Miguel España y la ocasión que temieron por su vida en Honduras

Para Miguel España, exmundialista en México 1986 e integrante de la selección azteca en las eliminatorias de Estados Unidos 1994 parece que fue ayer cuando un 3 de mayo de 1993, los integrantes de la selección de México temieron por su vida en el estadio Tiburcio Arias de Tegucigalpa, Honduras.

Así es y dentro de estos recuerdos que rememora en la charla para La Opinión reconoció que eran otras épocas y que este partido fue parte de los momentos más críticos de la rivalidad que existía contra la selección de Honduras, que precisamente será rival de México el 15 y 19 de los corrientes en los cuartos de final de la Nations League de la CONCACAF.

“La verdad el asunto fue muy dramático, es que sí, yo califico ese momento como el más peligroso, porque hay que recordar que rumbo a Estados Unidos 94, solamente había un lugar y Honduras en ese partido, si nos ganaba se ponía a la cabeza y también había elecciones políticas. O sea había muchos ingredientes para que el partido estuviera muy caliente, aparte de la rivalidad”, reconoció el exmediocampista del Tricolor.

España siguió escarbando en los recuerdos y destacó que: “Desde que llegamos la gente se metió muy duro con nosotros, con groserías, fuimos al hotel y ahí nos llevaron serenata, no nos dejaban dormir, luego cuándo fuimos a entrenar nos pusieron los aspersores de agua para que no entrenáramos bien”.

“Además, en el partido abuchearon el himno nacional y también tuvimos que luchar contra el arbitraje porque el árbitro fue brasileño, con un arbitraje supuestamente fuera del área para que fuera más justo, pero en el primer tiempo dejó que nos cosieran a patadas, pero el equipo aguantó todo, porque teníamos mucha personalidad y carácter, además de una idea de juego y después lo revertimos todo en la cancha”.

Mucha gente parecía armada

Miguel también expuso que después de que lograron imponerse a todo y a todos, inclusive con mucha gente que parecía armada, tuvieron que irse a refugiar a un palco porque los aficionados enardecidos superaron la seguridad e invadieron el vestidor para buscar hacerles daño.

“Al final quisimos regresar al vestidor, pero ya no pudimos, la gente estaba enardecida, porque en el estadio hubo sobrecupo y creímos que hasta muertos hubo porque los aficionados estaban subidos en las bardas en situaciones muy peligrosas”

“La gente estaba muy descompuesta y se metieron al vestidor de tal forma que acabamos en un palco en las tribunas en un estadio parecido al del León y protegidos por los soldados, por la gente de seguridad y llegó un momento que en el vestidor hubo gente muy agresiva, por lo cual tuvimos que salir lo más rápido posible para evitar que nos hicieran daño”, destacó España, recordando cada paso de esos momentos críticos”.

“Lo qué pasa es que cuando ya pitó el árbitro el final del partido y con el marcador en contra 1-4, la gente al final fue a tratar de derribar la puerta del vestidor, y como era un estadio viejo, la gente superó la seguridad, estaban golpeando directamente a la puerta, por lo cual tuvimos que entrar corriendo y salir en medio de gases lacrimógenos”.

“No sabemos si estaban armados, mucha gente decía que sí, y pasaron muchas cosas que se descontroló el asunto y obviamente nuestra integridad física estuvo muy en riesgo”, precisó el excampeón con Pumas de la UNAM en la temporada 1990-91 y que fue parte fundamental de la selección de México por más de una década.

La rivalidad ya no es la misma

Miguel España aseguró que con el paso de los años esta rivalidad ha venido a menos, porque tanto la selección de México, pero primordialmente la de Honduras, no pasan por su mejor momento, al grado de que a la selección catracha la han superado Costa Rica, Canadá y Estados Unidos.

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