México acusa al narco Osiel Cárdenas de asesinar a familiares de testigo protegido
Tras ser extraditado de EE.UU. a México, Osiel Cárdenas enfrenta varias acusaciones, y una de ellas es ordenar matar a la familia de un testigo protegido
La Fiscalía General de la República (FGR) acusó ante un juez federal al capo Osiel Cárdenas Guillén de haber ordenado el asesinato de seis personas, entre ellas a familiares de uno de los primeros testigos protegidos que rindió declaraciones en su contra.
Al narcotrafricante le atribuyen las ejecuciones de Guadalupe y Juan Rosendo Vázquez Guzmán, hermanos de Francisco Vázquez Guzmán, testigo protegido con nombre clave “Rufino”, registradas el 4 de julio de 2002 en Matamoros, Tamaulipas.
En esta causa penal, también le acusan de haber ordenado la masacre de Trinidad del Carmen Ramos Ovando y las hermanas Gabriela, Karina y Romana Antonio Ramos -estas últimas menores de edad-, el 21 de enero del 2002 en Coatzacoalcos, Veracruz.
De acuerdo con fuentes federales, por este asunto el capo compareció este miércoles en una audiencia ante un juez de Jalisco.
En la diligencia, el criminal también conocido como “El mata amigos” decidió reservarse su derecho a declarar y solicitó la duplicidad del plazo constitucional para que le definan la situación jurídica. A más tardar el próximo lunes el juez resolverá si le dicta o no la formal prisión por el delito de homicidio calificado.
Según la FGR, dos de las víctimas del traficante son hermanos de Francisco Vázquez Guzmán, quien fue detenido el 12 de enero en la ciudad de México y se convirtió en el testigo “Rufino”.
Vázquez era el ayudante incondicional de Cárdenas Guillén: le hacía la limpieza en sus casas de seguridad y hasta llevaba la despensa para el capo y su escolta.
Su testimonio desencadenó la captura de más de 10 cómplices en menos de 48 horas, incluido Rubén Sauceda Rivera, alias “El Cacahuate”, el operador financiero que controlaba la nómina del cártel, la compra de inmuebles y poseía al momento de su detención más de 4 millones de dólares.
Seis meses después de la captura de “Rufino”, sus hermanos fueron asesinados en Matamoros.
En el caso de la matanza de Coatzacoalcos, las víctimas fueron una mujer y sus tres hijas. Tania del Carmen Ramos tenía 38 años al momento de morir y sus hijas Gabriela 20; Karina, 16; y Romana, 13.
A su llegada a México, registrada el pasado lunes, Osiel Cárdenas Guillén tenía pendientes cuatro órdenes de aprehensión por homicidio calificado, delincuencia organizada y contra la salud.
También está sujeto a siete procesos penales que quedaron suspendidos cuando en 2007 fue extraditado a Estados Unidos y que ahora serán reactivados.
En ninguno de los juicios ha sido sentenciado, y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana dijo que el capo podría alcanzar hasta 730 años de prisión, en caso de ser hallado culpable por todos estos delitos que le atribuyen.
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