Max ya tiene todo listo para poner fin a las cuentas compartidas
Max quiere seguir los pasos de Netflix al impedir que sus usuarios puedan compartir sus cuentas con terceros
Max, la popular plataforma de streaming de Warner Bros. Discovery, está lista para unirse a la tendencia iniciada por Netflix y poner fin al uso compartido de cuentas entre usuarios. El objetivo es claro: incrementar sus ingresos al reducir el número de personas que utilizan una cuenta compartida sin suscribirse de forma independiente. Esta medida ya fue implementada con éxito por Netflix, y ahora otras plataformas como Disney+ y Max han decidido seguir el mismo camino.
Prohibición de cuentas compartidas en Max
Durante la reciente llamada de resultados del tercer trimestre de Warner Bros. Discovery, el director financiero Gunnar Wiedenfels reveló que el cambio comenzará a implementarse en los próximos meses.
Al principio, se enviarán mensajes suaves a los usuarios para advertir sobre la nueva política de la plataforma. Esta fase inicial está pensada para sensibilizar a los usuarios y evitar una reacción negativa inmediata. Según Wiedenfels, la transición hacia la prohibición total de cuentas compartidas se llevará a cabo progresivamente hasta 2025 y 2026, dando a los usuarios tiempo para adaptarse a la nueva normativa.
Al igual que Netflix, Max tiene el propósito de limitar el acceso a los usuarios que no pagan una suscripción individual. La idea es “pedir un poco más” a quienes comparten cuentas en distintos hogares, de modo que se formalicen como suscriptores individuales. Con esta medida, Max espera incrementar el valor de su servicio y maximizar sus ingresos.
Influencia de Netflix en la industria del streaming
Netflix fue pionero en la estrategia de acabar con el uso compartido de cuentas, y su iniciativa, aunque inicialmente impopular, se tradujo en un aumento significativo en sus suscripciones.
En lugar de enfrentar una pérdida de usuarios, como muchos temían, Netflix experimentó una ola de nuevos suscriptores. Esta reacción del mercado ha llevado a otras plataformas de streaming a considerar medidas similares, y Max es la más reciente en sumarse a esta tendencia.
La decisión de limitar el uso compartido de cuentas responde a un fenómeno común en la industria del streaming. Las plataformas han observado que muchas cuentas se utilizan en varios hogares, lo cual significa ingresos potenciales no capturados. En el caso de Max, esta medida forma parte de una estrategia más amplia para optimizar la rentabilidad de sus suscriptores actuales y alcanzar nuevos clientes que hasta ahora no han contratado su propio plan de suscripción.
Implementación progresiva
El enfoque de Max para implementar esta restricción sigue un modelo similar al de Disney+, que recientemente comenzó a notificar a los usuarios sobre el fin del uso compartido de cuentas antes de introducir opciones de “extra miembro”. En el caso de Max, la compañía ha optado por una transición paulatina para minimizar la resistencia inicial. En palabras de Wiedenfels, esta restricción en el uso compartido de cuentas se plantea como “una forma de aumentar precios,” ya que implica un coste adicional para aquellos usuarios que acceden a la plataforma desde distintos hogares.
Además, Warner Bros. Discovery podría considerar un incremento en el precio de su suscripción para reflejar el carácter “premium” de su servicio. En junio, Max ya aumentó los precios de sus planes sin anuncios, y podría hacer lo mismo nuevamente en el futuro.
El mercado del streaming ha cambiado drásticamente en los últimos años. En un principio, el objetivo era atraer a tantos suscriptores como fuera posible mediante opciones flexibles de acceso, incluyendo la posibilidad de compartir cuentas. Sin embargo, con la creciente competencia y los altos costes de producción de contenido exclusivo, las plataformas han tenido que replantearse sus modelos de negocio.
Para Warner Bros. Discovery, prohibir el uso compartido de cuentas en Max no es solo una cuestión de ingresos inmediatos; también es una estrategia para aumentar el valor percibido de su servicio. Al obligar a los usuarios a pagar su propia suscripción, la empresa espera reducir la dependencia de cuentas compartidas y fortalecer la lealtad de suscriptores individuales. Esto, en última instancia, ayudará a estabilizar sus ingresos a largo plazo en un entorno donde la fidelización es clave.
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