la importancia de integrar el ejercicio físico en los planes de tratamiento oncológico. “Nuestros hallazgos refuerzan la necesidad de que la evaluación y recomendación de ejercicios sean una parte rutinaria del cuidado del cáncer”, afirmó.
Según Brunet, la adopción de programas de ejercicio no solo ayuda a mitigar los efectos físicos de la quimioterapia, sino que también ofrece un recurso valioso para mejorar el bienestar mental y la capacidad de las pacientes para gestionar los efectos adversos del tratamiento.
Pese a los beneficios evidentes reportados por las participantes del estudio, Brunet destacó que muchas mujeres sometidas a quimioterapia continúan siendo insuficientemente activas. Además, los programas de ejercicios especializados para pacientes con cáncer de mama son limitados, lo que representa un desafío para maximizar los beneficios del ejercicio en esta población.
La doctora hizo un llamado a la colaboración entre el sector académico, los sistemas de salud y las comunidades deportivas para crear y promover programas de ejercicio personalizados y accesibles para todas las mujeres afectadas por el cáncer de mama.
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