OMS: la tuberculosis vuelve a ser la principal enfermedad infecciosa mortal

La tuberculosis, la mayor causa de muerte infecciosa en 2023, evidencia la necesidad de financiamiento y avances en erradicación, según la OMS

This 2006 electron microscope image provided by the Centers for Disease Control and Prevention shows Mycobacterium tuberculosis bacteria, which causes the disease tuberculosis. The number of U.S. tuberculosis cases in 2023 was the highest in a decade, according to a report released by the CDC on Thursday, March 28, 2024. (Janice Carr/CDC via AP)

La tuberculosis es una enfermedad menos contagiosa que COVID. Crédito: Janice Carr/CDC | AP

La tuberculosis se ha convertido en la enfermedad infecciosa que más vidas ha cobrado en 2023, superando al COVID-19 en mortalidad, según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado el martes.

Este cambio revela los desafíos que enfrenta el esfuerzo global por controlar una enfermedad que, a pesar de los avances en su tratamiento y diagnóstico, aún representa un grave problema de salud pública mundial. A lo largo del año pasado, unos 8,2 millones de personas fueron diagnosticadas con tuberculosis, una cifra récord desde que la OMS comenzó a recopilar estos datos en 1995.

La disponibilidad de tratamiento adecuado para estas personas sugiere progresos en la detección, pero la cifra también refleja el alcance y la persistencia de la enfermedad.

Aunque el número de personas enfermas ha disminuido desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, la tuberculosis continúa siendo un gran obstáculo para la salud pública, y los esfuerzos por erradicarla aún no están cerca de cumplir los objetivos establecidos.

La OMS reportó que el total de personas enfermas aumentó ligeramente, alcanzando un estimado de 10,8 millones en 2023, lo cual pone en evidencia que la erradicación total sigue siendo una meta lejana.

El año 2023 también vio una reducción en las muertes relacionadas con esta enfermedad, con 1,25 millones de personas fallecidas en comparación con los 1,32 millones de 2022. Aunque esta disminución puede considerarse un avance, las cifras aún representan un número de muertes prevenibles.

El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, expresó su preocupación por la situación actual de la tuberculosis, subrayando que las herramientas necesarias para prevenir, detectar y tratar la enfermedad ya están disponibles, pero aún no son accesibles para todas las personas en riesgo. En sus palabras, la persistencia de la tuberculosis como una amenaza global es “indignante”, especialmente cuando los avances médicos deberían poder contrarrestarla.

Por qué no se ha erradicado la tuberculosis

El progreso hacia la erradicación de la tuberculosis se ha visto afectado por múltiples desafíos, siendo la falta de financiamiento uno de los principales obstáculos. Los países de ingresos bajos y medianos, donde se concentra el 98% de los casos, enfrentan una marcada escasez de recursos financieros para combatir la enfermedad.

Las proyecciones de la OMS para los próximos años indican que, sin un aumento significativo en los fondos y el apoyo global, los hitos de reducción de la carga de la enfermedad están en peligro. Además, alcanzar los objetivos propuestos para 2027 requerirá esfuerzos considerables y un enfoque coordinado a nivel mundial.

Uno de los aspectos destacados del informe es la brecha cada vez menor entre el número de casos nuevos estimados y los casos notificados de tuberculosis. En 2023, esta brecha se redujo a 2,7 millones de personas, una mejoría significativa en comparación con los 4 millones reportados durante los años críticos de la pandemia de COVID-19 en 2020 y 2021.

Esto refleja un esfuerzo global para mejorar la detección y el acceso a tratamientos adecuados, aunque la magnitud de esta brecha sugiere que aún hay millones de personas que viven con tuberculosis sin ser diagnosticadas ni recibir el tratamiento necesario.

El compromiso de la OMS con la erradicación de la tuberculosis ha sido constante, pero el progreso ha sido lento y desigual, especialmente en regiones con menores ingresos donde las condiciones de vida y el acceso limitado a servicios de salud crean un entorno propicio para la propagación de la enfermedad.

La tuberculosis es causada por bacterias que se transmiten por el aire, lo que hace que sea difícil de contener en áreas con sistemas de salud deficientes. A pesar de los programas de vacunación y de tratamientos antimicrobianos, las personas en estas regiones continúan estando en alto riesgo de infección y muerte.

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