Ecuador equipó a su Ejército con armas incautadas al crimen organizado

Durante los últimos años la presencia del crimen organizado en Ecuador ha aumentado considerablemente, y con ello también se incrementan los decomisos por parte de las autoridades del país.

Además de enormes cantidades de droga, se han incautado miles de armas de alto poder con las que los grupos criminales pretendían sembrar el terror en las calles, pero ahora servirán para atacar a estos mismos grupos.

Y es que, en un hecho inédito, las Fuerzas Armadas de Ecuador recibieron un primer lote de fusiles y pistolas incautado a las redes del tráfico internacional de armas, y se espera el traspaso de 50,000 municiones en los próximos dos meses. 

Así lo informó el capitán de fragata Mario Bonilla, jefe de control de armas en Guayas del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, durante un acto simbólico de entrega en Guayaquil de 122 fusiles y 48 pistolas nuevos incautados a traficantes en aguas de las islas Galápagos.

Esta acción forma parte de un referéndum aprobado en abril de este año, como parte de las reformas promovidas por el presidente Daniel Noboa para fortalecer la lucha contra la delincuencia, pues anteriormente las armas incautadas por las fuerzas de seguridad del Estado debían ser destruidas.

Más de 1,100 armas decomisadas

Durante la entrega del armamento, el mandatario ecuatoriano exhortó a los militares a usar estas armas con determinación “contra nuestros verdaderos enemigos: los narcoterroristas, los delincuentes”.

En su discurso señalo que estas armas confiscadas a las bandas criminales deben ser empleadas con el respaldo de la ley para el uso progresivo y legítimo de la fuerza, una normativa que en Ecuador permite que policías y militares puedan a abatir a presuntos delincuentes si perciben que existe una amenaza para ellos o para la población en el momento del acto delictivo.

De acuerdo con la agencia EFE, desde el pasado mes de mayo la Fuerza Investigativa Anticriminal, una división de la Policía Nacional de Ecuador, ha incautado 1,154 armas de fuego y 25,442 cartuchos.

Desde inicios de año, el presidente Noboa elevó la lucha contra el crimen organizado a la categoría de “conflicto armado interno”, con lo que pasó a catalogar a estas bandas como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales, a la vez que decretó un estado de excepción con el que, entre otras acciones, militarizó las cárceles controladas por estas organizaciones.

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