EE.UU. liberó a “Chupeta”, el narco que modificó su rostro y testificó contra “El Chapo”

Juan Carlos Ramírez Abadía, alias “Chupeta”, se convirtió en el jefe del Cártel del Norte del Valle y llego a ser uno de los delincuentes más temidos

Juan Carlos Ramírez Abadía

“Chupeta” fue extraditado a Estados Unidos el 22 de agosto de 2008. Crédito: Oficina de la Fiscalía del distrito sur de Nueva York | AP

Juan Carlos Ramírez Abadía, alias “Chupeta”, fue liberado luego de pasar 16 años tras las rejas en una cárcel de Estados Unidos, gracias a que proporcionó información valiosa sobre Joaquín “El Chapo” Guzmán, uno de los criminales más buscados por las autoridades estadounidenses, quien protagonizó uno de los juicios más mediáticos.

Además de su testimonio contra el exlíder del Cártel de Sinaloa, “Chupeta” era conocido por haber modificado varias veces su rostro para lograr evadir a las autoridades, razón por la cual también se le conoce como el “hombre de las mil caras”.

Nació en el Valle del Cauca, Colombia, en 1963. Comenzó su carrera delictiva a mediados de los años 80 en el Cártel de Cali, cuyos líderes de esa banda eran los hermanos Rodríguez Orejuela.

Años después se convirtió en el jefe del Cártel del Norte del Valle, que a mediados de los noventa ya enviaba cocaína hacia Los Ángeles y San Antonio.

Durante ese tiempo, acumuló una vasta red de laboratorios para la producción de cocaína y también rutas de tráfico internacional. Esto lo llevó a consolidarse como uno de los mayores exportadores de droga hacia Estados Unidos, según informó el diario La Nación.

“Chupeta” se convirtió en uno de los delincuentes más temidos y buscados internacionalmente. Entre 1989 y 1997, el Cártel del Norte del Valle envió más de 500 toneladas de droga, equivalente a más de 10,000 millones de dólares, de acuerdo con el Departamento de Justicia estadounidense.

En 1996 se entregó a las autoridades colombianas, siendo condenado a 24 años de prisión por narcotráfico y enriquecimiento ilícito. Gracias a su colaboración con la Justicia pudo salir años después, en los años 2000.

El “hombre de las mil caras” cambió su rostro varias veces por medio de múltiples cirugías para poder pasar inadvertido. Se practicó tres cirugías para modificar su mandíbula, pómulos, ojos, orejas y nariz.

Solo le faltó cambiarse la voz y las huellas dactilares. “Era prácticamente otra persona”, según un artículo de la revista Semana de aquella época.

En el 2007 volvió a atraer la atención de las autoridades, y fue la Policía de Brasil la que desplegó un operativo que contó con múltiples labores de inteligencia y tecnología de reconocimiento de voz.

Solo pudo ser identificado por su voz y sus huellas dactilares, que fueron confirmadas por el propio director de la Policía colombiana, general Óscar Naranjo”, contó a Semana Fernando Francischini, el agente de la Policía federal a cargo de la investigación contra “Chupeta” en ese momento.

“Ninguna cirugía plástica puede esconder la naturaleza de un hombre. Menos la de un mafioso”, añadió el medio citado acerca de sus múltiples transformaciones.

En las investigaciones, los detectives dieron con su elemento más preciado: una computadora en la que él mismo narraba sus crímenes.

“En compañía de la Fiscalía y la DEA, durante semanas enteras, se dedicaron a escudriñar archivo por archivo, mientras continuaban con otras labores investigativas. Lentamente, ese grupo especial consiguió descubrir y entender la compleja red de Chupeta y comenzaron a golpear. Encontraron las seis caletas con más de 90 millones de dólares en barrios de clase media de Cali”, narró Semana.

Una vez arrestado, “Chupeta” fue extraditado a Estados Unidos el 22 de agosto de 2008, donde se declaró culpable de haber liderado una estructura criminal ligada al narcotráfico, así como de haber alcanzado una fortuna de más de mil millones de dólares.

Fue condenado a 20 años de prisión en agosto de 2023 por los delitos relacionados con el narcotráfico, homicidio y lavado de activos.

Sin embargo, este 9 de diciembre se dio a conocer que Ramírez Abadía ha recibido su libertad gracias a su cooperación con las autoridades en el juicio contra Joaquín Guzmán Loera.

“Chupeta” obtuvo este beneficio al ingresar al programa de protección de testigos, por lo que además se le otorgó una nueva identidad y fue ubicado en un área protegida dentro del país.

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