Jefe de una organización criminal de Hawaii muere por sobredosis bajo custodia federal
Michael Miske, de 50 años, murió por "toxicidad de fentanilo y parafluorofentanilo", dijo la oficina del médico forense en un comunicado
Miske fue encontrado inconsciente en el Centro de Detención Federal de Honolulu el 1 de diciembre. Crédito: Honolulu Police Department | Cortesía
El médico forense de Honolulu informó el martes que un destacado empresario de Hawaii que encabezó una extensa conspiración criminal, murió bajo custodia federal por una sobredosis de opioides.
Michael Miske, de 50 años, murió por “toxicidad de fentanilo y parafluorofentanilo”, dijo la oficina del médico forense en un comunicado obtenido por Associated Press.
La muerte parece haber sido accidental, pero el caso todavía está bajo investigación, agregó la agencia de noticias, y el informe de la autopsia probablemente demorará al menos otros 30 días.
Miske fue encontrado inconsciente en el Centro de Detención Federal de Honolulu el 1 de diciembre. Los esfuerzos del personal y de los servicios médicos de emergencia no lograron salvarlo, dijo la Oficina de Prisiones, según AP.
El jefe del crimen hawaiano fue declarado culpable de asociación ilícita, asesinato y otros 11 cargos graves el 18 de julio, según un comunicado de prensa del Departamento de Justicia del 24 de julio. AP informó que estaba prevista para el 30 de enero.
No está claro cómo el cerebro de la “Empresa Miske” desde fines de la década de 1990 hasta su arresto en julio de 2020 por el secuestro y asesinato de Jonathan Fraser, de 21 años, llegó a poseer fentanilo o parafluorofentanilo, un opioide sintético que aparece en drogas ilícitas y es más potente que el fentanilo.
Fraser era el mejor amigo del hijo fallecido de Miske, Caleb Miske, según informó Bloomberg. La pareja, que amaba los autos y las carreras, tuvo un accidente a alta velocidad en noviembre de 2015; Caleb Miske falleció a causa de sus heridas. Aunque un informe policial indicó que Caleb había estado conduciendo, según el medio, Miske insistió en que Fraser era responsable de la muerte de su único hijo.
La condena de Miske dio derecho al gobierno a tomar el control de hasta 28 millones de dólares en activos, incluidos barcos, casas y obras de arte.
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