Eléctricos vs. híbridos enchufables: ¿quién gana?

Un estudio revela que los conductores de eléctricos puros están más satisfechos con su experiencia de conducción que quienes poseen híbridos enchufables (PHEV)

62% de los compradores potenciales eligen autos eléctricos Tesla

Crédito: Tesla. Crédito: Cortesía

En el dinámico mundo de la movilidad sostenible, los coches electrificados ganan terreno rápidamente. Sin embargo, no todos los vehículos eléctricos son iguales en los ojos de los usuarios.

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Según un reciente estudio de la consultora estadounidense JD Power, los conductores de coches completamente eléctricos están reportando una mayor satisfacción en comparación con quienes optan por híbridos enchufables (PHEV).

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Estos resultados no solo revelan una preferencia de los usuarios, sino también un desafío para la industria en cuanto al papel de los PHEV como opción viable de transición hacia un futuro completamente eléctrico.

Diferencias clave en satisfacción entre EV y PHEV

El estudio, basado en una escala de satisfacción de 1,000 puntos, muestra que los propietarios de vehículos eléctricos puros otorgan una puntuación de 716 en el caso de marcas generalistas, que se eleva a 738 para modelos de marcas premium.

En contraste, los híbridos enchufables obtienen solo 669 puntos. Esta brecha en la puntuación de satisfacción se debe a varios factores que hacen que la experiencia de conducir un vehículo eléctrico sea más satisfactoria en comparación con un híbrido enchufable.

Una de las diferencias más notables está relacionada con los costos: los usuarios de coches eléctricos destacan el menor gasto tanto en el vehículo como en su mantenimiento.

En Estados Unidos, por ejemplo, el precio promedio de un coche eléctrico es de aproximadamente $36,900 dólares, mientras que el costo de un PHEV alcanza los $48,700 dólares. Este incremento, que representa un 24% más, puede ser un obstáculo para quienes buscan reducir sus gastos a largo plazo.

En Europa, donde el mercado de vehículos electrificados está en auge, la diferencia de precios también es significativa. Mientras que el modelo MG4 de MG, un compacto eléctrico, cuesta alrededor de 31,690 euros, el MG HS PHEV se sitúa en los 36,990 euros, lo que deja a los híbridos enchufables en una posición de desventaja frente a los eléctricos puros en términos de accesibilidad.

Doble costo de energía en los PHEV

Un aspecto crucial que influye en la satisfacción es la manera en que cada tipo de vehículo gestiona el consumo de energía. Los PHEV, al combinar un motor de combustión con uno eléctrico, requieren tanto gasolina como electricidad.

Aunque los híbridos enchufables ofrecen la posibilidad de funcionar en modo eléctrico durante trayectos cortos, los propietarios a menudo tienen que lidiar con el costo de cargar la batería y, al mismo tiempo, llenar el tanque de gasolina, lo que implica un gasto constante y una logística compleja.

Además, cuando la batería del PHEV está descargada, el motor de combustión debe asumir el peso adicional del sistema eléctrico, lo que aumenta el consumo de combustible y las emisiones, haciéndolos menos eficientes.

Según un informe de la Comisión Europea, un PHEV puede llegar a emitir hasta tres veces más de CO₂ de lo que inicialmente se anuncia, especialmente si el propietario no carga la batería con regularidad.

Para muchos usuarios, esta dualidad en el consumo representa una carga económica y de tiempo que los conductores de coches eléctricos no experimentan.

Vehículo eléctrico foto de Tesla
Crédito: Tesla.
Crédito: Cortesía

Costos de mantenimiento y durabilidad de los PHEV

La complejidad de un híbrido enchufable también se refleja en su mantenimiento. A diferencia de un coche eléctrico puro, que cuenta con menos piezas móviles y no necesita cambios de aceite ni otros mantenimientos típicos de motores de combustión, los PHEV requieren un cuidado constante tanto para el motor de gasolina como para el sistema eléctrico.

Este doble mantenimiento representa un costo significativo a largo plazo, ya que además del desgaste mecánico, los híbridos enchufables incluyen baterías más grandes y sistemas complejos que pueden ser costosos de reparar una vez que se acaba la garantía.

Para algunos propietarios, la promesa de eficiencia en los PHEV se ve eclipsada por las realidades de mantenimiento adicionales.

Los coches eléctricos, en comparación, disfrutan de menores costos de servicio y reparación, lo que hace que muchos conductores prefieran la simplicidad de un sistema completamente eléctrico.

Expectativas vs. realidad en el rendimiento de los PHEV

Otro aspecto que afecta la percepción de los PHEV entre sus propietarios es la diferencia entre el rendimiento anunciado por los fabricantes y la experiencia real de conducción.

Aunque el ciclo de homologación europeo WLTP ha hecho avances en la precisión de los datos de consumo, los PHEV suelen mostrar consumos que son difíciles de alcanzar en situaciones reales.

Los fabricantes anuncian cifras que rondan 1,5 litros por cada 100 kilómetros, pero estos datos solo son realistas si el usuario recarga la batería con frecuencia y hace trayectos en modo eléctrico la mayor parte del tiempo.

Para muchos, la frustración surge al notar que, en situaciones cotidianas, el consumo de los PHEV aumenta considerablemente una vez agotada la carga de la batería.

En comparación, los coches eléctricos ofrecen una previsibilidad en cuanto a consumo energético y costos de recarga, permitiendo a los conductores planificar sus gastos y rutas de manera más confiable.

Hyundai anuncia un nuevo sistema enchufable
Referencia del Hyundai Venue. Crédito: Hyundai.
Crédito: Cortesía

Los PHEV en Estados Unidos: una opción menos popular

En el mercado estadounidense, las cifras también son claras en cuanto a la preferencia por coches eléctricos puros sobre híbridos enchufables. Según datos recientes, los PHEV representan solo el 2% de las ventas de vehículos alternativos, mientras que los eléctricos puros alcanzan el 9.4% y los híbridos sin enchufe llegan al 10.7%.

Esto se debe en gran parte a los factores de conveniencia y costo mencionados anteriormente, que hacen que los compradores prefieran opciones que les ofrezcan una experiencia más sencilla y económica.

Para la industria automotriz, el desafío está en redefinir el rol de los híbridos enchufables en un mercado que tiende cada vez más hacia el todo eléctrico.

A medida que los consumidores valoran la comodidad y el ahorro que los coches eléctricos puros ofrecen, los fabricantes deberán ajustar sus estrategias para hacer que los PHEV sean más atractivos o apostar directamente por una gama completamente eléctrica.

Este estudio de JD Power deja en claro que la satisfacción de los consumidores está alineada con la simplicidad y eficiencia de los coches eléctricos. Para muchos, la decisión de cambiar a un coche eléctrico representa una inversión inicial que se ve compensada por el ahorro en energía y mantenimiento.

Los híbridos enchufables, aunque cumplen un papel importante en la transición hacia la electrificación total, enfrentan desafíos significativos en términos de costos y conveniencia que afectan la percepción de sus propietarios.

A medida que el mercado evoluciona, la industria deberá seguir de cerca estas preferencias y adaptar su oferta para satisfacer las expectativas de los conductores en un mundo donde el todo eléctrico parece ser el destino final.

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