Dana: Plan Sur evitó hace 70 años que Valencia se inundara
La obra de ingeniería llamada Plan Sur cambió el mapa de la metrópoli para siempre. Y eso salvó la ciudad
De no ser por una obra de ingeniería faraónica de los años 50 conocida como Plan Sur, las inundaciones en la región española de Valencia habrían sido más devastadoras aún.
Las fuertes lluvias desencadenadas por el fenómeno meteorológico de la DANA dejan ya 211 muertos en la región. Pese a que los equipos de rescate trabajan día y noche, conforme pasan las horas la esperanza de encontrar más sobrevivientes está disminuyendo.
Las inundaciones repentinas y mortales destruyeron puentes y cubrieron pueblos de barro, arrasando con todo a su paso y dejándolos sin agua, alimentos ni electricidad.
Y mientras el ejército español se despliega junto a los servicios de emergencia locales, muchos creen que la catástrofe podría haber sido mucho peor.
“Estoy convencido de que gracias al Plan Sur, el agua no ha llegado a Valencia, sino lo habría hecho y la tragedia sería mayor”, le dice a BBC Mundo, Miguel Ángel Carrillo Suárez, ingeniero y presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de España.
Hace 70 años, el río Turia atravesaba Valencia por la mitad, recorriéndola de oeste a este. De hecho, la ciudad de origen romano se construyó en torno a esta vía fluvial que regaba sus campos y desembocaba en el mar Mediterráneo.
Con casi 800.000 habitantes en su área metropolitana, es la tercera ciudad de España en número de población tras Madrid y Barcelona.
Pero en 1957 otro episodio mortífero de lluvias extremas desbordó el río. En aquella ocasión murieron 84 personas, los casi 3 metros de agua y barro dañaron barrios enteros y paralizaron la economía durante meses.
Y es que la ciudad se encuentra sobre una planicie levemente inclinada hacia el mar y cuando llegaban lluvias torrenciales, el agua buscaba llegar al Mediterráneo pasando por ese cauce.
“Las inundaciones suceden cada bastantes años. Es un fenómeno meteorológico que descarga mucha lluvia y como las cuencas son pequeñas y tienen pendiente, en seguida se concentra el agua y en su salida al mar y se producen estas grandes tragedias”, afirma Carrillo Suárez.
El megaproyecto
Para revertir la situación, bajo la dictadura de Francisco Franco el Estado aprobó un plan drástico: desviar el trazado del rio hacia el sur y excavar una vía nueva de casi 13 kilómetros, completamente artificial que protegiera de las riadas.
Para domar el rio y realizar la modificación geográfica, se necesitó colocar una especie de tapón en el cauce natural para reconducirlo a la vía de hormigón de paredes inclinadas y 250 metros de ancho en su base.
La megaconstrucción se dio por finalizada en diciembre de 1969 y a día de hoy se considera una de las obras de ingeniería más importantes de la historia de España.
En las fotografías y videos de esta semana, se aprecia como el cauce actual de 7 metros de alto, canaliza la tromba de agua y aguanta la embestida que de otra manera hubiera anegado las calles.
“Podemos decir que en la ciudad no pasado nada gracias al nuevo cauce. Vivo en Valencia y estoy como a 500 metros de la construcción y aquí está todo bien. Pero justo al otro lado, la tragedia es enorme. Es muy chocante ese contraste”, explica Federico Bonet Zapater, Consejero Territorial en Valencia del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.
Como él, muchos valencianos se sienten hoy privilegiados por vivir al otro lado del Turia.
Un barranco mortal
“El Plan Sur cuenta con presas de laminación y probablemente se hubiera podido evacuar todo por ahí sin mayor problema. Lo que pasa es que justo al lado de río Turia hay un barranco importante, pero más pequeño, de menor longitud, que normalmente nunca llevaba agua”.
“Ese es el barranco que se ha desbordado porque se concentró una lluvia muy intensa en su cabecera. Es relativamente pequeño y eso hace que se acumule enseguida toda la lluvia que le llega y que salga todo de golpe”, añade.
Financiada con un sello postal
Con un presupuesto inicial de casi 3.000 millones de pesetas, la obra acabaría costando el doble.
Una parte del Plan Sur se financió por los propios valencianos, que a la hora de enviar cartas debían añadir a sus misivas un sello extra que costaba 25 céntimos de peseta. “Estuvimos pagando aquello unos 20 años”, recuerda Bonet.
“Hasta que no pasa algo así, la gente no se da cuenta de lo que valen las obras de ingeniería como esta. Protegen las vidas de las personas -que es algo que no tiene precio-, pero también los terrenos y las viviendas”, dice Carrillo Suárez.
“En la Valencia del año 57 la gente usaba el cauce para muchas cosas que no debiera como poner casas o huertos. Lo hacían porque las inundaciones pasaban cada bastantes años. Entonces, cuando llegó la riada, se llevó todo lo que había por allí”, afirma Carrillo Suárez.
La crecida de 1957 tuvo profundas consecuencias urbanísticas y socio-económicas. Y el régimen franquista decide aprovechar el rediseño del río para llevar a cabo una gran operación urbanística. Las autoridades decidieron remodelar la ciudad por completo. Se concibió “una nueva Valencia”.
En la década de los 60, “Valencia experimentó un crecimiento del PIB del 10%, muy superior a la media española y la consolidaron como una importante corona metropolitana industrial, económicamente pujante y moderna. En pleno boom la solución hidráulica acabaría por ser una pieza más del nuevo planeamiento desarrollista”, explica en su tesis doctoral el geógrafo Iván Portugués Mollá.
El nuevo trazado del Turia libera más de un millón de metros cuadrados del antiguo cauce y la ciudad ambiciona cambiar muchas más cosas.
Una nueva ciudad
Sin ir muy lejos, su red ferroviaria, conocida como “cinturón de hierro”, partía las calles y los 263 pasos a nivel para sortear las vías dejaban cada año numerosos accidentes con víctimas, además de muchos obstáculos al tráfico automóvil.
“Valencia era un importante punto de paso en el itinerario mediterráneo para turismos y camiones vinculados a la actividad portuaria”, escribe Portugués Mollá.
“El Plan Sur comprendía: el nuevo cauce, nuevas instalaciones ferroviarias, nuevos accesos por carretera, la ampliación del puerto y del alcantarillado”, escribió en el diario Levante, Claudio Gómez Perretta, uno de los ingenieros artífices del plan.
En el antiguo cauce se crea una gran avenida de unos 10 kilómetros de longitud y una anchura media de 225 metros. Gómez Perretta recuerda que los Campos Elíseos de París tienen solo 100 metros. La avenida pasa a convertirse en un “eje principal vertebrador”.
En la actualidad, encima del ciclo natural del río, se encuentra el Jardín del Turia, uno de los parques naturales urbanos más grandes de España.
Cuenta además con la ciudad de las Artes y las Ciencias o el Palacio de la Música y con puentes diseñados por el arquitecto Santiago Calatrava.
“Realmente la solución sur cumplió su función, tanto en esta ocasión como en otras anteriores. Porque después del 57, en el 82 también hubo lluvias importantes y en el 87. Periódicamente se da el fenómeno de luvias muy intensas, en cortos períodos de tiempo y más o menos bastante localizadas”, finaliza Bonet.
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